15 Claves para mejorar la Inteligencia Emocional: Una guía imprescindible
¿Podemos aprender y/o mejorar nuestra inteligencia emocional, o viene configurada de serie en nuestro equipaje genético? Autocontrol, perseverancia, empatía, confianza, motivación, entusiasmo… ¿estas cualidades que nos vienen dadas, o se pueden perfeccionar e incluso aprender a lo largo de nuestra vida? Descubre estos 15 consejos que te ayudarán a desarrollar y mejorar la inteligencia emocional.
Cada vez se escucha más hablar de éste término, pero, ¿sabes realmente qué es la inteligencia emocional? La inteligencia emocional puede definirse como la capacidad que tenemos los seres humanos de comprender y gestionar eficazmente nuestras propias emociones y las de los demás. Es una característica intrínsecamente humana. A diferencia del cociente intelectual (que permanece bastante estable a lo largo de nuestra vida) el cociente emocional es moldeable. Osea, que puedes desarrollarlo y mejorarlo si utilizas los métodos adecuados.
Te contamos 15 estrategias (incluyendo ideas de Dan Bobinski) que pueden ayudarte a mejorar tu inteligencia emocional. ¡Desarrolla tu capacidad emocional y disfruta de una vida satisfecha y feliz!
15 Estrategias para mejorar tu inteligencia emocional:
Hoy en día, las empresas ya no se fijan únicamente en un buen currículum. Cada vez valoran más que tengas aptitudes sociales, y habilidades relacionales. Resulta vital que aprendamos a conocernos, comprendernos y contemos con algunas estrategias que nos permitan regular nuestras emociones:
1-Deja de juzgar las cosas como «buenas» o «malas»
Tendemos a juzgar a la gente en base a nuestras ideologías o códigos morales, de tal manera que lo que se sale de nuestro patrón lo consideramos inapropiado, cuando menos, y amoral en los peores casos. Las personas son diferentes, y ahí radica la belleza del ser humano. La empatía es la clave. Recuerda que no puedes juzgar a nadie sin haber llevado puestos sus zapatos…
Aprender a descartar de nuestro pensamiento los dogmas de bueno o malo nos ayudará a tener una visión más enriquecedora de las personas que nos rodean.
2- No confundas lo diferente con lo difícil
Asociamos lo diferente con lo difícil (esto, normalmente, es debido a los patrones de enseñanza que hemos tenido a lo largo de nuestra vida) pero no debería ser así. Lo diferente puede ser un reto, puede ser excitante, pero no por ello complicado. La palabra difícil incluye unas connotaciones negativas que nos pueden hacer tener miedo a salir de nuestra zona de confort y aprender cosas nuevas. Trabaja tu mente para ser flexible, y procura no ponerte barreras con el lenguaje. Recuerda que somos lo que pensamos.
3- Identifica tus fortalezas y debilidades
Todas las personas tenemos fortalezas y debilidades. Lo divertido es que cada fortaleza va unida a una debilidad, y cada debilidad va unida a una fortaleza. Elegir a qué extremo queremos prestarle atención es nuestra responsabilidad. La autocompasión nos hace un flaco favor. Utiliza tus fortalezas y aprende de tus debilidades.
4- Interioriza que todas las personalidades suman
En un trabajo de equipo, en un grupo de amigos, en tu familia, todas las personalidades suman al grupo. Si aprendes a identificar las fortalezas de los demás, tendréis una visión más compleja y rica, de la misma manera que si identificas sus debilidades podrás acceder a sus fortalezas. Todo suma.
5- Hazle frente a tus emociones negativas
Aborda tus sentimientos negativos como la ira, la decepción, frustración… de frente, de manera resolutiva y sin victimismo. Evadirlas para no pensar en ellas a la larga te causará más problemas.
6- Mantén la calma
Ante situaciones en las que te sientas desbordado o al límite de tus fuerzas, para. Respira. Se consciente de lo que estás sintiendo en ese momento. Aprende a escuchar las señales de tu cuerpo, y respétalas.
7- Busca y comprende tus fortalezas
Esto conlleva un esfuerzo constante y hay que trabajarlo. No nos viene incluido de serie. Conforme lo trabajes cada vez te saldrá más natural, pero para ello es imprescindible reconocer previamente tus fortalezas.
8- Encuentra la manera de ser más eficiente
Nunca conseguirás ser eficiente si quieres que el resto de las personas estén en tu mismo terreno.
9- Se asertivo para desarrollar tu inteligencia emocional
La asertividad es la manera más eficaz de gestionar los conflictos. No lo confundas con pasividad o evitación. La asertividad es una forma de vida que puedes poner en práctica para gestionar mejor situaciones de confrontación. Aprende a decir «no» de una manera asertiva y establece tus prioridades.
Un truco; utiliza la técnica XYZ: «Me siento X, cuando haces Y en Z».
10-Pregunta para potenciar tu inteligencia emocional
Ante la duda, pregunta. No presupongas en los demás intenciones, o sentimientos. Este concepto es vital para el trabajo en equipo. Las personas inteligentes son curiosas, tienen deseos de aprender y no dan por hecho nada. Los niños poseen esta capacidad que los adultos tristemente vamos perdiendo con el tiempo. Desentierra la curiosidad por el mundo que te rodea.
11- Plantéate la importancia de tus objetivos personales
Si antepones tus objetivos personales a los del grupo, se creará una división en la que será más difícil generar buenos resultados. Hay veces en las que ceder es ganar. Piensa en el resultado grupal y se más generoso.
12- Efectividad VS eficiencia
La efectividad consiste en hacer lo correcto, y la eficiencia, en hacerlo rápidamente.
Paradójicamente cuando trabajamos en grupo, lo efectivo no siempre es lo eficiente. Tómate tu tiempo, y respeta que los demás también lo hagan.
13- Expresa tus emociones para mejorar tu inteligencia emocional
Parece sencillo de entender, pero es quizá la clave donde más gente se confunde. Expresar tus emociones no significa ser desagradable, o desconsiderado con los demás. Se trata de saber expresarlas de una manera constructiva, tanto las positivas como las negativas.
La mayoría de las relaciones personales fracasan por errores en la expresión de emociones.
14- Descifra correctamente las señales sociales
Solemos tender a enjuiciar las conductas de los demás (Recuerda la clave 1). Ante un comportamiento, por ejemplo una llamada de teléfono en la que no recibes respuesta, puedes interpretarla de diversas maneras. Puedes sentir que la persona no quiere hablar contigo, o por el contrario, que está ocupado y te devolverá la llamada más tarde. Si aprendes a despersonalizar las actuaciones, te evitarás malos ratos y malentendidos.
15- Lo más importante: ¡Llévalos a cabo!
El esfuerzo y la constancia son fundamentales para realizar estos cambios en tu vida e incorporarlos de forma permanente. Una cosa es comprenderlos y otra aceptarlos en nuestra forma de vida…
Recuerda que el camino más largo pueden ser los 45 centímetros que separan a la mente del corazón…
Por último, os dejo un corto animado en clave de humor que nos hará comprender un poquito más el poder de la empatía (no simpatía) para conectar con los demás, y la importancia de la inteligencia emocional para poder entender realmente sus sentimientos.