Estudio: la sorpresa y la curiosidad moldean la memoria de forma distinta con la edad
¿Por qué algunos hechos permanecen en nuestra memoria mientras otros desaparecen casi al instante? Un nuevo estudio ha examinado más de cerca la curiosidad, la sorpresa y la educación formal para entender cómo influyen en la memoria. La investigación comparó a adultos jóvenes y mayores, revelando que la edad puede modificar la manera en que la curiosidad favorece el aprendizaje. Según los autores, los resultados arrojan luz sobre cómo interactúan la motivación y los procesos cognitivos a lo largo de la vida.

Nota: Este artículo tiene fines informativos y educativos. Resume una investigación científica en un lenguaje accesible para un público amplio y no es un comunicado de prensa científico oficial.
Curiosidad, sorpresa y memoria: una mirada más cercana
El estudio, realizado por Alexandra Sobczak, Tineke Steiger, Marthe Mieling y Nico Bunzeck de la Universidad de Lübeck (Alemania), se publicó en Scientific Reports en 2025. Los autores se propusieron explorar cómo los diferentes tipos de curiosidad – estado y rasgo – interactúan con la sorpresa y la educación para configurar la memoria en adultos jóvenes y mayores. Según los autores, estudios previos habían demostrado que la curiosidad puede mejorar el aprendizaje, pero el papel de la edad y la sorpresa en este proceso no se había abordado de manera sistemática.
Los investigadores subrayaron que la curiosidad epistémica, o el deseo de adquirir nuevos conocimientos, desempeña un papel central en la motivación y la memoria. Dentro de este concepto, la curiosidad de rasgo se refiere a una disposición estable a buscar conocimiento, mientras que la curiosidad de estado es un impulso temporal y situacional. Su estudio planteó la pregunta: ¿cómo afectan estas dos formas de curiosidad, combinadas con la sorpresa, a la memoria a largo plazo? ¿Y cómo difieren estas dinámicas entre adultos jóvenes y mayores?
Lo que investigaron los científicos
El equipo diseñó tres experimentos conductuales para examinar diferentes aspectos de la curiosidad y la memoria. Según los autores, los dos primeros experimentos compararon a adultos jóvenes y mayores para ver cómo la curiosidad y la sorpresa influían en la memoria a largo plazo. El tercer experimento amplió la investigación analizando cómo la educación formal interactúa con la curiosidad de rasgo y de estado.
La hipótesis central, tal y como la describen los autores, era que la curiosidad de estado favorecería la memoria con más fuerza que la curiosidad de rasgo, y que la sorpresa podría amplificar aún más este efecto en los adultos jóvenes. También esperaban diferencias entre los grupos de edad y posibles vínculos entre la curiosidad y los años de educación.
Cómo se llevó a cabo el estudio
Los autores realizaron tres experimentos independientes con un total de 331 participantes. En el primer experimento, 54 personas – tanto jóvenes como mayores – completaron una tarea de trivial diseñada para despertar la curiosidad. En el segundo experimento, 81 participantes realizaron una tarea similar, pero con condiciones adicionales que introducían respuestas sorprendentes para poner a prueba la interacción entre curiosidad, sorpresa y memoria. El tercer y mayor experimento incluyó a 196 participantes y se centró en la relación entre la curiosidad, la educación formal y la memoria a través de modelos de mediación.
Según el estudio, se pidió a los participantes que valoraran su curiosidad acerca de las preguntas de trivial, después se les mostraban las respuestas y se evaluaba su recuerdo. También se incluyeron tareas de reconocimiento de estímulos faciales incidentales. El diseño permitió a los investigadores medir cuánto influía la curiosidad previa al aprendizaje en la memoria posterior, y si la información inesperada o sorprendente potenciaba este efecto. Los niveles de educación formal se incluyeron en el tercer experimento como un factor que podría moldear la curiosidad de rasgo y su relación con la curiosidad de estado.
Qué hace novedoso a este estudio
Los autores destacan que su trabajo conecta la curiosidad y la sorpresa con la memoria de una manera que tiene en cuenta las diferencias de edad. Aunque estudios previos relacionaban la curiosidad con una mejor ejecución de la memoria, pocos habían abordado si este efecto cambia a lo largo de la vida o cómo la sorpresa podría modificar el resultado. Al incluir tanto a adultos jóvenes como mayores y analizar la interacción de la educación, la curiosidad de rasgo y la de estado, el estudio amplía la comprensión de las influencias motivacionales en el aprendizaje.
En comparación con investigaciones anteriores, este estudio también pone el acento en la distinción entre la curiosidad de rasgo, que parecía menos relevante para el rendimiento de la memoria, y la curiosidad de estado, que mostró efectos más sólidos. Los autores subrayan que su análisis de mediación aportó nuevas pruebas de que la educación puede moldear de manera indirecta la dinámica de la curiosidad.
Principales hallazgos del estudio
Según los autores, los resultados de los tres experimentos revelaron varios patrones consistentes:
- La curiosidad de estado, no la de rasgo, predijo el rendimiento de la memoria. En adultos tanto jóvenes como mayores, la ventaja en la memoria se debía a la curiosidad situacional más que a rasgos de personalidad estables. Los autores subrayan que esto sugiere que los beneficios para la memoria dependen menos de la disposición general y más de si los participantes sentían curiosidad en el momento del aprendizaje. La curiosidad de rasgo, aunque vinculada con la educación, no mejoró directamente el recuerdo.
- La sorpresa potenció el efecto de la curiosidad en los adultos jóvenes. Cuando los participantes se encontraban con respuestas inesperadas, su memoria mejoraba más si previamente habían sentido curiosidad. Los autores describen esto como una interacción clara entre curiosidad y sorpresa. En los adultos mayores, el efecto se redujo, lo que los autores interpretan como coherente con modelos de cambios relacionados con la edad en la activación.
- Las diferencias de edad coincidieron con teorías sobre activación y cognición. El impacto disminuido de la sorpresa en los participantes mayores se presentó como consistente con las teorías de codificación predictiva, que sugieren que la capacidad del cerebro para usar la sorpresa para reforzar la memoria depende de mecanismos que se debilitan con la edad. Según los autores, esto aporta pruebas de que los procesos motivacionales y cognitivos interactúan de manera diferente a lo largo de la vida.
- La educación influyó en la curiosidad. Los autores señalan que la curiosidad de rasgo podía predecir la curiosidad de estado directamente, pero también de forma indirecta a través de la educación formal. En otras palabras, las personas con mayores niveles educativos tendían a mostrar vínculos más fuertes entre su disposición general a la curiosidad y su motivación situacional para aprender. El modelo de mediación, según los autores, respalda la idea de que el bagaje educativo configura cómo funciona la curiosidad en contextos de aprendizaje específicos.
- Una vía de mediación conectó la educación, la curiosidad de rasgo y la de estado. Al incluir una muestra amplia en el tercer experimento, los investigadores pudieron analizar estadísticamente cómo interactúan estos factores. Los resultados indicaron que la educación no solo se correlacionaba con la curiosidad de rasgo, sino que también reforzaba el poder predictivo de esta sobre la curiosidad de estado. Los autores describen esto como una demostración de que la educación actúa como un puente, reforzando cómo el interés general por el conocimiento se traduce en un compromiso momentáneo durante las tareas de aprendizaje.
En conjunto, estos hallazgos, según los autores, refinan la comprensión de cómo la curiosidad y la sorpresa contribuyen conjuntamente a la memoria. Los resultados confirman que la curiosidad no es un constructo uniforme, sino que tiene formas distintas, siendo la curiosidad de estado la más relevante para el recuerdo real. También destacan que las influencias motivacionales, como la sorpresa, no son estáticas en los diferentes grupos de edad, sino que están moldeadas por los cambios del desarrollo y la historia educativa.
Conclusiones de los autores
Los autores concluyen que la curiosidad de estado es un factor clave para la memoria a largo plazo de nueva información, mientras que la curiosidad de rasgo tiene una influencia menos directa. Interpretan el papel reducido de la sorpresa en los adultos mayores como un apoyo a las teorías de codificación predictiva y a los modelos de cambios relacionados con la edad en la activación y la cognición.
Según el estudio, la curiosidad intelectual de rasgo predijo la curiosidad de estado tanto de forma directa como indirecta a través de la educación formal en su modelo de mediación. Los autores señalan que esta vía estadística caracteriza a su muestra y diseño.
De acuerdo con los autores, surgió una distinción central entre jóvenes y mayores: mientras que la sorpresa interactuaba con la curiosidad para configurar el rendimiento de la memoria en el grupo más joven, esta interacción estuvo en gran medida ausente en los adultos mayores. En estos últimos, los beneficios para la memoria se vincularon principalmente con la curiosidad de estado en sí misma, lo que sugiere que la influencia de la sorpresa disminuye con la edad.
También señalan limitaciones específicas. Al ser los experimentos transversales, los resultados no capturan cambios longitudinales. El segundo experimento incluyó un formato en línea, lo que limitó el control del entorno. Además, los autores subrayan la necesidad de contar con muestras más amplias y distribuciones de edad más equilibradas, particularmente en el tercer experimento. Sugieren que futuros estudios podrían ampliar la investigación a poblaciones más diversas y explorar los procesos neuronales subyacentes.
El artículo señala que las investigaciones futuras deberían seguir examinando la interacción entre curiosidad, sorpresa y envejecimiento, en particular cómo los antecedentes educativos configuran los resultados motivacionales y cognitivos.
La información de este artículo es solo informativa y no es un consejo médico. Si tienes cualquier duda sobre tu salud, consulta siempre con un profesional.
Referencias
Sobczak, A., Steiger, T., Mieling, M., & Bunzeck, N. (2025). Curiosity and surprise differentially affect memory depending on age. Scientific Reports, 15, 32423. Published September 12, 2025. https://doi.org/10.1038/s41598-025-14479-x













