Fuerza de voluntad: Un completo manual para crear buenos hábitos

A menudo se piensa que las personas con obesidad, que fuman, que beben, que comen comida basura… tienen poca fuerza de voluntad. ¿Qué hay de cierto en esto? ¿Cómo influye este pensamiento en las personas? ¿Qué diferencia hay entre las personas con “poca fuerza de voluntad” y con “mucha fuerza de voluntad”? También te damos algunos consejos para crear buenos hábitos. Descubre todo lo que necesitas saber sobre la fuerza de voluntad en este pequeño manual. ¡Sigue leyendo!

Fuerza de voluntad

Fuerza de voluntad

¿Qué es la fuerza de voluntad? Definición

La fuerza de voluntad hace referencia a una capacidad interna e innata de conseguir lo que nos propongamos, a pesar de los inconvenientes u obstáculos que haya por el camino. Se trata de poder aplazar la recompensa inmediata (de un dulce, por ejemplo) en favor de metas a largo plazo (como tener una mejor salud).

La fuerza de voluntad se relaciona con la auto-disciplina y el auto-control. Así dicho suena muy bien, suena muy motivante y optimista. Sin embargo, en esa definición de la fuerza de voluntad viene implícita la creencia de que algunas personas tienen esa capacidad y otras no. O naces con ella, o estás abocado al fracaso. ¿Esto es realmente así?

La creencia de que realmente existe la fuerza de voluntad favorece que simplifiquemos cosas. Por ejemplo, si quieres adelgazar: come menos y haz ejercicio. Así de fácil. Y cuando no lo consigues, aparecen las connotaciones de fracaso, te conviertes en un vago, inútil, con falta de autocontrol…

Sin embargo, los hábitos poco saludables, o la pereza, no son influidos por la fuerza de voluntad, por que queramos o no hacerlo. Sino que en este proceso intervienen múltiples factores: Genéticos, ambientales, etc…

Un experimento clásico, llevado a cabo por primera vez en los años 60 en la universidad de Standford, nos muestra cómo funciona la fuerza de voluntad: «La prueba del malvavisco» o «la prueba del bombón». En esta prueba el experimentador les pone a los niños una golosina frente a ellos y les dice que si no se la comen, cuando vuelva tendrán otra más. En el siguiente vídeo podemos ver cómo muchos niños son incapaces de resistirse a la golosina, aun cuando saben que pueden tener el doble de chuchería si solo esperan un poco.

Algunos de estos niños, sí que han tenido suficiente «fuerza de voluntad» y no se la han comido.

¿Qué diferencia a las personas con “Poca fuerza de voluntad” y con “mucha fuerza de voluntad”

La falta de fuerza de voluntad tiene una explicación psicológica

¿Por qué a algunas personas les falta «fuerza de voluntad»? Según este estudio, las personas que intentan llevar hábitos saludables desde la «obligación» (motivación extrínseca, o externa) o desde el «tengo que» van a poner mucho esfuerzo y «voluntad» pero también van a sentirse agotados de tener que mantener ese autocontrol, van a percibir más tentaciones y no van a conseguir sus objetivos.

Un factor que puede influir en la pérdida de «fuerza de voluntad» es la supresión y la restricción. ¿Qué ocurre cuando te dicen que no pienses en un elefante rosa? Pues que inmediatamente te pones a pensar en el elefante rosa. Esto ocurre con todo tipo de pensamientos y emociones. Cuando reprimes o niegas tu tristeza, es muy probable que luego esta se exprese en forma de ataque de ira, problemas de salud… Cuando intentas no pensar en algo, ocurre precisamente lo contrario de lo que quieres conseguir. Si tu propósito es no comer bollería y comida basura vas a pensar más en ellos. Y además, esa restricción te va a hacer desearlos más.

¿Cómo son las personas con mucha «fuerza de voluntad»?

Un estudio realizó un seguimiento durante una semana a 205 personas acerca de sus deseos, tentaciones y autocontrol. Descubrieron que las personas que afirmaban ser capaces de resistir las tentaciones, de hecho tenían menos tentaciones a lo largo del día. Por tanto, las personas que dicen que tienen autocontrol o fuerza de voluntad, no significa que realmente la tengan, sino que existen pocas cosas que realmente les tienten.

Una persona con «mucha fuerza de voluntad» es probable que disfrute de esas actividades saludables que a otras personas tanto les cuestan, como el ejercicio físico, la comida sana, que no le guste el alcohol… Es decir, van a tener una motivación intrínseca, que sale de ellos, un «quiero hacer» más que un «tengo que hacer».

¿Qué ocurre si piensas que tienes que salir a correr pero es una actividad que odias? Pues que vas a salir el primer día y no más. Descubre aquí nuestros consejos para empezar a hacer ejercicio.

Estas personas que tienen mucha fuerza de voluntad, además, han aprendido mejores hábitos. Quizá en la infancia les han enseñado la importancia de dormir bien, hábitos de estudio, actividades saludables. Estos hábitos se han convertido en rutinas que se han establecido en su modo de vida y por ello son difíciles de romper.

Las personas con mucha fuerza de voluntad también tienen rasgos de personalidad particulares. Según este estudio, el factor de personalidad «Responsabilidad» influye en las conductas de salud. En este contexto la responsabilidad implicaría el control de impulsos, la planificación, la organización, la realización cuidadosa de las tareas, puntualidad…  Es posible que fuera este rasgo de personalidad el que influyera en las diferencias entre los niños que se comieron la golosina y los que no se la comieron en la «Prueba del malvavisco».

Estos rasgos de personalidad tienen un fuerte componente genético, lo que no significa que no podamos modificar ciertos aspectos de nuestra personalidad.

Por tanto, no es que estas personas tengan fuerza de voluntad, sino que realmente no la necesita para llevar una vida sana.

¿Cómo aumentar tu fuerza de voluntad?

Según un estudio, la consecución de nuestras metas está influida en mayor medida por las experiencias con tentaciones, que por el hecho de resistirse a ellas o controlarlas. Por tanto, que consigamos crear hábitos saludables no está tanto en nuestra fuerza de voluntad, sino en nuestra capacidad de modificar o controlar nuestro ambiente para no exponernos a esas tentaciones.

¿Cómo podemos entrenar la fuerza de voluntad? Aunque, como hemos visto, la existencia de la fuerza de voluntad es más bien un mito que otra cosa, todos podemos aprender a resistir la tentación, o estar menos tiempo en contacto con estímulos que podrían tentarnos. Aquí enumeramos algunos consejos para aumentar la «fuerza de voluntad»

  1. Controla tu ambiente. Uno va tener más fuerza de voluntad si no se expone a tentaciones. Si no quieres comer insano, no compres galletas, chocolates, comida pre cocinada… Si quieres dejar de fumar quita todos los ceniceros.
  2. Rodéate de personas con buenos hábitos. El ambiente social también es muy importante. Cuando no tienes instaurado el hábito que quieres conseguir es muy frustrante que estés intentando comer más saludable y tus amigos te propongan todos los fines de semana ir a locales de comida rápida. Por tanto, si intentas ampliar un poco el círculo de amistades y rodearte más a menudo de aquellos que no te van a tentar, más fácil será aumentar tu fuerza de voluntad y conseguir tus objetivos.
  3. Comparte tu meta con las personas cercanas. En relación con el punto anterior, si a tus seres queridos les comentas tu deseo de comer más sano, de no fumar o de hacer ejercicio puede que te faciliten, en lugar de ponértelo más difícil, conseguir tu objetivo.
  4. Ve poco a poco para no saturar tu fuerza de voluntad. Si queremos instaurar un hábito no podemos pretender hacerlo de golpe. Es necesario ir creando pasos intermedios. Por ejemplo, primero voy a tomar de postre siempre fruta, o voy a empezar caminando 15 minutos. Cuando ese pequeño paso ya se haya convertido en hábito, podemos dar el siguiente.
  5. Averigua qué es lo que te hace caer en el mal hábito. Para ello puedes ir apuntando qué es lo que estabas haciendo y qué has sentido antes de «perder tu fuerza de voluntad». De esta manera, identificando las situaciones que te hacen más propenso a los hábitos insanos podrás preverlas y ponerles remedio.