Un estudio revela que bailar mejora el estado de ánimo y reduce la depresión en pacientes con Parkinson

Un innovador estudio realizado por investigadores de la Universidad de York ha demostrado que el baile reduce significativamente la depresión en personas con enfermedad de Parkinson, con beneficios visibles tanto en las imágenes cerebrales como en las encuestas a los participantes. Esta innovadora investigación, publicada en el Journal of Medical Internet Research, aclara cómo el baile puede mejorar la calidad de vida de quienes luchan contra esta enfermedad neurodegenerativa.

Un estudio revela que bailar mejora el estado de ánimo y reduce la depresión en pacientes con Parkinson. Imagen de Freepik

El estudio: Metodología y participantes clave

Como informa Medical Xpress, el estudio fue dirigido por un equipo de investigadores de la Universidad de York, en Canadá, entre los que se encontraban el Dr. Joseph DeSouza, profesor asociado de la Facultad de Salud; la Dra. Karolina Bearss, profesora de la Universidad de Algoma; la Dra. Rebecca Barnstaple, profesora adjunta de la Universidad de Guelph; y Rachel Bar, directora de investigación y salud de la Escuela Nacional de Ballet de Canadá.

Los investigadores se asociaron con el programa Sharing Dance Parkinson’s de la Escuela Nacional de Ballet de Canadá. Este programa proporcionó la base para estudiar los efectos terapéuticos de la danza. Durante ocho meses, 23 participantes diagnosticados con la enfermedad de Parkinson y 11 personas de control sanas (principalmente familiares o cuidadores) participaron en sesiones semanales de danza. Estas sesiones fueron diseñadas para desafiar progresivamente las capacidades físicas y mentales de los participantes, comenzando con movimientos simples como pliés y zapateados y avanzando a coreografías intrincadas como danzas interpretativas y valses.

Para medir el impacto, los investigadores utilizaron múltiples herramientas y técnicas. Registraron los niveles de depresión mediante la Escala de Depresión Geriátrica antes y después de cada clase y realizaron escáneres de resonancia magnética periódicos en la Universidad de York para observar los cambios en la actividad cerebral. La atención se centró en la circunvolución cingulada subcallosa (SCG), una región cerebral conocida por desempeñar un papel clave en la depresión.

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Cómo ayuda el baile a los enfermos de Parkinson

Estudios similares

Esta investigación se basa en estudios anteriores dirigidos por el mismo equipo, que exploraron los beneficios de la danza para el control motor, el estado de ánimo y el bienestar general en pacientes con Parkinson. Sin embargo, los estudios anteriores se basaron principalmente en los resultados reportados por los participantes. La combinación en el presente estudio de auto-informes con imágenes avanzadas marca un avance metodológico significativo.

Doble Beneficio Terapéutico

La danza activa de forma única los sistemas de recompensa del cerebro a través de la música, al tiempo que estimula las vías motoras y sensoriales. Se cree que esta doble activación produce un potente efecto terapéutico. Y lo que es más importante, el innovador diseño de este estudio permitió a los investigadores confirmar cuantitativamente estos efectos, salvando la distancia entre las experiencias subjetivas y las pruebas objetivas.

Innovaciones en el estudio

Esta investigación es la primera que relaciona directamente las mejoras en las puntuaciones de depresión con cambios observables en la función cerebral a lo largo del tiempo. Aunque estudios anteriores sugerían posibles beneficios, carecían de datos sólidos de neuroimagen que corroboraran las afirmaciones. Al combinar imágenes de resonancia magnética y evaluaciones del estado de ánimo, el estudio proporciona una comprensión holística de cómo la danza influye tanto en la mente como en el cuerpo.

Otro aspecto notable es la inclusión de controles sanos, lo que permite a los investigadores comparar los efectos únicos de la danza en los pacientes de Parkinson frente a los individuos sin la enfermedad. Este enfoque comparativo proporciona una visión más profunda de cómo el Parkinson afecta a los sistemas emocionales y cognitivos y cómo la danza mitiga estos efectos.

Conclusiones principales: El baile contra la depresión

El estudio reveló varios resultados convincentes:

  1. Reducción de las puntuaciones de depresión. Después de cada clase de danza, los participantes informaron de niveles de depresión más bajos, con mejoras acumulativas a lo largo de ocho meses. Esto demuestra el impacto progresivo y sostenido de la danza en el estado de ánimo. Ejemplo: Un participante que inicialmente obtuvo una puntuación alta en la escala de depresión se sintió significativamente más positivo al final del estudio.
  2. Cambios en la actividad cerebral. Las resonancias magnéticas mostraron una disminución de las señales dependientes del nivel de oxígeno en sangre (BOLD) en el SCG (circunvolución cingulada subcallosa), lo que indica una regulación emocional más saludable. Esto sugiere que la actividad del SCG se ralentiza en respuesta al baile regular, un signo positivo para la gestión de la depresión.
  3. Mejora de la regulación emocional. La región del córtex frontal asociada al control emocional mostró una mayor actividad, lo que permitió a los participantes gestionar mejor el estrés y las emociones negativas.
  4. Mejora de la calidad de vida. Además del estado de ánimo, los participantes declararon haber mejorado su control motor, su confianza y su compromiso social, lo que demuestra los amplios beneficios de la danza. Por ejemplo: Los cuidadores observaron que los participantes estaban más dispuestos a socializar y a realizar tareas cotidianas con una energía renovada.
  5. Beneficios para la familia y los cuidadores. Los sujetos de control sanos, en su mayoría cuidadores, también experimentaron mejoras en su estado de ánimo, lo que sugiere que los beneficios del programa se extienden a las familias que apoyan a los pacientes de Parkinson. Ejemplo: Un cuidador que se unió a las clases dijo sentirse menos estresado y más conectado con su ser querido.

Impacto en las capacidades cognitivas

Los beneficios cognitivos de la danza van mucho más allá del bienestar emocional. Al realizar movimientos complejos y coordinarlos con la música, los participantes ponen a prueba las redes neuronales responsables de la memoria, la atención y la resolución de problemas. Las rutinas coreografiadas actúan como una forma de entrenamiento cerebral, potenciando la flexibilidad cognitiva y la plasticidad neuronal, factores clave para mantener la salud cognitiva de los pacientes de Parkinson.

La participación regular en la danza también puede ralentizar la progresión del deterioro cognitivo asociado a la enfermedad de Parkinson. Los estudios sugieren que las actividades físicas que combinan esfuerzo mental y físico, como el baile, estimulan la neurogénesis y el crecimiento sináptico. Los participantes en este estudio mostraron mejores capacidades de concentración y recuerdo, lo que se tradujo en un mejor rendimiento en actividades cotidianas como recordar citas o gestionar tareas.

Además de estos beneficios individuales, el estudio destaca el potencial de la danza como intervención cognitiva escalable. Los programas podrían adaptarse para incorporar ejercicios específicos dirigidos a la memoria y la función ejecutiva, lo que convertiría a la danza en una herramienta eficaz para una rehabilitación cognitiva más amplia.

Significance for Science, Medicine, and Society

Avance de la comprensión científica

Esta investigación pretende colmar una laguna en la comprensión de cómo las intervenciones sobre el estilo de vida pueden influir en la función cerebral en el caso de las enfermedades neurodegenerativas. Proporciona un modelo para estudiar otras terapias no farmacológicas, lo que podría inspirar nuevas vías de investigación.

Implicaciones médicas

Aunque la danza no es una cura para el Parkinson, ofrece una valiosa terapia complementaria. Los profesionales médicos pueden integrar programas de danza en los planes de tratamiento, proporcionando a los pacientes una forma no invasiva de mejorar la salud mental y la movilidad. Además, el estudio apoya un cambio hacia enfoques holísticos en la gestión de las enfermedades crónicas, haciendo hincapié en la calidad de vida junto a los tratamientos médicos tradicionales.

Beneficios sociales

Los programas que integran la danza y el movimiento promueven la inclusión y la participación de la comunidad. Empoderan a pacientes y cuidadores, abordan los retos asociados a la enfermedad de Parkinson y fomentan un entorno de apoyo. El efecto dominó de estas iniciativas incluye una mejora de la cohesión social y una mayor concienciación pública sobre los retos y las soluciones del Parkinson.

Conclusiones: Hacia un futuro mejor

El estudio de la Universidad de York subraya el poder transformador de la danza para las personas con enfermedad de Parkinson. Al reducir la depresión, potenciar la función cerebral y mejorar el bienestar general, la danza ofrece una esperanza a los pacientes y sus familias. Sus beneficios duales – interactuar tanto con la mente como con el cuerpo – la convierten en un enfoque único y eficaz para tratar la enfermedad de Parkinson. Según el Dr. DeSouza, los investigadores no pretenden curar el Parkinson con la danza, sino ayudar a las personas a lograr una mejor calidad de vida.