El 19% de los casos de demencia están vinculados a problemas de visión no tratados

Un estudio publicado en JAMA Ophthalmology (2024) revela una estrecha relación entre las deficiencias visuales y la demencia. Los investigadores descubrieron que casi el 19% de los casos de demencia en adultos mayores podrían deberse a problemas de visión no corregidos. El tratamiento precoz de estos problemas puede ayudar a reducir el riesgo de deterioro cognitivo, ofreciendo un nuevo enfoque para la prevención de la demencia.

Los problemas de visión no tratados en los adultos mayores pueden acelerar la demencia
Los problemas de visión no tratados en los adultos mayores pueden acelerar la demencia. Imagen de Freepik.

A medida que la población mundial envejece, la demencia se está convirtiendo en un importante problema sanitario. Afecta a millones de personas y sobrecarga los sistemas sanitarios. Esta investigación subraya la importancia de la atención oftalmológica periódica de los adultos mayores, no solo para mejorar la visión, sino también para proteger la función cognitiva.

Principales hallazgos: Deterioro visual y declive cognitivo

Investigadores de Johns Hopkins, la Universidad de Michigan y la Universidad de Duke examinaron los datos de 2.767 adultos mayores de 71 años. Se centraron en problemas visuales comunes: problemas de visión de cerca, problemas de visión de lejos y sensibilidad al contraste reducida. El estudio reveló que casi uno de cada cinco casos de demencia podría haberse evitado con una corrección visual adecuada.

El Dr. Jason R. Smith, autor principal, señaló que, aunque el estudio no prueba que la pérdida de visión cause demencia, la conexión es significativa. Este fuerte vínculo exige más investigación sobre cómo corregir los problemas de visión podría reducir el deterioro cognitivo. Tener problemas de visión no causa directamente demencia, pero no tratarlos podría aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia.

Este estudio se basa en investigaciones anteriores, como la de The Lancet Commission on Dementia Prevention, que identificó factores de riesgo de demencia modificables, como la pérdida de audición, la depresión y el aislamiento social. Estas afecciones suelen obligar al cerebro a trabajar más, lo que provoca una sobrecarga cognitiva.

Problemas de visión evitables: Una solución sencilla

La mayoría de los problemas de visión de las personas mayores pueden prevenirse o tratarse. Según la Academia Americana de Oftalmología, el 90% de estos problemas pueden corregirse con gafas, lentillas o cirugía. Tratar estos problemas a tiempo mejora la calidad de vida y también podría prevenir el deterioro cognitivo.

La Dra. Lisa Gorman, especialista en geriatría, subraya: «Corregir los problemas de visión hace algo más que recuperar la vista. Ayuda a preservar la salud cognitiva». Es posible que muchos adultos mayores no se den cuenta de lo fácil que es solucionar estos problemas, lo que podría suponer un esfuerzo cognitivo innecesario.

Las cataratas, por ejemplo, son una de las principales causas de pérdida de visión, pero pueden tratarse eficazmente con cirugía. Con la posibilidad de que la visión no corregida contribuya a la demencia, estas cirugías rutinarias se vuelven aún más cruciales.

Implicaciones en la salud pública

Esta investigación pone de manifiesto la necesidad de cambiar las estrategias de salud pública. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ya recomiendan exámenes oculares periódicos a los adultos mayores, especialmente a los mayores de 65 años. Sin embargo, este estudio sugiere que el cuidado de la vista debería desempeñar un papel más importante en la prevención de la demencia. El tratamiento temprano de los problemas de visión podría detener el deterioro cognitivo antes de que empiece.

En todo el mundo, los problemas de visión afectan a más de 2.200 millones de personas, según el estudio Global Burden of Disease. Muchos adultos mayores ven la pérdida de visión como una parte natural del envejecimiento, pero esta investigación demuestra que dejar sin tratar problemas visuales tratables puede tener graves consecuencias para la salud cognitiva.

Abordar estos problemas a tiempo, especialmente en poblaciones de alto riesgo, podría reducir la carga mundial de demencia. Esto es vital, dado que se espera que los casos de demencia aumenten drásticamente en las próximas décadas. Para 2050, la Organización Mundial de la Salud prevé que más de 139 millones de personas padecerán demencia.

Retos e investigaciones futuras

A pesar de estos prometedores resultados, sigue habiendo problemas. El estudio muestra una correlación entre el deterioro de la visión y la demencia, pero no prueba la causalidad. Se necesita más investigación para comprender los mecanismos implicados. Algunos científicos sugieren que la pérdida de visión acelera el deterioro cognitivo al reducir la estimulación cerebral. Otros creen que los problemas de visión causan demencia indirectamente al provocar depresión o aislamiento social, ambos factores de riesgo conocidos.

Sin embargo, las pruebas apoyan que la salud sensorial, en particular la visión, sea una parte clave de las estrategias de prevención de la demencia. Los estudios futuros también deberían investigar cómo otras deficiencias sensoriales, como la pérdida de audición, contribuyen al deterioro cognitivo.

Siguientes pasos para la salud pública

A medida que la población envejece, la prevención del deterioro cognitivo adquiere una importancia aún mayor. Expertos como el Dr. Gorman recomiendan que la atención oftalmológica se integre en los reconocimientos médicos rutinarios de los adultos mayores, sobre todo de los que corren riesgo de demencia. Las campañas de salud pública también deberían concienciar sobre cómo los exámenes oculares periódicos y los tratamientos sencillos pueden resolver la mayoría de los problemas de visión.

Los sistemas sanitarios pueden reducir la creciente carga de la demencia y mejorar la calidad de vida de millones de ancianos si se centran en la atención oftalmológica preventiva. La intervención temprana es clave, y corregir los problemas de visión a tiempo podría tener beneficios duraderos para la salud cognitiva.

Conclusión: Un camino claro hacia adelante

La relación entre el deterioro de la visión y la demencia es evidente. Al tratar los problemas de visión en los adultos mayores, los profesionales sanitarios tienen la oportunidad de proteger tanto la salud visual como la cognitiva. A medida que surgen más investigaciones, es crucial que el cuidado de la visión se convierta en un componente central de las estrategias de prevención de la demencia.

Por ahora, los adultos mayores y sus cuidadores deben dar prioridad a los exámenes oculares periódicos. Tratar los problemas de visión a tiempo puede ayudar a mantener la función cognitiva, evitando años de deterioro.