Heminegligencia: cuando pierdes la mitad de tu mundo

Todos sabemos que la atención es uno de los procesos cognitivos más importantes en el desarrollo del ser humano, pero la alteración de este proceso tras una lesión o daño cerebral implica algunos trastornos, como es el caso de la Heminegligencia. Vamos a contar a continuación todos los detalles acerca de este trastorno: qué es, cuáles son las bases neurológicas, su tipología, su evaluación y rehabilitación.

¿Qué es la Heminegligencia?

Uno de los trastornos de la atención más conocidos es la Heminegligencia. Como describió Mesulam en 1981, la heminegligencia es un trastorno atecional que hace que el paciente se comporte como si la parte contraria al hemicampo de su lesión dejase de existir; es decir, si el daño cerebral se ha producido en la parte derecha del cerebro, el paciente no puede atender al lado izquierdo de lo que ven sus ojos. Normalmente, la heminegligencia ocurre tras lesiones cerebrales unilaterales, específicamente en el hemisferio derecho, y más concretamente, puede decirse que consiste en un fallo a la hora de responder, referirse u orientarse a los estímulos que se encuentran en el espacio contralesional; es decir, el entorno situado a la izquierda del paciente «deja de existir».

Heminegligencia y Atención

Hay diferentes teorías que han hecho constatar que la heminegligencia no se entiende como un déficit unitario, sino que afecta a diferentes áreas cognitivas.

Los sesgos atencionales se han intentado explicar mediante la “teoría del desenganche”, por sus repercusiones en la orientación de la atención. Este sesgo se produce especialmente cuando se trata de mecanismos que implican atención exógena: las claves que se presentan en el lado ipsilesional (las que se presentan en el lado derecho, en caso de lesión en el hemisferio derecho) influyen en el tiempo que emplean los pacientes con lesiones en el lóbulo parietal derecho para detectar los estímulos del lado izquierdo.

Hay que destacar que el paciente heminegligente percibe toda la información al completo, es decir, el problema no está en la percepción, sino en la toma de conciencia de ésta. Es una alteración en la atención alternante (capacidad de cambiar de un estimulo a otro). El paciente obtiene una imagen sensorial completa, pero sólo atiende una parte de la misma

En resumen, la atención en un paciente heminegligente tiene predilección por lo que ocurre en el lado controlado por el hemisferio cerebral no afectado.

Tipos de Heminegligencia

A continuación, vamos a explicar la diferente tipología en relación con el trastorno de Heminegligencia:

  • Heminegligencia Atencional o Sensorial: se produce cuando la atención selectiva no es capaz de distribuir la atención en los estímulos presentes en el espacio externo (extracorporal); o aquellos referidos al propio cuerpo (personal). Se manifiesta como una dificultad en responder a un estimulo que está presente en el lado opuesto a la lesión cerebral.
  • Heminegligencia Espacial Personal: también conocida como hemisomatognosia. Este déficit está relacionado con el propio espacio corporal. Se observa sobre todo en pacientes que se visten solo media parte del cuerpo, hombres que se afeitan la mitad de la barba o mujeres que se pintan sólo la mitad de los labios.
  • Heminegligencia Intencional o Negligencia motora: también conocido como hemiakinesia. Consiste en la dificultad de distribuir la atención en las acciones o intenciones de nuestro cuerpo en el espacio. También en la ralentización o ausencia de movimientos que puede simular una hemiparesia.
  • Impersistencia motora: consiste en la imposibilidad de mantener una postura comandada por el examinador más de 10 segundos.
  • Heminegligencia Afectiva: la conducta del paciente es como si no sucediera nada de importancia (anosognosia o falta de conciencia del déficit). En algunos casos, el paciente sabe de su hemiplejia pero no le importa (anosodiasforia); en otros el trastorno llega a ser mayor y existe un rechazo o maltrato hacia el hemicuerpo izquierdo (misoplejia).
  • Heminegligencia Representacional: es la negligencia hacia una mitad de la representación o imagen mental de una situación real.

Bases neurológicas de la Heminegligencia

Se parte de que generalmente la Heminegligencia se produce por un daño o lesión en el hemisferio derecho del cerebro.

Se piensa que los fallos en la arteria cerebral media, que afectan al parietal y que además tiene una relación con el lóbulo frontal tienen que ver con mucha sintomatología presente en estos pacientes.

Los estudios más recientes determinan  que la región cerebral dañada en pacientes con Heminegligencia es el Giro Temporal Superior Medial, situado en la superficie lateral del lóbulo parietal inferior,  encontrándolo en el 50% de los casos que se estudian. Este área está relacionada con déficits de conciencia espacial en pacientes con lesiones bilaterales.

En resumen, las principales áreas implicadas en el trastorno de Heminegligencia son:

  • Giro angular: relacionado con la conciencia espacial y mantenimiento de la atención a localizaciones espaciales.
  • Lóbulo parietal superior: implicado en los cambios espaciales de la atención.
  • Unión temporo-parietal: encargada de la reorientación espacial y la detección de estímulos salientes. En las áreas adyacentes a éstas, pueden residir los déficits más secundarios que presentan algunos pacientes, como los cambios en la reorientación de la atención o la detección de la saliencia de un estimulo.

Evaluación de la Heminegligencia

La principal dificultad encontrada al evaluar la heminegligencia es la variabilidad existente entre las personas que lo padecen, pues existen pocas pruebas que puedan evaluar por igual a todos los pacientes

La tarea por excelencia para evaluar la heminegligencia es la de cancelación. Consiste en que el paciente encuentre un estimulo objetivo entre distractores. La respuesta típica es el fallo en la detección de los objetivos situados en el hemicampo izquierdo.

El más utilizado es el BIT (Behavioral Inatention Test), donde se trabaja con seis tipos de test: cancelación de líneas, cancelación de letras, copiado de figuras, cancelación de estrellas, bisección de líneas y dibujo representacional.

Otra de las tareas de evaluación más empleadas en la evaluación de la Heminegligencia es la bisección de líneas. En esta tarea se presenta al paciente una línea horizontal (normalmente varias líneas en cada folio) y debe marcar el punto medio de la misma. Habitualmente, los pacientes con heminegligencia hacen la marca de la línea media más a la derecha de la mitad real de la misma.

Continuando con la descripción de tareas que evalúan heminegligencia encontramos, entre las tareas de papel y lápiz, las tareas de dibujo. En estas tareas, el paciente tiene que copiar de un modelo o realizar un dibujo espontáneo de diferentes figuras simétricas desde su línea media. Normalmente, la respuesta habitual es la distorsión o la omisión de partes de la imagen.

Se ha observado que suprimiendo la retroalimentación visual, es decir, haciendo que el paciente dibuje con los ojos cerrados, reduce los signos de heminegligencia encontrados en este tipo de pruebas.

Otra de las pruebas más empleadas es el test del dibujo del reloj, que consiste en copiar la esfera de un reloj en el que figuren los números en el orden correcto y que puede realizarse con la variante de dibujarlo de memoria (como podemos observar en el dibujo del inicio del artículo).

Rehabilitación de la Heminegligencia

La rehabilitación en pacientes con Heminegligencia es importante, ya que se puede aprender a compensar la zona dañada.

Para ello, se realizan tareas de rastreo y búsqueda hacia el lado no atendido. Con varios ensayos, los pacientes se van haciendo más conscientes y pueden llegar a desarrollar un aprendizaje para realizar una búsqueda más sistemática.

Otra técnica utilizada en este tipo de pacientes es la de compensación, como por ejemplo dibujar una línea con un color llamativo en el margen izquierdo, para determinar dónde deben comenzar a leer, y con la finalidad de captar su atención.

Diferentes estudios han determinado que las técnicas más efectivas son las que potencian el escaneo visual, como por ejemplo tareas de búsqueda de diferencias, copia de dibujos o lectura.