
El MIT revela que los idiomas artificiales como el Alto Valyrio activan la misma red lingüística que el habla real
Un nuevo estudio del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) revela que los idiomas artificiales — como el esperanto, el klingon y el alto valyrio — son procesados por el cerebro humano utilizando las mismas redes neuronales que las lenguas naturales como el inglés, el español o el mandarín. A través de escáneres cerebrales realizados a 44 hablantes de lenguas construidas (conlangs), los investigadores comprobaron que estos idiomas inventados activan las regiones del cerebro asociadas al lenguaje, a diferencia de los lenguajes de programación, que ponen en marcha circuitos cerebrales distintos. Este descubrimiento ofrece una valiosa perspectiva sobre qué convierte a un sistema en un lenguaje y abre nuevas vías de investigación en neurociencia, lingüística y ciencias cognitivas.

El Estudio en Detalle: Un Nuevo Descubrimiento sobre Cómo el Cerebro Procesa los Idiomas Inventados
Según Neuroscience News, el estudio fue dirigido por Evelina Fedorenko, profesora asociada de neurociencia en el MIT y miembro del McGovern Institute for Brain Research. La autora principal fue Saima Malik-Moraleda, investigadora postdoctoral en el MIT. Los resultados se publicaron en marzo de 2025 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La investigación forma parte de una exploración más amplia del MIT sobre las redes cerebrales que procesan el lenguaje. Trabajos previos del equipo de Fedorenko habían demostrado que los lenguajes de programación — otro tipo de sistema inventado — activan áreas cerebrales relacionadas con la lógica y las matemáticas, y no con el lenguaje. Este nuevo estudio se centró en las lenguas construidas (conlangs) para determinar si el cerebro las procesa como lenguas naturales o más bien como un código matemático.
Cómo se llevó a cabo la investigación
Para recopilar los datos, los investigadores organizaron un evento especial de fin de semana en el MIT en noviembre de 2022, al que invitaron a cerca de 50 hablantes fluidos de lenguas construidas. Estas incluían:
- Esperanto — Creado en 1887 para promover la comunicación global
- Klingon — De Star Trek
- Na’vi — De Avatar
- Alto Valyrio y Dothraki — De Game of Thrones
El evento reunió a entusiastas de los idiomas, hablantes expertos e incluso a algunos de los creadores originales de estas lenguas, quienes colaboraron en el diseño del material utilizado en el estudio. Para cada lengua construida, se elaboraron frases auténticas y gramaticalmente correctas que reflejaban el uso y la complejidad natural del idioma, asegurando que los participantes procesaran contenido lingüístico real y no ejemplos artificiales.
Durante las sesiones, los investigadores utilizaron imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI) para escanear el cerebro de 44 participantes mientras escuchaban las frases en la lengua construida que dominaban. La fMRI registraba la actividad neuronal en tiempo real, lo que permitió al equipo observar qué áreas del cerebro se activaban durante la comprensión del lenguaje.
Como parte del control, los participantes también realizaron otras tareas, que incluían escuchar o leer frases en su lengua materna y completar ejercicios no lingüísticos diseñados para activar otros sistemas cognitivos no relacionados con el lenguaje, como la lógica o la resolución de problemas.
Este enfoque por etapas permitió a los investigadores comparar directamente cómo procesa el cerebro las lenguas construidas, las lenguas naturales y las tareas no lingüísticas. El diseño del estudio garantizó que cualquier activación de la red del lenguaje estuviera específicamente relacionada con la comprensión del significado y la estructura de las lenguas construidas, y no con el simple procesamiento de sonidos o la dificultad de la tarea.
Al combinar la precisión lingüística, la cuidadosa selección de participantes y la neuroimagen avanzada, el estudio ofreció una visión detallada de cómo el cerebro humano procesa las lenguas construidas y hasta qué punto activan los mismos sistemas neuronales que el habla natural..
Comparación con estudios anteriores
Aunque estudios previos analizaron cómo procesa el cerebro las lenguas naturales, los lenguajes de programación, la música y los gestos, ninguno había examinado específicamente las lenguas construidas. Investigaciones anteriores demostraron que los lenguajes de programación no activan la red lingüística del cerebro, sino que involucran regiones relacionadas con el razonamiento complejo. Este nuevo estudio es el primero en comparar directamente las lenguas construidas con las lenguas naturales dentro del cerebro.
¿Qué hace que este estudio sea innovador?
A diferencia de investigaciones anteriores que en su mayoría ignoraron las lenguas construidas o las consideraron solo una actividad recreativa, este estudio ofrece la primera evidencia empírica mediante escáneres cerebrales de que los idiomas inventados activan por completo la red natural de procesamiento del lenguaje en el cerebro.
Principales innovaciones:
- Primer uso de la fMRI en hablantes de lenguas construidas durante el procesamiento del lenguaje en tiempo real
- Comparación directa de las lenguas construidas con las lenguas naturales y los lenguajes de programación dentro del mismo estudio
- Inclusión de una amplia variedad de lenguas construidas, desde herramientas de comunicación global como el esperanto hasta lenguas ficticias de medios como el klingon y el alto valyrio
Este enfoque permitió a los investigadores aislar qué es lo que realmente define a un lenguaje en el cerebro, más allá de su evolución histórica o del número de hablantes.
Hallazgos clave: cómo los idiomas ficticios e inventados reflejan el habla natural en la mente
El estudio reveló varias conclusiones notables sobre cómo el cerebro humano procesa las lenguas construidas. Lejos de ser tratadas como artificiales o secundarias, estas lenguas inventadas activaron la misma red lingüística especializada que el habla natural. A continuación se presentan los principales descubrimientos, ilustrados con ejemplos vívidos de cómo se manifiestan en la vida real:
1. Las lenguas construidas activan la misma red lingüística que el habla natural
Tanto si los participantes escuchaban inglés, español o una conversación fluida en klingon, se activaban exactamente las mismas regiones cerebrales responsables del procesamiento del lenguaje. Esto demuestra que el cerebro reconoce las lenguas construidas como sistemas lingüísticos completos.
Ejemplo: un fan de Star Trek que escucha un canto de batalla en klingon experimenta la misma actividad neuronal que alguien que escucha los sonetos de Shakespeare en inglés.
2. La capacidad de comunicar significados, y no la historia del idioma, determina la activación neuronal
La edad o el origen de una lengua resultan irrelevantes. Lo que importa es la capacidad del lenguaje para expresar ideas complejas sobre el mundo o el estado interior de uno.
Ejemplo: un entusiasta de Juego de Tronos que recita un juramento en alto valyrio activa las mismas áreas cerebrales que un diplomático que pronuncia un discurso en francés.
3. Los lenguajes de programación activan distintos sistemas cognitivos
A diferencia de idiomas naturales o construidos, los lenguajes de programación como Python activan regiones del cerebro vinculadas al razonamiento lógico en lugar de a la comprensión del lenguaje.
Ejemplo: un desarrollador que escribe un algoritmo complejo en Python recurre a circuitos cerebrales analíticos, mientras que un políglota que recita poesía en esperanto utiliza la red del lenguaje.
4. La antigüedad y la profundidad cultural de una lengua no afectan su procesamiento
Incluso las lenguas inventadas recientemente, con apenas una o dos décadas de existencia, activaron la misma red lingüística que los idiomas antiguos hablados durante siglos.
Ejemplo: Un fan que aprende na’vi de Avatar activa su cerebro igual que un académico leyendo latín clásico.
5. El tamaño de la comunidad o la evolución a lo largo del tiempo no son esenciales
Una lengua no necesita millones de hablantes ni siglos de evolución natural para ser procesada por el cerebro como un lenguaje completo. Incluso las lenguas construidas más pequeñas, creadas por una sola persona para un universo ficticio, generan la misma respuesta neuronal.
Ejemplo: Un pequeño grupo de entusiastas intercambiando frases en lojban — un idioma lógico diseñado para minimizar la ambigüedad — activa las mismas áreas del lenguaje que cualquier conversación diaria en mandarín.
Estos hallazgos confirman que lo que realmente define a una lengua en la mente es su capacidad para representar ideas, emociones y el mundo que nos rodea, y no su origen, su popularidad o su antigüedad.

Procesamiento del lenguaje y compromiso cognitivo
El estudio destaca que el cerebro humano está perfectamente preparado para manejar cualquier sistema simbólico capaz de expresar una amplia variedad de significados sobre el mundo y sobre nosotros mismos. Ya sea una lengua natural o una creada por el ser humano, ambas activan complejos procesos cognitivos como:
Comprensión conceptual — captar ideas, conceptos abstractos y significados complejos, tanto en la lengua materna como en una lengua construida como el alto valyrio.
Memoria — recuperar palabras aprendidas, reglas gramaticales y frases de la memoria con la misma facilidad en esperanto que en inglés.
Procesamiento semántico — analizar el significado, el contexto y la estructura de las frases para comprender lo que se está comunicando.
Conexión emocional — experimentar reacciones emocionales como entusiasmo, nostalgia o sensación de conexión al escuchar o hablar la lengua.
Esto explica por qué aprender o hablar una lengua construida como el esperanto puede resultar natural y estimulante a nivel cognitivo: el cerebro la procesa exactamente igual que una lengua natural.
Además, este hallazgo marca una clara diferencia entre el lenguaje y otros sistemas simbólicos. Mientras que los lenguajes de programación o las matemáticas activan circuitos cerebrales relacionados con el razonamiento lógico, las lenguas construidas despiertan la red lingüística del cerebro, diseñada específicamente para la comunicación humana con significado.
La diferencia subraya que las habilidades lingüísticas y el razonamiento lógico son procesos distintos que implican capacidades cognitivas y regiones cerebrales separadas, lo que refuerza la naturaleza especializada del lenguaje en el cerebro humano.
Por qué este descubrimiento es importante: impacto en la ciencia, la medicina, la educación y la cultura
Este estudio va más allá de satisfacer la curiosidad sobre los idiomas inventados: redefine nuestra comprensión del lenguaje, el cerebro y la comunicación humana. Sus hallazgos tienen importantes implicaciones en varios campos.
En neurociencia y ciencias cognitivas, los resultados aportan una visión más clara de lo que realmente define a un lenguaje en el cerebro. No se trata de su historia, su popularidad o su complejidad, sino de su capacidad para expresar significados sobre el mundo y sobre nosotros mismos. Esto ayuda a los científicos a perfeccionar los modelos de cómo el cerebro procesa el lenguaje y a diferenciarlo de otros sistemas como las matemáticas o la lógica.
En medicina y salud cerebral, la investigación podría orientar nuevos enfoques en la terapia del habla y la rehabilitación cognitiva. Comprender que cualquier lenguaje expresivo — incluso uno inventado — activa la red lingüística abre la puerta al uso de lenguas construidas en la recuperación de pacientes tras un accidente cerebrovascular, lesiones cerebrales o trastornos del lenguaje.
En el ámbito educativo y del aprendizaje de idiomas, el estudio refuerza el valor de enseñar lenguas construidas como el esperanto. Lejos de ser una afición de nicho, aprender una lengua construida ejercita los mismos sistemas cerebrales que una lengua natural, lo que la convierte en una herramienta útil para desarrollar la flexibilidad cognitiva y las habilidades lingüísticas.
A nivel cultural y social, los hallazgos legitiman a las lenguas construidas como sistemas de comunicación completos. Ya sea que se trate de fans aprendiendo klingon o estudiantes explorando el alto valyrio, estas lenguas conectan a las personas, estimulan la creatividad y activan la mente humana con la misma intensidad que cualquier lengua natural.
Por último, esta investigación cuestiona las suposiciones que se han mantenido durante mucho tiempo sobre el lenguaje, demostrando que lo que realmente importa es el poder de las palabras, reales o inventadas, para captar el significado y generar conexión. No se trata simplemente de entretenimiento, sino que implica una actividad cerebral compleja similar al uso del lenguaje natural.
Conclusión: Los idiomas, reales o inventados, ejercitan el cerebro y nos conectan
Este innovador estudio del MIT redefine nuestra comprensión del lenguaje y de cómo lo procesa el cerebro humano. La investigación demuestra que lo que realmente importa no es el origen, la antigüedad ni la cantidad de hablantes de una lengua, sino su capacidad para transmitir significado sobre el mundo y la experiencia humana.
Las lenguas construidas — ya sea que busquen unir a las personas como el esperanto o que hayan sido creadas para universos ficticios como el alto valyrio — son procesadas por el cerebro igual que cualquier lengua natural. Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre la red lingüística del cerebro, sino que también reconoce el valor cognitivo y cultural de los idiomas artificiales.
Además, los hallazgos recuerdan la importancia de mantener siempre activas nuestras habilidades lingüísticas. Aprender un nuevo idioma, explorar una lengua construida o practicar nuestra lengua materna mantiene en funcionamiento la red del lenguaje, fortalece las capacidades cognitivas y mejora la comunicación. El lenguaje, en cualquiera de sus formas, sigue siendo una de las herramientas más poderosas para pensar, conectar y crear.
La información en este artículo se proporciona únicamente con fines informativos y no constituye asesoramiento médico. Para obtener asesoramiento médico, consulta a tu médico.