Cómo transmitir poder y seguridad con tu lenguaje corporal: 10 Consejos

¿Alguna vez te has preguntado qué podrías hacer para transmitir más seguridad? ¿Temes fracasar en entrevistas de trabajo por falta de confianza? ¿Quieres influir en los demás y que te tomen en serio? Si te sientes identificado con estas situaciones no dudes en seguir leyendo. En este artículo te explicamos cómo transmitir poder y seguridad modificando tu postura corporal.  

Cómo transmitir poder con tu lenguaje corporal

Cómo transmitir poder con tu lenguaje corporal

¿Alguna vez te has preguntado por qué fracasaste en esa entrevista de trabajo si dijiste todo lo que querían escuchar? ¿Por qué no lograste conquistar a esa persona que te hacía «tilín»? Los motivos pueden ser muchos, pero no descartes la posibilidad de que tu lenguaje no verbal te haya jugado una mala pasada y haya transmitido lo contrario a lo que tú querías transmitir.

El lenguaje corporal, al igual que la expresión facial, son esenciales en nuestra comunicación cara a cara. Lo que expresamos con nuestro cuerpo es el 90% de la información que  transmitimos y puede ser crucial en en conseguir o no un empleo o en atraer a esa persona que nos gusta. Por ello es importante dominarlo.

Tu lenguaje corporal habla por ti

Existen dos tipos de comunicación: el lenguaje verbal y el no verbal. El verbal es lo que expresamos con las palabras. El no verbal se compone de la postura y la prosodia (la entonación que acompaña a las palabras, las inflexiones de la voz, el tono, y los énfasis).

El lenguaje corporal, es esencial en la comunicación. Sin embargo, normalmente no estamos atentos a lo que comunicamos con nuestro cuerpo. Y este, muchas veces nos delata.

Parece que siempre nos centramos en cuidar nuestras palabras cuando nos comunicamos con alguien. Queremos impresionar, mostrar seguridad, conquistar, convencer, persuadir y para ello medimos muy bien lo que decimos y nuestra forma de expresarnos, pero hay veces que tu cuerpo se mueve por su cuenta transmitiendo justo lo contrario. Y es que, cuando el lenguaje corporal y el verbal no están compaginados, nuestro cerebro es bastante listo, y de forma inconsciente, tiende a fiarse más del lenguaje no verbal, de lo que comunica tu cuerpo, ya que este suele ser más sincero. Y es que, «leer» los gestos de los demás nos da mucha información acerca de lo que el otro está sintiendo en realidad.

Para ser unos excelentes comunicadores es importante dominar el arte de la comunicación no verbal. ¿Cómo te crees que convencen los políticos?.

Nuestra postura no solo afecta al funcionamiento de nuestros órganos y nuestra estructura interna, también afecta a la manera en la que respondemos al estrés y a cómo nos sentimos. Descubre los beneficios de una buena postura en el siguiente vídeo.

Tu lenguaje corporal tiene una influencia directa en cómo te sientes psicológicamente

Igual que las emociones nos hacen generar posturas y expresiones, estas, a su vez contribuyen tienen una gran influencia en las emociones que sentimos. Por tanto, seremos capaces de aumentar nuestra seguridad y confianza en nosotros mismos simplemente cambiando nuestra postura.

Según un estudio de la Universidad Estatal de Ohio en 2009 la forma en la que nos sentamos influye en la importancia que le damos a nuestros propios pensamientos y cómo de seguros nos sentimos. En concreto, si nos sentamos con la espalda erguida será mas probable que estemos seguros de lo que decimos y desempeñaremos mejor nuestras tareas. Lo contrario ocurre si nos hundimos en las silla, con los hombros hacia delante.

Esto mismo ocurre al caminar, si caminamos erguidos nos sentiremos más seguros y aumentará nuestra autoestima. Un truco para mejorar nuestra postura es intentar separar un hombro de otro y erguir nuestro cuerpo como si un hilo nos atravesara de arriba a abajo y tiraran de nosotros hacia arriba, como si fuéramos una marioneta.

En esta retroalimentación postural intervienen dos hormonas: la testosterona y el cortisol.

  • La testosterona es la hormona que se encuentra en mayor medida en los hombres, aunque las mujeres también tenemos. Está asociada con la confianza, la dominancia, la asertividad.
  • El cortisol es la hormona del estrés, aparece cuando una situación estresante es mantenida en el tiempo y se asocia a la ineficacia para resolver estas situaciones. Se ha demostrado que el mantenimiento de una postura durante 2 minutos es suficiente para que los niveles de estas hormonas cambien.

Las posturas “expansivas”, aquellas en las que se ocupa mucho espacio, están asociadas a un incremento en la testosterona y una sensación subjetiva de seguridad y poder.

Mientras que en las posturas “introvertidas”, las que ocupan poco espacio, se asocian al aumento en los niveles de cortisol y a las sensaciones subjetivas de mayor inseguridad y timidez.

¿Cuáles son estas posturas de seguridad? ¿Qué poses evitar? A continuación te descubrimos diez herramientas para aumentar tu seguridad.

¿Cómo transmitir poder y seguridad con tu lenguaje corporal?

1. Contacto visual

Es importante mirar a tu interlocutor, tanto cuando estas hablado (ayuda a que preste atención a lo que estás diciendo) como cuando es el otro quien habla (le hace saber que le estas escuchando)

2. Apretón de manos firme

Cuando vayas a saludar a alguien dando la mano, procura hacerlo ni demasiado fuerte ni demasiado flojo. No hay nada más desagradable como que te den la mano sin fuerza o que casi te rompan los dedos. Transmite seguridad en tu agarre.

3. Gesticulación activa pero no exagerada

Es importante acompañar las palabras con gesticulaciones. Ayuda a transmitir el mensaje y enfatiza las palabras. Sin embargo, hay que tener en cuenta que una gesticulación muy exagerada o rápida puede hacer el efecto contrario, distraer de lo que se quiere transmitir.

4. Sonrisa

La sonrisa es el símbolo universal de alegría, cercanía, sinceridad. Sonríe a tu interlocutor al saludarle, despedirle, y durante la conversación si el tema de esta así lo permite. Hará que este se forme una opinión más favorable de ti.

5. Tono de voz alto y firme

Evita los tonos de voz bajos y temblorosos. Hazte oír. Lo que tu dices tiene el mismo valor que lo que puedan decir los demás.

6. No cruzar los brazos ni las piernas.

El cruce de brazos y piernas es un mecanismo para protegernos de las amenazas del entorno. Sin embargo, en situaciones como reuniones sociales o entrevistas de trabajo es mejor mostrarse abierto y receptivo.

7. No llevarse las manos a la cara

En general, cuando las personas intentan engañar o mentir, el inconscientemente intentamos taparnos la boca o los oídos como rechazo a aquello que estamos diciendo. Por tanto, cualquier acto de tocarnos la cara, la nariz la barbilla (como gestos que se han quedado a medio camino de taparnos la boca o los oídos), además de denotar nerviosismo, le puede indicar a nuestro interlocutor que no estamos siendo del todo sinceros.

A continuación podéis ver una serie de poses, las que he llamado expansivas, que se pueden realizar antes de un acontecimiento estresante o importante, para el cual necesitemos un extra de seguridad, al mismo tiempo que evitamos las posturas que nos empequeñezcan (hombros hacia delante, piernas cruzadas, espalda encorvada…).

8. Manos detrás de la cabeza y pies sobre la mesa

Cómo transmitir poder con tu lenguaje corporal

Cómo transmitir poder con tu lenguaje corporal: posturas expansivas

Esta es una de las posturas más expansivas que hay. Ocupa una gran superficie. Pero hay que tener cuidado dónde realizarla, ya que puede resultar irrespetuosa. Por ello es preferible hacerlo en privado, antes de un acontecimiento importante para reducir el estrés y obtener más seguridad en nosotros mismos.

9. Manos apoyadas sobre la mesa.

Esta postura la podemos realizar en reuniones de trabajo para imponer autoridad. La cabeza, al estar un poco más adelantada con respecto al cuerpo transmite interés por nuestra audiencia y ayuda a esta a atender a nuestras palabras, y más si está acompañada con una sonrisa, como en la imagen.

10. Postura Wonder Woman

La clásica postura de la super heroína, con los brazos en jarras y las piernas ligeramente separadas, además de ser muy sencilla puede servir como ese pequeño empujón que necesitamos antes de someternos a alguna situación estresante. Es aconsejable que esta pintoresca postura también se realice antes, y no durante, esa situación.

Puede parecerte difícil tener en cuenta todos estos aspectos, pero ¡practicando todo se consigue!

En el siguiente vídeo podéis saber más acerca de cómo influye nuestro lenguaje corporal. ¡No olvides activar los subtítulos!