Autoevaluación: Aplica esta técnica para mejorar tu rendimiento

¿Qué es una autoevaluación? ¿Para qué sirve? ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas? En este artículo responderemos estas cuestiones y muchas más. Además, te daremos consejos para que seas capaz de aplicar las autoevaluaciones a cualquier ámbito de tu vida. Esta técnica no sólo es beneficiosa para los estudiantes. Todos necesitamos estimar cuáles son nuestras competencias en determinadas áreas para dar lo mejor de nosotros mismos.

Autoevaluación

Autoevaluación

Autoevaluación: Significado e importancia

¿Qué es una autoevaluación? Una autoevaluación es un método que consiste en que nosotros mismos comprobemos cuál es nuestro nivel en una tarea determinada. Se diferencia de otros tipos de evaluación que pueden causarnos confusión como heteroevaluación (efectuada por otra persona, generalmente un superior) y coevaluación (en grupo).

Es posible llevar a cabo autoevaluaciones a través de diferentes recursos. Son una herramienta elemental para enfrentarse con seguridad a un desafío. Si deseamos que resulten efectivas, es preciso que realicemos una introspección para extraer las conclusiones convenientes y actuar en consecuencia.

Los tests de las autoescuelas, las preguntas de repaso que suelen aparecer al final de los temas en los libros de texto o los exámenes de conciencia son ejemplos de autoevaluaciones. Aquí te contaremos todo lo que necesitas saber para estimar adecuadamente tus conocimientos y tu desempeño en diferentes dominios.

¿Para qué sirven las autoevaluaciones?

Todos hemos realizado una autoevaluación alguna vez, el motivo que nos ha invitado a hacerlo puede ser completamente diferente; causar una buena impresión hablando en público, comprobar nuestra memoria, indagar en nuestros puntos fuertes y débiles como amigos o pareja, etc.

En este apartado te exponemos los principales ámbitos en los que realizar una autoevaluación resulta fundamental. Si sabemos utilizar esta herramienta, no tardaremos apreciar cómo repercute positivamente en nuestro bienestar.

Autoevaluación en la educación

Independientemente de la etapa académica que estemos atravesando, evaluar nuestro nivel de conocimientos o aptitudes es esencial para superar cualquier asignatura. Generalmente, aunque no hayamos realizado una autoevaluación previamente, cuando entregamos un ejercicio o nos presentamos a un examen, tenemos una idea más o menos vaga sobre nuestro resultado.

No obstante, comprobar con antelación cuál es nuestro grado de adaptación a lo que se nos exigirá (o a lo que nos exigimos), nos ayudará a superar nuestros desafíos académicos con precisión y eficacia. Las autoevaluaciones permiten a cada alumno aprender a su ritmo y actuar de forma responsable.

Los nervios ante un reto son algo natural independientemente de nuestra preparación. Sin embargo, si hemos practicado y hemos corregido nuestras carencias, podremos enfrentarnos a la tarea con más seguridad y autocontrol. Por otra parte, los profesores también pueden beneficiarse de este recurso para mejorar su labor docente o proponer a sus alumnos realizar autoevaluaciones como una tarea más.

La neurodidáctica y neurociencia cada vez tienen más peso en las escuelas que buscan mejorar sus procesos formativos y sistema de autoevaluación de los alumnos. La tecnología educativa de CogniFit, basada en la neuroeducación, es el programa informático de neuroeducación más innovador y utilizado. Se lleva aplicando en diferentes centros escolares en todo el mundo resultando altamente efectiva para todos los alumnos, pero sobre todo, para aquellos que tienen necesidades específicas o dificultades del aprendizaje.

Este recurso científico diseñado para optimizar los procesos de autoevaluación y enseñanza, ha sido creado para educadores, y resulta altamente efectivo para explorar los procesos cognitivos implicados en el aprendizaje.

La herramienta de neuroeducación de CogniFit, permite evaluar diferentes áreas cognitivas. Esta información, puede ayudar a profesores, padres y alumnos, a conocerse mejor, y a identificar alguna de las causas neurológicas relacionadas con el fracaso escolar.

Además, a través del entrenamiento y rehabilitación cognitiva personalizada que propone CogniFit, los niños pueden trabajar online tareas que mejoren sus funciones ejecutivas, atención, memoria, concentración, planificación y otras áreas cognitivas fundamentales para el aprendizaje y desempeño de las diferentes asignaturas.

¿Cómo funciona? Esta herramienta es muy facil de utilizar, lo primero que deben hacer los estudiantes, es completar la evaluación cognitiva que propone CogniFit. Esta autoevaluación, e informe de resultados determinará de forma precisa cuáles son sus áreas cognitivas fuertes y débiles de cada individuo. Todos los juegos mentales de CogniFit Neuroeducación, han sido diseñados y validados clínicamente para identificar las debilidades y fortalezas cognitivas implicadas aprendizaje.

Además, utilizando los resultados de esta evaluación inicial, CogniFit diseña y programa automáticamente una dinámica de estimulación cognitiva personalizada a las necesidades específicas de cada niño.

El fracaso escolar es una de las preocupaciones más relevantes en el sistema educativo. Por eso es sumamente importante aplicar los conocimientos sobre el cerebro a la educación. Contar en los centros escolares con herramientas de neuroeducación que permitan integrar procedimientos para que todos los alumnos puedan desarrollar adecuadamente su potencial de aprendizaje.

Autoevaluación en el Trabajo

Realizar autoevaluaciones periódicamente en el área laboral es un buen hábito para prosperar. Algunas organizaciones piden a sus empleados que las realicen con asiduidad mientras en otras depende de la iniciativa de sus trabajadores.

Ante circunstancias como luchar por un ascenso o descubrir que no estamos siendo eficientes, es preciso reflexionar sobre nuestros puntos fuertes y débiles para potenciar nuestras competencias y subsanar nuestros fallos. Elaborar razonadamente un diagnóstico previo de la situación es un paso básico en la resolución de problemas.

Por otra parte, no sólo es necesario hacer una autoevaluación si nos encontramos ante un reto o una adversidad. Evaluar nuestro desempeño puede ayudarnos a incrementar nuestra motivación, autoeficacia y autocontrol si sabemos elaborar análisis certeros y beneficiarnos de ellos. A veces damos por hecho que nuestro rendimiento es correcto y que sólo existe una manera de hacer las cosas. Es sencillo estancarse en la zona de confort cuando todo funciona aparentemente bien.

Sin embargo, preguntarnos si somos responsables, puntuales, cooperadores, organizados o disponemos de otras cualidades que sean relevantes en nuestro empleo, nos ayudará a encontrar más oportunidades. Detenerse un momento a contemplar la situación de forma holística y objetiva puede descubrirnos un método más rápido de cumplir nuestras funciones, mejorar nuestras relaciones con nuestros compañeros, enmendar errores que no habíamos percibido antes, etc.

En la Salud

Hay signos y síntomas relativos a nuestra salud mental y física que podemos observar nosotros mismos. Comprobar de vez en cuando que nuestro cuerpo funciona adecuadamente es imprescindible para detectar algunas enfermedades. Un par de muestras son las reflexiones sobre nuestros pensamientos negativos y los autoexámenes que permiten explorar si existen bultos o anomalías en la piel.

Sin embargo, si advertimos algo inusual tras la observación, es preciso no sacar conclusiones precipitadas y consultar al médico, al psicólogo o al experto pertinente. No podemos sustituir a los profesionales sanitarios, que son los encargados de diagnosticar profesionalmente.

Actualmente existen programas clínicos de evaluación cognitiva online, que nos permiten valorar de forma precisa un largo rango de habilidades cognitivas y comprender el funcionamiento de diferentes áreas y funciones cerebrales.

En nuestra vida cotidiana

A menudo cuestionamos nuestros actos y pensamientos. ¿Se habrá sentido ofendido por mis palabras? ¿Mi camisa es lo suficientemente elegante para la entrevista? Es totalmente recomendable y saludable que reflexionemos sobre nuestras acciones del día a día (a menos que seamos irracionales o excesivamente duros con nosotros mismos).

En este caso, no disponemos de tantos parámetros como los comúnmente establecidos en los anteriores ámbitos. Cada individuo es libre de escoger cuáles son sus aspiraciones y sus referentes. Nuestro bienestar depende en gran medida de qué consideramos importante y cómo nos gustaría ser. En consecuencia, nuestras autoevaluaciones varían notablemente de una persona a otra.

No hallaremos una guía fiable, válida y justa sobre qué modelos deberíamos seguir cada uno. Pero no podemos dejarnos llevar por la subjetividad. Aspectos como nuestras relaciones sociales, cuánto tiempo dedicamos a lo que realmente nos hace felices, si nos comportamos coherentemente con nuestros valores y demás aspectos relativos a nuestra vida personal han de ser revisados periódicamente para propiciar nuestro desarrollo personal.

Autoevaluación: Ejemplos

En este apartado te explicaremos algunas formas de autoevaluación con ejemplos. Así podrás aplicar estos métodos sencillamente a las áreas que te interesen. Lo importante es que te sientas cómodo y encuentres procedimientos que se adapten a tus objetivos. Cumplir con creces tus metas es más sencillo si adaptas flexiblemente tu conducta a tus habilidades y a tu nivel.

  • Libro: Usualmente, los libros de texto suelen finalizar las lecciones con unas preguntas que permiten a los lectores responderlas libremente, reflexionar sobre ellas y profundizar en los aspectos que no dominen. Estas cuestiones pueden ser abiertas para que el alumno las desarrolle, tipo test, en forma de juegos, etc. En este soporte podemos realizar una autoevaluación todas las veces que queramos y acceder de nuevo a los contenidos que deseemos.
  • Recursos digitales: Las webs y las aplicaciones que nos permiten evaluar nuestros conocimientos de forma rápida y sencilla se incrementan a una velocidad pasmosa. Las autoevaluaciones online proporcionan respuestas inmediatas, las preguntas son más variadas, son accesibles en cualquier momento y además son cómodas. Lamentablemente, la mayoría tienen respuestas cerradas y no permiten responder de forma creativa. Por ejemplo, podemos descargar apps que nos posibiliten hacer tests para conocer nuestro dominio reconociendo emociones, cuántas preguntas acertamos sobre el tema que acabamos de estudiar de Biología o nuestra capacidad de atención.
  • Hoja de autoevaluación: Podemos escribir en un papel cómo creemos que hemos realizado una actividad, qué áreas pensamos que podemos mejorar, cuáles son nuestros puntos fuertes, cómo hemos progresado desde la última autoevaluación, etc. Es posible encontrar un documento que contenga los ítems necesarios para llevar a cabo una reflexión o podemos planificar nosotros mismos esta tarea. Pensar detenidamente ciertos aspectos que sean relevantes para nosotros como «soy amable con los desconocidos» o «no pierdo el tiempo frecuentemente», ordenarlos y puntuarlos, puede ayudarnos a componer una autoevaluación personalizada que nos sirva de referencia.

Independientemente del formato, lo sustancial es que sepamos interpretar los resultados que obtengamos y sigamos motivados para continuar practicando. Cualquier recurso que nos permita aprender significativamente, interiorizando los contenidos, contribuirá a que desarrollemos nuestras habilidades en el ámbito que nos interese.

Autoevaluación: Beneficios

Las autoevaluaciones cuentan con más beneficios que inconvenientes. Además, sus principales problemas se derivan de una mala utilización. Si son realizadas correctamente, combinadas con otras estrategias y se enmiendan los fallos que se encuentren en la evaluación, resultaran un recurso fantástico. A continuación te explicamos sus principales beneficios.

  • Son aptas para personas de cualquier edad: Incluso los estudiantes de infantil pueden beneficiarse de este recurso y aprender a ser críticos (saludablemente) con ellos mismos desde la infancia. En cada etapa de la vida tenemos intereses y misiones distintas. Además, debemos valorarnos en diferentes ámbitos. Sin embargo, una autoevaluación apropiada es provechosa en cualquier caso.
  • Nos permiten conocer aproximadamente nuestro nivel en una tarea determinada: En ocasiones creemos haberlo intentado todo para alcanzar nuestros objetivos; hemos sido simpáticos con todos nuestros conocidos, resumido todas las veces posibles un tema, leído todos los libros que hemos encontrado sobre liderazgo, etc. No obstante, tal vez no nos estemos ajustando a las demandas necesarias. Si una autoevaluación ha sido bien diseñada, nos acercaremos de forma realista a nuestras capacidades reales en el ámbito que estemos examinando.
  • Son una forma útil de que practiquemos: Una autoevaluación facilita adquirir conocimientos y habilidades de una manera práctica y flexible que se puede adaptar a nuestras necesidades. Son un complemento perfecto para otras actividades que llevemos a cabo, independientemente de que nuestra meta sea aprender a dibujar, ser un buen emprendedor o ser más empáticos con los demás.
  • Refuerza el aprendizaje: Cuando dedicamos un momento a pensar en los asuntos que deseamos estimar, nos obligamos a repasar los contenidos que hemos estudiado o a centrarnos en cualquier aspecto de nuestra vida cotidiana. Mientras realizamos una autoevaluación establecemos valiosas conexiones entre ideas y facilitamos que la información que estamos procesando pase a nuestra memoria a largo plazo.
  • Nos ayudan a conocernos mejor: Esta técnica favorece la autorreflexión. No sólo posibilita que profundicemos en nuestros conocimientos, también nos conduce a que valoremos aspectos más personales sobre nosotros mismos independientemente del fin de la autoevaluación. Por ejemplo, podemos indagar en cuestiones como nuestro grado de organización, responsabilidad, nuestras virtudes y nuestros defectos, etc.
  • Fomenta nuestra autonomía: Establecer un momento cada cierto periodo de tiempo para controlar nuestros avances y déficits, es un hábito aconsejable que nos ayudará a ser más responsables e independientes a la hora de llevar a cabo nuestras taras.
  • Incrementan nuestra motivación: Recibir un feedback nos motiva para seguir trabajando con el fin de mejorar nuestras competencias. Detectar con precisión nuestras carencias y animarse por los buenos resultados es un gran acicate para continuar avanzando. ¿Te animas a autoevaluarte?

Autoevaluación: Consejos para mejorar tu aprendizaje

Realiza las autoevaluaciones relajado

Si estás cansado, estresado o por algún motivo no puedes concentrarte en la autoevaluación, será mejor que la pospongas. Si la realizas en alguno de estos estados o en otro similar, tu rendimiento decrecerá y los resultados no serán representativos.

Sé realista

Simplemente con realizar una autoevaluación no vamos a progresar en la tarea que deseemos. Por ejemplo, si nuestra meta es mejorar nuestra memoria y sólo la estimamos, no lograremos nuestros objetivos.

Sé honesto contigo mismo

Es tentador realizar una autoevaluación con un libro a mano que contenga las respuestas, un amigo que nos ayude a contestar, una búsqueda en Internet o que simplemente mintamos para sentirnos mejor. No obstante, sólo son maneras de engañaros. Si queremos aprovechar todo lo que este recurso puede ofrecernos, es necesario que seamos sinceros.

Adopta una actitud positiva ante los fallos

Es natural fallar y que nuestras primeras autoevaluaciones no salgan como esperábamos. No te etiquetes ni te reduzcas a una puntuación. Es tan importante detectar nuestros fallos como reconocer nuestros méritos. Es preciso que conozcamos el peso que nuestros propios juicios tienen sobre nuestras acciones. El pesimismo sólo repercutirá negativamente en nuestro rendimiento.

Anota tus progresos

Llevar un registro de tu desarrollo posibilita profundizar más en nuestro desempeño. Así es posible acercarse de una forma más realista a la meta deseada.

Sé organizado

Si realmente deseamos progresar en cualquier aspecto, es necesario que seamos metódicos y nunca paremos de buscar nuevos retos. Si te cuesta detenerte a meditar estos aspectos, puedes fijar periódicamente un hueco en tu agenda para autoevaluarte. No se tarda mucho tiempo y las ventajas son numerosas.

Prueba diferentes tipos de autoevaluación

Tal vez no te agrade el formato de los tests y prefieras poder explayarte al hablar sobre tus características o tus conocimientos. No importa, puedes probar otros métodos. De hecho, incluso es posible combinarlos para obtener una perspectiva más amplia de nuestro aprendizaje y nuestro rendimiento.

Aprovecha las TIC

Actualmente la neuroeducación está en auge. Gracias a los avances en este campo y en las tecnologías se están creando numerosos recursos que nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida. Cada día conocemos mejor cómo aprende nuestro cerebro.

CogniFit es la herramienta líder en evaluación y estimulación cognitiva. Esta herramienta se dirige principalmente a médicos e investigadores. No obstante, cualquiera puede acceder a esta plataforma online. A través de los diversos y entretenidos juegos mentales que ofrece es posible detectar y entrenar las áreas cognitivas que necesitan un poco más de ejercicio.

Muchas gracias por leer este artículo. Y tú, ¿realizas de vez en cuando una autoevaluación?, ¿te parece un buen método?, ¿cuáles son tus estrategias? Te invitamos a comentar si tienes alguna duda o deseas profundizar en este tema.