
Una nueva investigación revela cómo la música ayuda a detectar los efectos del envejecimiento en el cerebro
Un nuevo estudio revela cómo las composiciones clásicas pueden aclarar la capacidad del cerebro para adaptarse a los cambios cognitivos relacionados con la edad. Mediante el uso de escáneres cerebrales avanzados, los investigadores descubrieron que los cerebros de los adultos mayores trabajan más en las áreas sensoriales para compensar el declive de las funciones relacionadas con la memoria. Estos hallazgos no sólo ofrecen una nueva perspectiva del envejecimiento cerebral, sino que también apuntan a direcciones prometedoras para futuras investigaciones sobre la demencia.

¿Cómo puede ayudarnos la música a entender el envejecimiento del cerebro?
En un innovador estudio de la Universidad de Aarhus, comentado en Science Daily, los investigadores descubren cómo la música clásica, en particular las obras de Johann Sebastian Bach, aporta nuevos conocimientos sobre cómo compensan los cerebros envejecidos el deterioro de la memoria. Mediante técnicas avanzadas de imagen cerebral como la MEG (magnetoencefalografía) y la IRM (resonancia magnética), los científicos descubrieron que las áreas sensoriales del cerebro de los adultos mayores deben esforzarse más para superar el deterioro cognitivo. Estos hallazgos no sólo profundizan nuestra comprensión del envejecimiento cerebral, sino que también allanan el camino para futuras investigaciones sobre la demencia.
Realización del estudio
Dirigida por el profesor asociado Leonardo Bonetti, del Centro de Música en el Cerebro de la Universidad de Aarhus, esta innovadora investigación fusiona la neurofisiología con la música clásica. En el estudio participaron 76 personas, jóvenes y mayores, que escucharon música inspirada en Johann Sebastian Bach. El estudio incluyó una versión simplificada del Preludio en Do menor de Das Wohltemperirte Clavier.
Los participantes escucharon la música dos veces mientras se les realizaban escáneres cerebrales para seguir la actividad en tiempo real. Los investigadores también alteraron partes de la música para ver cómo respondía el cerebro a las versiones conocidas frente a las desconocidas. Gracias a la MEG, que mide los campos magnéticos de la actividad cerebral, y a la IRM, que proporciona imágenes detalladas del cerebro, los científicos pudieron observar cómo reaccionan las distintas partes del cerebro a la música a medida que envejecemos.
Los cerebros se adaptan, no se deterioran
Según Bonetti, el estudio desafía las opiniones tradicionales sobre el envejecimiento. «Las áreas sensoriales de los cerebros más viejos trabajan más para compensar la menor respuesta de las regiones relacionadas con la memoria», explica Bonetti. Esta adaptación no muestra disfunción, sino la capacidad del cerebro para ajustarse a los cambios naturales que vienen con la edad».
La colaboración con investigadores de la Universidad de Oxford desempeñó un papel crucial en este descubrimiento. Su experiencia ayudó a revelar cómo la música interactúa con los mecanismos compensatorios del cerebro, desplazando el foco de atención de la pérdida de memoria a la adaptación sensorial.
La música ofrece nuevos enfoques para entender el envejecimiento
Esta investigación se suma a un creciente número de estudios que utilizan la música para explorar la función cerebral. Mientras que los estudios anteriores examinaban principalmente cómo la música desencadena respuestas emocionales o de memoria, especialmente en pacientes con Alzheimer, este estudio adopta un enfoque diferente. Se centra en cómo se adapta el cerebro a través de la compensación sensorial en personas que envejecen.
Las investigaciones anteriores se han centrado a menudo en cómo la música familiar despierta recuerdos. Sin embargo, este estudio demuestra cómo puede utilizarse la música para comprender el propio envejecimiento cognitivo. La investigación de Bonetti se basa en hallazgos anteriores y muestra cómo las regiones sensoriales del cerebro desempeñan un papel crucial en la compensación del deterioro de las funciones cognitivas.
Principales conclusiones del estudio
El estudio destaca varios descubrimientos importantes sobre cómo cambia el cerebro con la edad:
- Las áreas sensoriales trabajan horas extras: Los adultos mayores mostraron una mayor actividad en las áreas cerebrales relacionadas con los sentidos al escuchar música conocida. Esto compensa la menor actividad en las regiones relacionadas con la memoria.
- La memoria disminuye con la edad: El estudio descubrió que las regiones cerebrales de la memoria son menos activas en los adultos mayores que en los jóvenes cuando recuerdan música conocida. Esto refleja un declive natural de la memoria con la edad.
- Dificultad con la información nueva: A los participantes de más edad les costó más procesar versiones desconocidas de música conocida. Sus cerebros respondieron con menos intensidad a estos cambios, lo que sugiere que los cerebros envejecidos pueden tener más dificultades para adaptarse a la nueva información.
- Adaptación, no disfunción: Contrariamente a lo que se suele creer sobre el envejecimiento, los investigadores descubrieron que los cerebros mayores se adaptan a los cambios cognitivos. Las áreas sensoriales del cerebro toman el relevo para mantener la funcionalidad.
- Implicaciones en la investigación de la demencia: Estos hallazgos podrían ser valiosos para futuras investigaciones sobre la demencia. Comprender cómo compensa el cerebro la pérdida de memoria podría ayudar a diagnosticar antes la demencia mediante escáneres cerebrales.
De cara al futuro: Nuevas orientaciones para la investigación sobre el cerebro y la demencia
Este estudio abre interesantes posibilidades para futuras investigaciones, sobre todo en el ámbito de la demencia. Bonetti y su equipo planean ampliar su investigación para incluir a participantes con demencia leve. Esperan identificar biomarcadores que puedan predecir el deterioro cognitivo antes de que sea evidente. Estudiando cómo compensa el cerebro los cambios relacionados con la edad, los científicos podrían desarrollar intervenciones tempranas para quienes corren riesgo de demencia.
La perspectiva de Bonetti sobre el envejecimiento ofrece esperanza: «Envejecer no es sólo tener un cerebro en declive, sino tener un cerebro que se adapta a los retos». Este punto de vista podría remodelar la forma en que la sociedad ve el envejecimiento cognitivo en el futuro.
Más allá de la demencia, las conclusiones del estudio también podrían tener importantes implicaciones en campos como la neurociencia y la psicología. Entender cómo las áreas sensoriales del cerebro se adaptan al deterioro cognitivo podría conducir a mejores estrategias de rehabilitación para personas que se recuperan de lesiones cerebrales o sufren trastornos del procesamiento sensorial.
¿Por qué la música de Bach es la clave para abrir el cerebro?
Los investigadores eligieron deliberadamente las composiciones de Johann Sebastian Bach. La música de Bach es famosa por sus complejas armonías y patrones repetitivos, lo que la hace ideal para los estudios de memoria. Según Bonetti, «la música suele ser mejor que los números o el texto en la investigación de la memoria porque es intuitivamente memorable. Nos permite observar cómo el cerebro procesa y retiene la información a lo largo del tiempo».
El Preludio en Do menor era especialmente adecuado para este estudio. Su estructura repetitiva y compleja facilitó a los investigadores el seguimiento del procesamiento cerebral de los participantes, tanto de las versiones conocidas como de las modificadas de la pieza.
Una nueva era para comprender el envejecimiento del cerebro
El impacto más amplio de este estudio va más allá de la cognición musical. Al demostrar cómo se adapta el cerebro a los cambios relacionados con la edad, la investigación cuestiona la creencia de que el envejecimiento conduce inevitablemente al deterioro cognitivo. Por el contrario, los resultados sugieren que el cerebro es mucho más resistente de lo que se pensaba. Compensa la funcionalidad reducida de algunas regiones aumentando la actividad de otras.
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Estos conocimientos podrían revolucionar la forma en que los científicos estudian el envejecimiento cognitivo, especialmente en relación con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. El estudio subraya la importancia de un enfoque holístico de la investigación cerebral, que vaya más allá del deterioro cognitivo y se centre en cómo se adapta el cerebro al cambio.
A medida que la población mundial siga envejeciendo, será cada vez más importante comprender cómo se adapta el cerebro a estos cambios. Esta investigación supone un importante paso adelante en la exploración de cómo la música, parte universal de la vida humana, puede revelar las complejidades del cerebro que envejece. También ofrece esperanzas para futuros descubrimientos científicos en materia de salud cognitiva. El entrenamiento cognitivo habitual, especialmente en los adultos mayores, es esencial para mantener la función cerebral y la resistencia frente al deterioro relacionado con la edad, por lo que estudios como éste son aún más cruciales.