Todo sobre la Memoria Semántica: «Lo tengo en la punta de la lengua»

«Lo tengo en la punta de la lengua» La memoria semántica almacena nuestros conocimientos sobre el mundo y el lenguaje. Cuando queremos recordar ciertos conocimientos que hemos adquirido, como por ejemplo: “¿Cuál es la capital de Francia?” o, “¿Cómo se llama el actual presidente de EEUU?”, estamos haciendo un uso eficaz de nuestra memoria semántica.  Gracias a ella, podemos recordar en pocos segundos las respuestas. Descubre en este artículo qué es la memoria semántica, para qué sirve, qué ejercicios podemos practicar para evaluar y mejorar nuestra memoria semántica, y algunos de los trastornos asociados a un déficit en su procesamiento.

Memoria semántica
La memoria semántica. Foto: Tachina Lee. Unsplash.com

¿Qué es la memoria semántica?

¿Qué es la memoria semántica? Tulving fue el primero en establecer el término de memoria semántica. La memoria semántica se puede definir como un tipo de memoria de significados y conocimientos generales en la que no intervienen nuestras experiencias concretas, ni el recuerdo de sucesos puntuales.

Por ejemplo, para responder a la pregunta «cuantas horas tiene un día» no es necesario evocar ningún momento concreto de nuestra vida en el que hayamos aprendido ese conocimiento. La memoria semántica nos permite recordar «automáticamente» que un día tiene 24 horas, sin necesidad de evocar sucesos concretos que nos recuerden ese conocimiento.

La memoria semántica es necesaria para recordar los conceptos que tenemos sobre el mundo, y también, es necesaria para hacer un uso adecuado del lenguaje. Además, es una clase de memoria que está almacenada a largo plazo, por lo que una vez adquirido un conocimiento, podrá incluso, mantenerse toda la vida.

La memoria semántica es tan extensa como los conocimientos que podamos tener. Por ejemplo, si queremos recordar que el león es un animal mamífero y tiene 4 patas, no será necesario relacionarlo con ningún acontecimiento específico que nos haya ocurrido con leones, nuestra cabeza va mucho más rápido.

  • La memoria semántica es un tipo de memoria a largo plazo: Nos permite almacenar recuerdos durante días, décadas o años. No tiene límite de capacidad ni duración.
  • La memoria semántica es declarativa: Esto significa que accedemos a ella de forma consciente.
  • Diferencias entre la memoria episódica y la memoria semántica: La memoria episódica es la encargada de proporcionarnos recuerdos autobiográficos, como por ejemplo, “¿qué he desayunado hoy?” o “¿Qué hice el fin de semana?”. Por tanto, la gran diferencia entre estos dos tipos de memoria, es que la memoria semántica, es un diccionario de palabras y sucesos del mundo sin necesidad de recurrir a nuestra experiencia, y la memoria episódica es como un diario personal, formado por nuestras experiencias.

¿Donde se ubican las palabras en nuestro cerebro?  Un equipo científico ha creado un mapa interactivo que muestra qué áreas del cerebro se activan al escuchar diferentes palabras. Este mapa cerebral semántico, revela como el lenguaje se distribuye a través del cortex y los dos hemisferios cerebrales, agrupando las palabras por significados, y construyendo un enorme diccionario cerebral.

¿Para qué nos sirve la memoria semántica?

La memoria semántica nos sirve a modo de diccionario mental, para organizar esa cantidad de palabras, conceptos, y símbolos que almacenamos, dándoles un significado. La memoria semántica nos permite ahorrar recursos cognitivos, y ser capaces de interpretar en poco tiempo, y con pocas palabras, el mundo en el que vivimos.

La memoria semántica es fundamental para nuestro día a día. Por ejemplo, la memoria semántica, nos permite saber «automáticamente» que un león es un mamífero, sin necesidad de que tengamos que repasar mentalmente todos los leones que hemos visto en nuestra vida, ni pensar en los tipos de leones que existen.

Nuestra memoria semántica nos permite proporcionar un significado general a la palabra «león»: Animal mamífero de cuatro patas, grande, con mucho pelo rodeando su cabeza, etc.

Si tuviéramos que pensar en todos los leones que existen en el mundo para poder recordarlos y describirlos, sería imposible. Por tanto, la memoria semántica es la mayor garantía de que podamos englobar múltiples conceptos concretos (animales, personas, objetos…) en un solo con concepto general. Esto se organizará mediante infinidad de categorías (animales, objetos, seres vivos, seres no vivos, mamíferos, reptiles, etc).

Alteraciones de la memoria semántica: Trastornos de acceso y almacenamiento semántico

  • Personas con demencia semántica: Tienen problemas para poder encontrar el significado de los conceptos. Hay gran diversidad entre unos pacientes y otros, la demencia semántica se caracteriza por pacientes que pueden tener dificultades para acceder a los significados de los conceptos , pero no tienen por qué tener problemas en utilizar esquemas (por ejemplo, planchar)
  • Personas con lesiones en la corteza prefrontal: Se han encontrado evidencias de que pacientes con una lesión en la corteza prefrontal pueden tener dificultades para desarrollar un esquema, pero no para el significado de las palabras (al contrario del ejemplo anterior). Estas personas por tanto, son incapaces de utilizar un esquema como por ejemplo, ir al dentista cuando tienen un problema en la boca, o hacer la colada cuando quieren lavar la ropa, pero en cambio pueden acceder a los conceptos de las palabras.
  • En la enfermedad de Alzheimer una característica típica es un fallo en la memoria episódica (en los recuerdos autobiográficos), pero sin duda, también se ve afectada la memoria semántica, ya que estos pacientes tienden a desarrollar trastornos en el lenguaje y en el uso de esquemas.

Ejercicios para mejorar la memoria semántica

1- CogniFit, plataforma líder en evaluación y estimulación cognitiva

El acceso rápido y fluido a las palabras es una de nuestras habilidades cognitivas principales. Todos hemos sentido algunas veces esa sensación de «tener algo en la punta de la lengua». En algunos casos, la selección rápida y sin esfuerzo se altera y aparecen dificultades.

CogniFit es una herramienta profesional que permite evaluar y mejorar el acceso al léxico. El estudio de la plasticidad cerebral nos ha enseñado que cuanto más utilizamos un circuito neuronal, más fuerte se hace. Y esto, es aplicable a las redes neuronales que intervienen en la memoria: Acceso al léxico, memoria de trabajo, memoria a corto plazo, memoria visual, memoria auditiva a corto plazo, memoria contextual

La capacidad de encontrar la palabra adecuada en el momento indicado se puede mejorar si se entrena adecuadamente. La batería de ejercicios clínicos que ofrece CogniFit, permite evaluar y entrenar el acceso al léxico, y otras habilidades cognitivas implicadas en la memoria.

¿Cómo funciona CogniFit? El programa primero evalúa de forma precisa el acceso al léxico (la capacidad del individuo para reproducir nombres de objetos) y otras habilidades cognitivas. En base a los resultados obtenidos en el ejercicio, CogniFit ofrece de forma automatizada un completo régimen de entrenamiento cognitivo personalizado.

Los diferentes ejercicios interactivos, se presentan como entretenidos juegos mentales que se pueden practicar a través del ordenador. Después de cada sesión, CogniFit presentará un gráfico detallado con la evolución del estado cognitivo. ¡Solamente tienes que registrarte!

2- Recordar los hechos del mundo que nos rodea

Es bueno recordar hechos del mundo que nos rodea: Si una persona quisiera fortalecer la memoria semántica, los ejercicios más eficaces son ir recordando una serie de palabras, e ir incrementando la cantidad, y también la dificultad. Por ejemplo, aprenderse las provincias de España, después las capitales de Europa, e ir incrementando hasta poder saberse todas las capitales del mundo. Aquí puedes encontrar otros ejercicios de gimnasia cerebral muy útiles.

3- Aprender nuevos idiomas y viajar

Aprender otro idioma nos obliga a empezar un nuevo vocabulario, una nueva estructura, nuevas reglas en el idioma. La memoria semántica es imprescindible para todo ello. Descubre las ventajas de ser bilingüe.

Viajar puede ayudar, además, a aprender nuevos esquemas, y nuevos guiones, ya que las costumbres y la cultura de cada país pueden variar mucho y los esquemas y guiones nos ayudan a adaptarnos según la situación.

4- Establecer significados entendiendo qué es lo que aprendemos

¿Cómo aprende el cerebro? Todas las investigaciones han apuntado que se aprende mejor, y más rápido, otorgando un significado a los conceptos. Por ejemplo, para estudiar, recordamos mucho mejor algo a lo que hemos dado significado, que a lo que hemos aprendido por mera repetición de palabras. Descubre estas técnicas de estudio.

5- Ejercicios para pacientes con trastorno en la memoria semántica

Existen ejercicios sencillos en los que se escriben una serie de preguntas básicas, a las que el paciente tiene que contestar, y si se equivocan, se corrige delante de ellos. Por ejemplo, preguntas como: “¿Cuáles son las cuatro estaciones del año?”, “¿Cuáles son los meses?”, “¿Cuáles son los números del 1 al 15?”.

También en personas con trastorno en la memoria semántica es muy eficaz empezar frases incompletas para que ellos continúen, y después corregirlo: “Los limones son de color…”, “La capital de España es…”, etc.

La memoria semántica es tan importante en nuestras vidas, que si pensáramos por un momento todas las veces que la utilizamos al día, nos sorprenderíamos. Nos ayuda a hablar, a comunicarnos, a aprender qué significa cada concepto del mundo y poder entenderlo dándole un significado.Por todo ello, parece un milagro que tengamos un diccionario tan amplio y tan bien organizado, frente a la multitud de estímulos que nos rodean. Si tuviéramos que aprender todos los días todo de nuevo , sin poder recordar lo que percibimos y sin darle un significado, sería un esfuerzo casi inasumible. La memoria semántica supone el mayor ahorro cognitivo, ya que gracias ella, podemos almacenar el mundo que percibimos, en nuestra cabeza.

Nos ayuda a saber qué esquemas hay que tener cada día (si tengo un problema de salud, voy al médico), y a seguir guiones que hacemos casi de forma automática (ir a un restaurante, esperar a que te atiendan, pedir, etc).