
La exposición temprana al sol reduce el riesgo de recaída en niños con esclerosis múltiple
Un estudio reciente publicado en Neurology® Neuroimmunology & Neuroinflammation revela que los bebés que reciben al menos 30 minutos de sol de verano al día pueden tener un menor riesgo de recaídas más adelante en la vida si se les diagnostica esclerosis múltiple (EM). La investigación también destaca una correlación similar en el caso de los niños cuyas madres biológicas tuvieron suficiente exposición al sol durante el segundo trimestre del embarazo.

Un estudio pionero de la Academia Estadounidense de Neurología ha descubierto una asociación sorprendente entre la exposición temprana al sol y la reducción de la actividad de la enfermedad en niños con EM. Los investigadores descubrieron que los bebés que recibían 30 minutos o más de luz solar de verano al día durante su primer año de vida experimentaban un riesgo un 33 % menor de recaídas de EM en comparación con los que tenían menos exposición. Además, los niños cuyas madres habían estado expuestas al sol al menos 30 minutos al día durante el segundo trimestre disfrutaban de un riesgo de recaída un 32 % menor. Aunque estos hallazgos no establecen una relación directa de causa y efecto, se suman a un creciente conjunto de pruebas que sugieren que los factores ambientales tempranos, como la exposición al sol, pueden influir en el curso de la EM en los niños.
Descripción del estudio
Historial y contexto
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al sistema nervioso central y provoca una serie de síntomas neurológicos y un curso impredecible de la enfermedad. Investigaciones anteriores han indicado que la exposición al sol durante la infancia podría reducir el riesgo de desarrollar EM. Sin embargo, este nuevo estudio profundiza en la cuestión al explorar si la exposición al sol en los primeros años de vida también podría afectar a la progresión de la enfermedad, en particular al reducir la frecuencia de las recaídas en los niños a los que finalmente se les diagnostica EM.
Participantes y realización del estudio
Como informa Science Daily, el estudio fue realizado por un equipo de neurólogos y epidemiólogos asociados a la Academia Estadounidense de Neurología, entre los que se encuentra la Dra. Gina Chang, MD, MPH, del Hospital Infantil de Filadelfia. Su trabajo se basa en hallazgos previos, explorando al mismo tiempo nuevos campos, al centrarse en el riesgo de recaída en lugar de centrarse únicamente en la aparición de la EM.
La investigación se publicó online el 12 de febrero de 2025 en Neurology® Neuroimmunology & Neuroinflammation, una revista oficial de la Academia Americana de Neurología. Esta prestigiosa revista añade un grado significativo de credibilidad a los hallazgos del estudio.
El equipo de investigación analizó los registros sanitarios de 18 clínicas de EM de Estados Unidos e identificó a 334 niños y jóvenes de entre cuatro y 21 años a los que se les había diagnosticado EM infantil. Es importante destacar que estos participantes se inscribieron en un plazo de cuatro años desde la aparición de los primeros síntomas, con un tiempo medio de seguimiento de aproximadamente 3,3 años.
Para evaluar la exposición al sol, los investigadores se basaron en cuestionarios detallados cumplimentados por los padres o tutores de los niños. Los cuestionarios preguntaban sobre:
- La cantidad de tiempo que el niño pasó al aire libre durante el verano en el primer año de vida.
- La frecuencia de las prácticas de protección solar, como el uso de protector solar, sombreros y ropa protectora.
- Ropa típica para actividades al aire libre en verano.
- El grado de exposición al sol de la madre biológica del niño durante su segundo trimestre de embarazo.
Metodología del estudio
El estudio utilizó un diseño observacional, basándose en la recopilación retrospectiva de datos de los historiales médicos y en el recuerdo de los padres. Se controlaron las variables clave, como la exposición al tabaco durante el primer año de vida, la estación del año en que se produjo el nacimiento, el tipo de medicación para la EM administrada y el uso constante de medidas de protección solar. Al ajustar estos factores, los investigadores trataron de aislar con mayor precisión la asociación entre la exposición al sol y el riesgo de recaídas de la EM.
Los estudios anteriores han examinado principalmente cómo la exposición al sol podría reducir el riesgo de desarrollar EM. En cambio, esta investigación es innovadora porque cambia el enfoque de la incidencia de la enfermedad a la actividad de la enfermedad, específicamente, la frecuencia de las recaídas entre los niños ya diagnosticados con EM. Esta novedosa perspectiva proporciona nuevos conocimientos sobre cómo las influencias ambientales tempranas podrían determinar el curso a largo plazo de la enfermedad.
Innovación del estudio
- El enfoque en el progreso de la enfermedad en lugar del inicio de la enfermedad.
- La evaluación de la exposición al sol tanto del niño como de la madre durante los periodos críticos del desarrollo.
- El estudio emplea un diseño longitudinal con un control riguroso de los factores de confusión.
Puntos clave del estudio
Los resultados del estudio son polifacéticos y tienen implicaciones significativas para los niños con EM. A continuación se presentan las conclusiones principales, expuestas punto por punto con ejemplos prácticos:
- Los bebés que reciben 30 minutos de luz solar al día tienen menos recaídas:
- Conclusión: Los niños que recibieron al menos 30 minutos de sol de verano al día durante su primer año experimentaron un 33 % menos de riesgo de recaída de EM.
- Ejemplo: Imagina a dos niños que crecen en barrios similares. Uno pasa mucho tiempo al aire libre jugando en el parque todos los días, mientras que el otro permanece mayormente en el interior. Con el paso de los años, el niño que juega al aire libre experimenta menos recaídas, lo que sugiere que las actividades rutinarias al aire libre podrían contribuir a un curso más estable de la enfermedad.
- La exposición solar de la madre durante el segundo trimestre de embarazo es beneficiosa:
- Conclusión: si la madre biológica se expuso al sol al menos 30 minutos al día durante el segundo trimestre, el riesgo de recaída de su hijo fue un 32 % menor.
- Ejemplo: Pensemos en una mujer embarazada que sale a caminar todos los días a primera hora de la tarde. Su rutina de exposición segura al sol puede ayudar a fomentar un entorno que beneficie la salud neurológica a largo plazo de su hijo, lo que podría reducir la gravedad de los síntomas de la esclerosis múltiple en el futuro.
- La exposición al sol puede modular el sistema inmunitario:
- Conclusión: Aunque el estudio muestra una asociación en lugar de una relación causal directa, los datos sugieren que la exposición al sol podría ayudar a modular el sistema inmunitario, reduciendo la inflamación y la frecuencia de las recaídas de la EM.
- Ejemplo: Supongamos que un niño tiene un sistema inmunitario propenso a sufrir brotes repentinos. La exposición regular y moderada al sol podría actuar de forma similar a una dieta equilibrada, ayudando a regular la respuesta inmunitaria y a mantener una condición más estable.
- Impacto en la evolución de la enfermedad, no solo en su aparición:
- Conclusión: A diferencia de los estudios que se centran únicamente en prevenir la aparición de la EM, esta investigación indica que la exposición temprana al sol también podría estar relacionada con una actividad menos agresiva de la enfermedad en niños ya diagnosticados con EM.
- Ejemplo: Pensemos en dos niños con esclerosis múltiple. Aunque ambos padecen la enfermedad, los síntomas de uno de ellos son más leves y menos frecuentes debido a la exposición al sol en los primeros años de vida. Esta situación refleja cómo las intervenciones educativas tempranas pueden conducir a mejores resultados a largo plazo, incluso cuando ya existen dificultades.
- La confianza en el recuerdo de los padres tiene sus limitaciones:
- Conclusión: Una limitación notable del estudio es su dependencia de la memoria de los padres sobre la exposición al sol, que puede no ser siempre precisa. No obstante, las asociaciones observadas son lo suficientemente significativas como para justificar una investigación más profunda.
- Ejemplo: Al igual que los recuerdos de unas vacaciones de la infancia pueden ser entrañables pero imprecisos, los recuerdos de los padres sobre la exposición al sol pueden variar en cuanto a su exactitud; sin embargo, los datos agregados de muchos participantes siguen revelando patrones significativos.
Importancia para la ciencia, la medicina, la educación y la sociedad
- Impacto científico y médico: El estudio mejora nuestra comprensión de la esclerosis múltiple al sugerir que la exposición al sol en los primeros años de vida puede influir en la progresión de la enfermedad. Este hallazgo abre nuevas vías de investigación sobre la modulación inmunológica y podría conducir a recomendaciones revisadas sobre el estilo de vida para los grupos de riesgo.
- Aspectos educativos y sociales: Los resultados subrayan la importancia de una exposición equilibrada al sol y de una protección solar adecuada. Pueden servir para orientar campañas de salud pública y para definir futuras directrices destinadas a mejorar la salud materno-infantil.
Conclusiones
En resumen, este estudio pionero de la Academia Estadounidense de Neurología proporciona pruebas convincentes de que la exposición temprana al sol, tanto para el niño durante el primer año de vida como para la madre durante el segundo trimestre, puede estar asociada con un menor riesgo de recaídas de la EM en los niños. Las ideas clave incluyen:
- Exposición solar en la infancia: Recibir al menos 30 minutos de sol diario en verano durante el primer año de vida está relacionado con una reducción del 33 % en el riesgo de recaída de la esclerosis múltiple, lo que sugiere que la actividad regular al aire libre durante la infancia podría ofrecer beneficios neurológicos a largo plazo.
- Exposición solar materna: Las madres que se exponen al sol durante al menos 30 minutos diarios durante el segundo trimestre pueden ayudar a reducir el riesgo de recaída de sus hijos en un 32 %, lo que subraya la importancia de la salud materna y de las elecciones de estilo de vida durante el embarazo.
- Posibles mecanismos biológicos: La asociación observada sugiere un papel de la vitamina D y otros procesos inducidos por el sol en la modulación del sistema inmunitario y la reducción de la inflamación, aunque no se ha establecido una causalidad directa.
- Enfoque innovador de la investigación: al centrarse en la actividad de la enfermedad en lugar de únicamente en su aparición, el estudio ofrece nuevos conocimientos sobre cómo los factores ambientales tempranos podrían influir en el curso de la EM.
- Implicaciones más amplias: Los hallazgos destacan el potencial de factores sencillos del estilo de vida, como la exposición al sol, para contribuir a la salud a largo plazo, lo que proporciona información para futuras directrices de salud pública.
Aunque el estudio se basa en el recuerdo de los padres y no establece una relación causa-efecto, sus conclusiones sugieren que una exposición moderada y segura al sol durante la infancia y el embarazo puede reducir el riesgo de recaídas de la EM. Se necesitan más investigaciones para confirmar estas asociaciones y orientar futuras recomendaciones sanitarias.
Además de sus implicaciones para la EM, el estudio insinúa los posibles beneficios cognitivos de la exposición temprana al sol. La luz solar proporciona vitamina D, esencial para el desarrollo del cerebro y relacionada con una mejor memoria y atención en los bebés. Una menor tasa de recaídas también puede contribuir a un funcionamiento neurológico más estable, lo que podría favorecer la mejora del rendimiento académico y las funciones cognitivas diarias. Además, el juego regular al aire libre promueve la actividad física y la interacción social, ambas cruciales para el desarrollo cognitivo. Aunque los resultados cognitivos no se midieron directamente, estos datos refuerzan las posibles ventajas de una exposición equilibrada al sol durante el desarrollo temprano.