¿Para qué sirve el miedo? ¿Por qué sentimos temor?

  Si te preguntas para qué sirve el miedo éste es el lugar adecuado. El miedo está definido como la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. En general, todos hemos sentido miedo alguna vez y conocemos su sensación. El miedo es una de las seis emociones primarias (según las define la psicología experimental: la ira, la sorpresa, la alegría, la tristeza, el asco y, por último, el miedo). El miedo es un sentimiento tremendamente humano y, aunque no lo parezca, extremadamente útil. Para qué sirve el miedo, sus funciones y efectos. 

¿Por qué sentimos temor? Funciones del miedo

Al detectar un peligro potencial, nuestro cuerpo entra en un estado determinado denominadoEstado de ansiedad”. Este estado, que también está presente en los animales, es detectado por estímulos innatos o aprendidos y nos ayuda, por ejemplo, a detectar la presencia de un depredador cercano mediante su olor.

Cuando nuestro organismo recibe algún estímulo asociados al miedo, adoptamos una conducta denominada como “Evaluación de riesgo”. La evaluación de riesgo puede observarse cuando, por ejemplo, un animal explora los alrededores de un lugar nuevo para detectar posibles peligros. Pero también se observa en nuestra vida cotidiana, cuando, por ejemplo, antes de cruzar la calle, miramos a ambos lados para asegurarnos de que no viene ningún coche.

La evaluación de riesgo, como su propio nombre indica, evalúa el posible peligro que tiene una conducta, un comportamiento. Mientras que el estado de ansiedad se caracteriza por ser una respuesta fisiológica y psicológica particular (pulso acelerado etc.) ante un peligro inminente o potencial.

No obstante, cuando el peligro está presente y cercano, el conjunto de respuestas que predominan en el individuo se denomina «Miedo».

Diferencias entre ansiedad y el miedo: Las respuestas fisiológicas dadas por el miedo son muy similares a las observadas en los estados de ansiedad (síntomas de la ansiedad), sin embargo, las respuestas comportamentales sí que cambian.

  • Ansiedad: La respuesta comportamental que se suele presentar ante el estado de ansiedad es la ya descrita evaluación de riesgo.
  • Miedo: la respuesta en cuanto al miedo, suele ser variable en la medida que la amenaza se encuentre más lejana o más próxima. Cuando la amenaza está próxima, las respuestas presentadas suelen ser más bruscas, desde una huida descontrolada a una lucha desesperada (ej. Una presa de un depredador o una persecución en plena noche).

El miedo en el cerebro humano ¿Por qué sentimos temor?

Una parte de los miedos que tenemos son inherentes en nuestra especie, como puede ser el miedo a la muerte o el miedo a la oscuridad. No obstante, muchos de los miedos que tenemos los hemos “aprendido”.

El condicionamiento clásico nos dice que si ante un estímulo neutro recibimos una respuesta agradable o desagradable, aprenderemos que dicho estímulo produce una determinada respuesta. Un claro ejemplo es el relámpago que precede al trueno.

Podemos incluso llegar a aprender sobre un estímulo solamente observando. Es lo que se denomina aprendizaje vicario, porque aprendemos viendo a los demás reaccionar. Descubre la importancia de las neuronas espejo.

Al presentarnos un estímulo que nos produce miedo, nuestro cuerpo entra en un estado de ansiedad. El eje principal del “sistema del miedo” depende del sistema límbico. Una parte del cerebro donde se producen las respuestas de miedo estimulando el hipotálamo y la amígdala. Toda la información que envían los sentidos pasan por la amígdala y ésta detecta si hay algún peligro.

Existen dos vías para que el estímulo que indica el peligro llegue a la amígdala: las vías principal y secundaria. La vía principal es una vía más lenta ya que actúa a nivel superior. El estímulo sensorial pasa a través del tálamo y la corteza hasta llegar a la amígdala, no sin antes dejar una huella de memoria en el aprendizaje. Esta vía estaría implicada cuando por ejemplo queremos tocar una olla en el fuego y nos quemamos.

La vía secundaria es más rápida porque tiene un recorrido más corto. El estímulo sensorial pasa directamente del tálamo a la amígdala, sin aprendizaje. Esta vía no permite responder a un estímulo parcialmente peligroso sin saber qué tipo de estímulo es. Un ejemplo donde esta vía actuaría, sería cuando alguien nos da un susto por detrás.

Utilidad adaptativa ¿Para qué sirve el miedo?

¿Para qué sirve el miedo? El ser humano ha desarrollado tres respuestas ante el miedo o ante un peligro inminente. Esas respuestas son quedarse quieto, atacar o huir.

  • Quedarse quieto tiene como finalidad pasar inadvertido, alguna vez os habrá pasado en una situación de “miedo” o de tensión que el cuerpo se os bloquea y os quedáis inmóviles por unos instantes. Esa es la utilidad adaptativa de la primera respuesta.
  • Huir o atacar: dependen de la evaluación del riesgo del peligro. No es lo mismo enfrentarse a un adversario que a cinco. No obstante, a pesar de que estas respuestas sean opuestas en cuanto a conducta, se producen mediante mecanismos muy parecidos dentro de nuestra cabeza. Tanto para huir de un peligro como para enfrentarse a él se producen ciertos procesos adaptativos dentro de nuestro cuerpo.

Es el SNA (Sistema Nervioso Autónomo) el encargado de desencadenar el proceso, aumentando las concentraciones de catecolaminas en sangre (adrenalina y noradrenalina). La adrenalina y la noradrenalina preparan nuestro cuerpo para luchar o huir. Con ese fin, favorecen la desviación de la sangre desde partes no esenciales como la piel o los intestinos, hacia los músculos. Por otro lado aceleran el pulso y la respiración. La digestión se interrumpe, se vacían los intestinos y la vejiga y los sentidos se agudizan (un ejemplo son las pupilas dilatadas).

En cuanto al plano hormonal (tipos de hormonas), la amígdala activa mediante el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (o eje corticotropo) un proceso que deriva en la producción de cortisol, que potencia la respuesta comportamental y los efectos antes vistos de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina).

Para qué sirve el miedo
El miedo prepara nuestro cuerpo para una posible confrontación

¿Qué beneficios tiene el miedo?

¿Para qué sirve el miedo? El miedo nos ayuda a sobrevivir. Si todavía te sigues preguntando para qué sirve el miedo recalcamos aquí su importancia. Es cierto que quizás la utilidad adaptativa del miedo haya disminuido con la evolución del ser humano, la instauración de sociedades, de estilos de vida y de una forma de vivir, en su mayor parte exenta de peligro.

No obstante, a pesar de que las situaciones de peligro no son tan habituales como lo podían ser antaño, éstas no han desaparecido. El miedo no es más que un botón que nos prepara para la acción, y eso es tremendamente útil ya que nos sirve para sobrevivir. Ya sea para huir de un problema, enfrentarnos a un peligro amenazante o quedarnos inmóviles para pasar desapercibidos el miedo es una herramienta vital, y sigue siendo muy adaptativo.

¿Que para qué sirve el miedo dices? Pues para seguir garantizando nuestra seguridad y nuestra supervivencia.