Ególatra: Una guía completa sobre esta característica problemática

Ególatra: ¿Alguna vez te has preguntado que tienen Adolf Hitler, Napoleón Bonaparte, Gengis Khan y Josif Stalin en común? Aparte de ser personajes históricos, los une un carácter marcadamente ególatra. ¿En algún momento te has encontrado haciendo un trabajo grupal y en tu grupo hay alguien que exagera sus propios logros y puede menospreciar los logros de los demás? Esta persona puede tener una actitud ególatra. En este artículo hablaremos sobre qué es ser ególatra, diferencia con egocentrismo, ególatra y narcisismo, caracterísitcas de una persona ególatra y mucho mas. 

ególatra

¿Qué es un ególatra?

¿Qué es un ególatra?

Ególatra es un término que hace referencia a un tipo de personalidad que destaca por mantener una actitud de veneración y adoración exagerada hacia sí mismo.

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Ególatra es una persona que tiene una adoración exagerada hacia si mismo, llegando a despreciar las características y valores de las demás personas. Las personas ególatras presentan problemas de socialización porque no respetan a las demás personas y necesitan continuamente ser reforzados en sus logros y cualidades.La palabra ególatra proviene del latín y deriva de “ego” que significa yo y de “latría” que significa adoración.

Uno de los problemas principales que tienen estas personas es el de empatizar con los demás. Las personas ególatras son su propia prioridad y se colocan en primer lugar en todo sin tener en consideración a las demás personas.

Este término ha sido relacionado con otros términos como “egoísta”, “egocéntrico” o “narcicismo”. Aunque exista esta relación entre los términos no son sinónimos.

Las personas ególatras pueden despertar rechazo social y como consecuencia tener una menor red social de apoyo. También algunos pasan desapercibidos, rodeándose de personas más pasivas que no sean conscientes de tu alta exigencia, llegando entre ambos a una sintonía.

Diferencia entre ególatra y egocéntrico.

Mirar a los espejos distrae la atención de los problemas. -Dean Acheson.

Especificando un poco más, nos ponemos a diferenciar entre los términos que pueden dar lugar a confusión. Es muy importante la diferencia entre los términos ególatra y egocéntrico porque el matiz puede ser leve.

Una persona ególatra es aquella que tiene una excesiva veneración por sí misma. Esta persona tiene culto por si propia personalidad, físico, actividad… todo lo que le rodea y está relacionado con él o ella. Es decir, piensa y siente que no hay nada por encima de él o ella, que no existe otra persona que lo supere en algo.

Por otro lado, una persona egocéntrica es la persona que exalta hasta los extremos su personalidad con el objetivo de ser el centro de atención o de la actividad que se esté realizando. Es decir, su comportamiento es excesivo con los demás para lograr conseguir su objetivo: ser el centro del universo, o al menos, de su entorno. Otro objetivo que intentan conseguir es que las demás personas piensen en ellos y ellos destacar en todo, sea el tema que sea.

Ególatra y el trastorno de la personalidad narcisista

Si nos remontamos a la historia de Narciso nos encontramos ante el primer ególatra empedernido, o al menos, el primero en poner su nombre a un conjunto de síntomas entre los cuales se encuentra cierto rasgo de egolatría.

¿De donde viene el primer ególatra?

Narciso era un joven muy guapo, de los más guapos del imperio griego. Se trataba de un chico muy apuesto, pero también muy alegre. Sus ojos brillaban como estrellas. Por ello, este joven volvía locas a las jóvenes griegas de la época.Sin embargo, no todo brillaba en Narciso, uno de sus grandes defectos es que no sabía querer a nadie. Él tan sólo poseía amor para sí mismo. Su ego y su vanidad le impedían ver más allá de su propia belleza.

Eco, una ninfa, cayó bajo el hechizo de la belleza de Narciso e intento agasajarlo. Pero Eco tenía una maldición de Hera, que celosa de su belleza, le arrebató la voz y provocando que sólo pudiera articular la última palabra con la persona que estaba conversando. Pero eso no freno a Eco que un día intentó mostrarle que lo amaba. Como no podía hablar, le demostró a través de la naturaleza y los animales. El objetivo es que Narciso supiera cuando lo amaba.

Narciso se ofendió con esta declaración de amor, ¿cómo se iba a enamorar de una chica muda? Él podía tener a las chicas más guapas de toda Esparta, Corinto o Atenas. Narciso contestó a Eco con burlas y desprecio.

Tras esta reacción, Eco se marchó para sufrir del desamor, pero antes de morir pidió a Némesis que maldijera a Narciso. La maldición consistía en que él solo pudiera enamorarse de su propio reflejo. Un día, Narciso paseaba por el rio Estigia y al acercarse para refrescarse al agua, vio su propio reflejo. Narciso se acercó al borde para admirar tal belleza…tanto que cayó al agua y finalmente murió ahogado.

Por ello, debido a este rasgo principal de “propia adoración ciega”, se ha puesto su nombre a un trastorno de la personalidad.

Una persona ególatra puede tener actitudes ególatras o ser un ególatra empedernido. Cuando esto llega a niveles patológicos se convierte en un trastorno narcisista de la personalidad. Estas personas tienen la idea de que las demás personas tienen que anticiparse a sus necesidades, ven a otros como alguien de quien sacar algo de utilidad o alguien que debe satisfacer sus propias necesidades. Si alguien de su entorno no le sigue esta idea, adoptan comportamientos agresivos para defender su propia idea de idealización de sí mismos.

Según el DSM V las personas con Trastorno Narcisista de la Personalidad deben cumplir los siguientes criterios:

Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

  • Tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p. ej., exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados).
  • Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.
  • Cree que es «especial» y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status.
  • Exige una admiración excesiva.
  • Es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas.
  • Es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.
  • Carece de empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
  • Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él.
  • Presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.

Características de la persona ególatraególatra o egocéntrico

Una persona ególatra reúne algunas de las siguientes características:

  • Su modo de hacer las cosas es el único, y todas las demás maneras son erróneas. Como consecuencia, presentan muchos conflictos con las demás personas al intentar imponer su propio criterio.
  • Se sienten sólo cómodas si son el centro de atención, por ejemplo, en una reunión social, conversación… Este mecanismo es un método para validarse a sí mismos, y su posición se ve reforzada.
  • Evitan rodearse de gente que les confronten y crean vínculos más fuertes con personas que le refuerzan su imagen de persona con éxito y que no duden de ello.
  • Necesitan ser continuamente reconocidos y que se le reconozca todo lo que hacen. Su ego se ve alimentado con los halagos de los demás.
  • Se comparan continuamente con los demás y necesitan salir ganando siempre. Es muy reforzante para ellos sentirse por encima de los demás.
  • Están siempre “a la defensiva”. Esto deriva de la característica anterior, del hecho de que la continua comparación hace que sientan ansiedad y frustración cuando no consiguen lo que quieren. Sus reacciones suelen estar desorbitadas con la situación.
  • Tienden a humillar a las personas que tienen cerca, si la situación lo requiere, para quedar ellos por encima o para cumplir su propio objetivo.
  • No cuidan las relaciones sociales. Para las demás personas es difícil estar compartiendo tiempo con alguien que continuamente se está comparando. Las personas ególatras olvidan que la amistad es una relación bidireccional y que debe existir interés por las dos partes. Como consecuencia acaban teniendo relaciones sociales artificiales y con ausencia de emotividad.
  • Son un espejo. Su mayor tendencia es a identificar sus propias carencias en los demás y proyectarlas.
  • Presentan un gran número de distorsiones cognitivas, distorsionando la realidad para interpretarla según su propia visión teniendo graves problemas para realizar un análisis racional de cada una de las situaciones.
  • No soportan las críticas debido a la imagen idealizada que tienen de sí mismos. No tienen tolerancia para escuchar sus debilidades y mucho menos para aceptarlas.
  • Exhiben constantemente sus logros, sus bienes materiales, su imagen personal y su status social.
  • Están orgullosos de despertar envidia porque al desencadenar este tipo de sentimientos ven reforzada su idea de superioridad frente al resto del mundo.
  • Se sienten las personas más especiales y existen pocas personas especiales como ellos.

Causas y motivaciones de un ególatra

Para hablar de una persona ególatra tendríamos que hacer referencia a varias posibles explicaciones de su origen y cómo llegó a ello. El origen variaría mucho según la persona en concreto de la que estemos hablando o del contexto de la persona de la que estemos hablando.

Algunas de las causas reconocidas han sido:

  • Estilo de crianza. Se entiende que este tipo de conducta es consecuencia del estilo de crianza que la persona ha recibido en su infancia. Hablamos de que la persona ególatra ha sido criada bajo un estilo educativo de sobreprotección e imposiciones. La persona ególatra ha crecido con pocos límites y han vivido desde pequeños la sensación de sentir la emoción de orgullo.
  • La egolatría es reflejo de la sociedad en la que vivimos, debido a que la sociedad valora todo aquello material y compara constantemente a las personas a través de sus logros, incluso desde que son pequeños. Muchas de las culturas actuales son individualistas y esto puede haber fomentado este tipo de personalidad ególatra.

Ególatra y relaciones sociales.

Una persona ególatra tiene pocas relaciones sociales intimas ya que la gran mayoría son relaciones superficiales, basadas en la continua adulación de los éxitos de la persona egocéntrica.

Buscan relacionarse con gente pasiva, que se deje llevar por ellos y a los que poder manipular fácilmente para conseguir su objetivo: ser el centro de atención y salir ganando en todas las comparaciones.

Las personas ególatras olvidan que las relaciones sociales, tanto de amistad, pareja o incluso familiares, son bidireccionales y que por ambas partes tienen que existir interés. Este interés no puede estar centrado solo en una de las personas de la relación porque si no puede acabar agotando a la otra persona con el tiempo, o porque incluso, debido a los comportamientos agresivos de la persona ególatra, acaban alejándose para no sufrir la ira cuando no consiguen lo que quieren.

Normalmente, la gente cuando descubre que se está relacionado con una persona con estas características decide alejarse, porque supone una gran inversión de energía. Es muy desgastante el estar satisfaciendo a una persona con un ego tan elevado que tiene que ser reafirmado continuamente.

¿Cómo lidiar con ególatras?

En la historia se ha hablado de muchas personas ególatras, entre ellos, Napoleón.

Un ejemplo más cotidiano, sería, cuando nos encontramos ante una persona ególatra cuando ante cualquier actividad (un juego en grupo) y esta persona exagera sus propios logros. No sólo exagera su propio éxito, sino que también deprecia el papel que han ejercido las demás personas en esa situación. Su objetivo una vez más es despreciar el papel de los demás en esa situación para que su papel sea el más importante.

A la hora de enfrentarte con un ególatra lo ideal es no reaffirmar sus pensamientos de grandiosidad, evita tener conversaciones conflictivas con esta persona, ante su avalancha de halagos intenta actuar aburrido o desinteresado y siempre mantén la confianza en ti mismo.

Tratamiento psicológico para un ególatra

No solo estamos hablando de un tratamiento para una persona ególatra sino también para consecuencia de esta personalidad mantenida a largo plazo. El tratamiento más adecuado sería un procedimiento terapéutico cognitivo-conductual centrado en:

  • Cambio de distorsiones cognitivas que tienen sobre sí mismo. Esto se realizaría a través de reestructuración cognitiva centrada en las ideas que tienen sobre sí mismos y del mundo que les rodea.
  • Trabajar la hipersensibilidad ante la evaluación. Esto se trabajaría a través del procedimiento de desensibilización sistemática.
  • Entrenamiento en habilidades sociales, entre ellas la empatía y la asertividad. En empatía se trabajaría el aumentar niveles de esta capacidad para poder conectar con los demás. La asertividad en terapia estaría enfocada en la conducta agresiva, orientándola hacia la asertividad.

Definitivamente, el objetivo sería desarrollar estrategias que se centren en la identificación y análisis del patrón desadaptativo en términos de esquemas, creencias disfuncionales de grandiosidad, estilos y déficits de habilidades.

En un segundo plano, el proceso terapéutico continúa con el cuestionamiento de ese patrón y la búsqueda de su sustitución por otro más adaptativo

En la terapia con una persona ególatra tenemos que tener en cuenta que puede aparecer cierta resistencia por esta persona ante el cambio. Sería recomendable que los objetivos estuvieran claros y con conciencia de la persona del problema, se consigue.

¿Conoces a alguien ególatra? Deja tu comentario.