Poca memoria ¿de qué depende tener buena o mala memoria?

«Estoy estudiando y tengo poca memoria, me cuesta mucho trabajo retener la información, siento que tengo que esforzarme más que el resto para aprobar». «Estoy dando clases de baile, y no consigo retener los pasos que nos enseña el profesor ¡tengo muy poca memoria!». «He notado que tengo más olvidos que antes, ¿debería preocuparme por la pérdida de memoria

Poca memoria
Poca memoria. Foto: stux. Pixabay.com

A muchos de nosotros nos preocupa tener poca memoria. Este problema, suele ser la primera señal de algún tipo de demencia como la enfermedad de alzheimer. En este artículo definimos qué significa tener poca memoria, qué podemos hacer para mejorarla, y cuándo deberíamos preocuparnos.

¿Qué es tener poca memoria?

Nuestra memoria no es una capacidad fija e inmóvil. La memoria es diferente en cada persona, no todos recordamos de la misma forma, ni somos capaces de retener la misma cantidad de información. Existen múltiples factores que hacen que recordemos mejor o peor en cada momento.

¿Qué significa tener poca memoria? La memoria es la función de nuestro cerebro que nos permite procesar, almacenar y recuperar información. Es nuestro diario de experiencias, es el producto de nuestro aprendizaje y de nuestro paso por la vida.

Hace un tiempo se creía que nuestras ideas y conocimientos, estaban almacenados en nuestro cerebro a través de módulos, como en los distintos estantes de una librería. No obstante, esta idea fue rebatida rápidamente por el concepto de red neuronal.

Según el neurocientífico Joaquim Fauster: “La red neuronal es la base de todo el conocimiento y de toda la memoria”. Las redes neurales del conocimiento se forman a partir de la asociación y la experiencia (neuroplasticidad). Esto quiere decir que el código de la memoria y del conocimiento es un “código relacional”. El conocimiento nace de distintas relaciones y conexiones entre neuronas que no engloban un contenido específico, sino que comparten células y grupos celulares o, dicho de otro modo, un grupo celular puede ser parte de muchas redes.

En conclusión, la base del conocimiento en el cerebro no se puede reducir a la estructura neuronal, no podremos hallar un recuerdo o una experiencia en un “cajón” de nuestro cerebro, sino que la relación de las distintas redes neuronales a través de enlaces sináptico es lo que crea y da forma al conocimiento, la experiencia o el recuerdo. En otras palabras, el todo es mucho más que la suma de las partes.

Tengo poca memoria ¿Qué puedo hacer?

La memoria es un proceso cognitivo que se puede mejorar si se entrena adecuadamente. La batería de ejercicios clínicos que ofrece CogniFit, está al alcance de todos y es muy recomendable para aquellas personas que se quejan de tener poca memoria. CogniFit es una herramienta profesional que permite, a través de sencillos juegos clínicos (que pueden practicarse online), evaluar y entrenar las funciones cerebrales implicadas en la memoria.

El estudio de la plasticidad cerebral nos ha enseñado que cuanto más utilizamos un circuito neuronal, más fuerte se hace. Y esto, es aplicable a las redes neuronales que intervienen en la memoria.

El programa de estimulación cognitiva de CogniFit, ha sido creado por un completo equipo de científicos, neurólogos y psicólogos cognitivos. Y está especialmente indicado para personas que creen que pueden tener poca memoria. El programa, primero evalúa de forma precisa los problemas de memoria y otras funciones cognitivas fundamentales y, en base a los resultados obtenidos, ofrece de forma automatizada, un completo régimen de entrenamiento cognitivo personalizado. CogniFit está recomendado para niños a partir de 6 años y adultos. Este programa es accesible vía online.

Los diferentes ejercicios interactivos, se presentan como entretenidos juegos mentales que se pueden practicar a través del ordenador. Después de cada sesión, CogniFit presentará un gráfico detallado con la evolución del estado cognitivo. ¡Solamente tienes que registrarte!

Utiliza CogniFit, el programa líder en evaluación y estimulación cognitiva para niños y adultos

Estimular nuestro cerebro es tan importante como estimular nuestro cuerpo. La estimulación desemboca en un cerebro más sano y, por ende, menos propenso a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. El neurocientífico Francisco Mora nos ofrece 12 consejos para mantener un cerebro sano y solucionar la poca memoria:

  • Comer menos: Comer demasiado aumenta el estrés oxidativo de nuestro organismo. Menos comida potencia la producción de neuronas en el hipocampo, aumenta la sinapsis y favorece los mecanismos de reparación neuronal. Descubre los alimentos que aportan vitaminas para el cerebro.
  • Entrenar tu cerebro de forma profesional: 
  • Deporte de forma regular: Al practicar deporte segregamos sustancias que favorecen una mayor plasticidad de nuestro cerebro.
  • Ejercicio mental: Debemos estimular la mente con desafíos y nuevos retos.
  • Viajar: Viajar es aprender, memorizar nuevos entornos, vivir nuevas experiencias y sentir emociones que son, al fin y al cabo, el motor de nuestro aprendizaje.
  • Vivir acompañado: Una buena salud mental pasa por tener buenas relaciones con los demás.
  • Adaptarse a los cambios: Si ante un cambio preferimos escondernos que aprender, estaremos disparándonos en el pie. El aprendizaje es un proceso posible a cualquier edad.
  • Evitar el estrés crónico: El estrés tiene efectos muy negativos sobre nuestro cerebro, lo mejor para contrarrestarlo es practicar deporte
  • No fumar: fumar puede provocar pequeños infartos cerebrales. Por otra parte, la nicotina produce una reducción de la memoria y la muerte de la memoria, además de aumentar el estrés oxidativo en el cerebro.
  • Dormir bien: Necesitamos 7 u 8 horas de sueño cada noche para que nuestro cerebro pueda borrar la información innecesaria, reforzar y asentar los conocimientos aprendidos y reparar tejidos dañados.
  • Evitar el apagón emocional: La emoción, la ilusión, nos impulsan a vivir y a aprender.
  • Agradecimiento: Sobre todo en la época de la vejez, agradecer es algo vital y sano, ya sea por los lazos emocionales o por la reducción del estrés.
  • Las pequeñas cosas: disfrutar de lo que ofrece esta época sin crear necesidades por las que tengamos que luchar para conseguirlas.

Por qué hay recuerdos que duran para siempre

A pesar de que a lo largo de la vida haya un deterioro de las funciones cognitivas, sintamos que tenemos poca memoria, y nuestras capacidades cognitivas vayan menguando poco a poco, todos tenemos algún o algunos recuerdos que son prácticamente fijos. Esto se produce porque la calidad de un recuerdo depende también de las circunstancias en que éste se adquirió, de las emociones asociadas a ese recuerdo. Es por eso que ciertos acontecimientos importantes en nuestra vida los recordamos de forma mucho más nítida que otros acontecimientos más mundanos: no es lo mismo recordar el nacimiento de nuestro hijo que lo que cenamos hace dos semanas.

Poca memoria y cambios cognitivos relacionados con la edad

Experimentar poca memoria en alguna fase de nuestra vida, pude ser como consecuencia un proceso normal de envejecimiento. A medida que vamos cumpliendo años, nuestro cuerpo va cambiando, y también lo hace nuestro cerebro. Como resultado, algunas personas pueden notar que les cuesta más tiempo aprender una nueva información, tienen olvidos y poca memoria para recordar diferentes cosas. Algunas personas mayores se sienten más «torpes» que las personas jóvenes a la hora de realizar tareas de aprendizaje o memoria. Sin embargo, los científicos han descubierto que si se les da tiempo y las herramientas necesarias, las personas mayores saludables, pueden desempeñar esas tareas igual de bien.

Hasta hace relativamente poco tiempo, se creía que que a medida que alcanzábamos la edad madura (30 o 40 años) nuestras neuronas empezaban a morir. Sin embargo, hoy sabemos que, nuestro cerebro tiene la capacidad de regenerase y crear nuevas conexiones nuronales a lo largo de toda nuestra vida.

Diferentes equipos de neuropsicólogos que estudian los procesos de plasticidad cerebral y neurogéneses, han demostrado que la batería de estimulación cognitiva de CogniFit puede ayudar a fortalecer areas cognitivas fundamentales. Una adecuada estimulación cognitiva, puede fomentar la creación de nuevos circuitos neuronales, capaces de recuperar las funciones dañadas y promover la transmisión de capacidades compensatorias, mininizando la poca memoria. 

El deterioro cognitivo asociado a la edad suele presentarse como un leve trastorno de la memoria sobre todo para hechos recientes. No obstante, las manifestaciones clínicas de este deterioro varían en un rango amplio, yendo desde los olvidos cotidianos hasta trastornos serios de la capacidad de recordar que rozan la demencia.

El deterioro cognitivo sin alcanzar la demencia que sufren las personas de avanzada edad se engloban en los siguientes dos conceptos: «deterioro cognitivo muy leve o sin demencia, y el deterioro cognitivo leve o con demencia dudosa».

En el caso del deterioro cognitivo leve, la persona suele ofrecer repetidas quejas de fallos de memoria o algunos olvidos frecuentes, pero sin otras afectaciones de otras áreas cognitivas. Este déficit se manifiesta sobre todo cuando, por ejemplo, la persona quiere recordar hechos recientes, una lista de objetos o el nombre de alguien. Estos casos de deterioro no suelen interferir con la vida diaria de las personas que los sufren.

Por otro lado, en el segundo caso está presente la existencia de un trastorno de la memoria más pronunciado con además alguna otra área cognitiva afectada de forma discreta. Estas áreas pueden ser la atención, la concentración, el aprendizaje, el lenguaje etc. Este déficit sin embargo no interferirá en el funcionamiento normal del individuo a nivel social u ocupacional. Sin embargo, cuando el deterioro repercute de forma significativa en las actividades funcionales de la vida cotidiana, es muy probables que nos encontremos delante de un síndrome demencial.

Poca memoria: Problemas no asociados a la edad

Algunas de las personas que se aquejan de poca memoria, pueden en realidad estar experimentando algún problema de amnesia. La amnesia es la pérdida total o parcial de la memoria y puede ser anterógrada (el paciente no puede recordar información posterior al episodio) o retrógrada (el paciente no puede recordar información anterior al episodio).

  • Síndrome de Korsakof: Es un síndrome que aparece por déficit de tiamina y provoca apatía, pasividad, falsos reconocimientos y confabulaciones. A menudo se asocia a la Encefalopatía de Wernicke. Un 30% aproximadamente recupera completamente la memoria, sin embargo un 25% no mejora de la sintomatología a pesar del tratamiento.
  • Blackouts alcohólicos: Aparece en personas que abusan severamente del alcohol. El paciente se despierta por la mañana sin poder recordar un periodo de la noche anterior, aun sin mostrar síntomas de intoxicación. Consecuencias del alcohol en el cerebro.
  • Amnesia postraumática: Suele acompañarse con la pérdida de memoria de los momentos previos al accidente (amnesia retrógrada) y con amnesia del accidente y posterior (amnesia anterógrada). La severidad del síndrome amnésico se relaciona con el daño cerebral sufrido.
  • Amnesia global transitoria: Es un trastorno amnésico de inicio brusco. Suele durar entre 6 y 24 horas y, una vez finalizado el episodio, el paciente no recordará lo sucedido durante el mismo.
  • Terapia electroconvulsiva (TEC): «Aparece amnesia retrógrada de unos pocos minutos antes del tratamiento y amnesia anterógrada después del tratamiento que se resuelve en las 5 horas siguientes. Déficits leves de memoria pueden permanecer durante 1-2 meses después del curso de TEC y desaparecen completamente a los 6-9 meses después del tratamiento».
  • Demencia: «Existe deterioro de la memoria reciente y remota. A diferencia del síndrome amnésico, el trastorno de memoria en la demencia se acompaña de un déficit importante de otras funciones cognitivas: trastornos del lenguaje (afasias). Alteración de habilidades motoras y constructivas (apraxias) y de la capacidad de reconocer objetos (agnosias)».
  • Delirium: «Se encuentra afectada principalmente la memoria inmediata y reciente. El trastorno de memoria es secundario a la alteración del nivel de conciencia y disminución de la capacidad de mantener la atención».

¿Es correcto decir que tenemos «poca memoria»?

Se suele decir “tengo poca memoria” como si la memoria fuese un concepto general, sin embargo, es importante saber que no es un proceso único. Existen muchos tipos de memoria. La memoria es un proceso muy complejo que se ejecuta mediante distintos subprocesos, en distintas fases.

Podemos distinguir según su función y características, tres tipos de memoria principales: La memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo, y la memoria de trabajo o “Working Memory”.

  • La memoria a corto plazo (MCP) es nuestra memoria activa, la que nos ayuda a recordar por ejemplo un número de teléfono que acaban de darnos. La MCP tiene una capacidad limitada.
  • La memoria a largo plazo (MLP) es nuestra base de datos permanente, la que contiene nuestras experiencias y conocimientos almacenados. Gracias a ella puedo recordar por ejemplo un episodio de mi infancia como puede ser un cumpleaños o unas vacaciones en familia etc.
  • La memoria de trabajo o Working Memory es muy importante, tanto que muchos científicos postulan que puede ser el ingrediente fundamental de la inteligencia humana. La memoria de trabajo es la que nos permite enlazar nuestros conocimientos y experiencias vividas (de la MLP) con la situación que estamos viviendo en el presente para que podamos actuar en consecuencia. Es la memoria que utilizamos por ejemplo cuando estamos charlando con alguien o cuando alguien nos pregunta algo. Nuestro cerebro procesa la información recibida y busca en nuestra base de datos otra información relacionada con el suceso presente y que nos permiten responder a la conversación.