Psicomotricidad infantil: Guía completa sobre el desarrollo de los niños
¿Qué es la psicomotricidad infantil? ¿Cómo puedo saber si mi hijo/a se encuentra dentro de los patrones normativos del desarrollo? ¿Qué clase de trastornos psicomotrices existen? ¿Qué es el método de la estimulación temprana? Y finalmente, ¿Con que tipo de ejercicios se puede fomentar la psicomotricidad del niño/a en función de su edad? En este artículo se abordan estas y otras cuestiones con el fin de informar y facilitar conocimientos sobre la importancia que tiene la psicomotricidad infantil en el desarrollo integral de los niños/as en sus primeros años de vida.
¿Qué es la psicomotricidad infantil?
La psicomotricidad infantil es una disciplina que conecta dos partes fundamentales del proceso de desarrollo integral del niño/a: el movimiento y la actividad psíquica. Se puede describir como una psicología del movimiento que se basa en una conexión cuerpo-mente, explicando cómo cada movimiento va acompañado de conocimientos, pensamientos y emociones.
Se trata de conseguir, a través ejercicios, que el niño/a adquiera conocimientos, tanto de sí mismo como del medio que le rodea, a través de la interacción de sus propios movimientos con el entorno. Los niños, mediante ejercicios como correr, saltar, jugar con una pelota o manipular objetos, adquieren una conciencia del yo, de su cuerpo y de su mente además de conocimientos del espacio y el tiempo (arriba-abajo, izquierda-derecha, delante-detrás, rápido-lento…) y una serie de habilidades, tanto personales (control del equilibrio) como sociales, al interaccionar en los ejercicios y juegos con otros niños/as.
La psicomotricidad es especialmente importante durante los primeros años de la infancia, ya que es cuando los niños tienen una mayor plasticidad cerebral. Esto quiere decir que su cerebro se moldea con mucha facilidad ante los conocimientos y las experiencias nuevas, y por tanto, durante estos años los niños/as asimilan mejor el aprendizaje. A esto hace referencia la expresión que compara a los niños de edades tempranas con esponjas, ya que estos absorben los nuevos conocimientos con mucha facilidad debido a su gran plasticidad cerebral. Esta plasticidad hace que se forjen mas conexiones neuronales y mediante los ejercicios de psicomotricidad se consigue que los niños estimulen estas conexiones a través del movimiento y se generen en mayor cantidad.
Es por todo esto que resulta de vital importancia para el desarrollo integral del niño la práctica de actividades psicomotrices especialmente durante los primeros años de vida. Además, en estos ejercicios se pueden identificar dos funciones fundamentales: una de carácter educativa que consiste en formar al niño mediante estos juegos para los aprendizajes escolares posteriores y una de carácter social, ya que con la realización de estas actividades se ayuda a la niña/o a interaccionar con los demás.
Psicomotricidad infantil: Cambios durante el desarrollo infantil
El desarrollo psicomotor sigue unos patrones de evolución en gran medida marcados por la edad del niño/a.
Psicomotricidad infantil durante el primer año:
- Se van controlando las partes del cuerpo más cercanas a la cabeza, extendiéndose el control hacia los brazos y posteriormente a las piernas. Un ejemplo de esto sería el niño controlando primero el movimiento del hombro, posteriormente del brazo y la muñeca y por último de la mano y los dedos.
Psicomotricidad infantil de 1 a 2 años:
- El niño adquiere gran independencia con sus movimientos. Sin ayuda, gatea, mira hacia atrás, realiza juegos de construcciones y encaje, corre, salta, anda sincronizando brazos y piernas, puede golpear una pelota…
- Es capaz de imitar algunos gestos.
- Hace garabatos.
- Identifica algunas partes del cuerpo.
- Usa la cuchara.
- Ayuda a vestirse y desvestirse.
- Consigue utilizar frases cortas y simples.
Psicomotricidad infantil de 2 a 3 años:
- Empiezan a montar en triciclo.
- Sube escaleras (no las baja).
- Se viste o desviste solo/a (sin botones ni cremalleras).
- Come sin ayuda.
- Hace, además de garabatos, rayas y le gusta pintar.
Psicomotricidad infantil a los 3 años:
- Espontaneidad y soltura en los movimientos.
- Domina el propio cuerpo, diferencia partes del cuerpo en si mismo y en los demás.
- Se desplaza en carrera y se para.
- Tiene mayor coordinación y precisión en las tareas
- Completa dibujos y figuras.
- Comienza a manejar nociones del espacio y el tiempo básicas como arriba-abajo, delante-detrás, antes-después, deprisa-despacio.
Psicomotricidad infantil a los 4 años:
- Percibe la estructura del cuerpo.
- Realiza tareas complejas a través de la imitación (a este tipo de aprendizaje se le denomina aprendizaje modelado).
- Tiene mayor dominio de los desplazamientos (velocidad, giros, cambios de dirección…).
- Domina el trazo al dibujar.
- Realiza tareas más complejas.
- Representa la figura humana en sus dibujos y creaciones.
- Ordena acontecimientos cortos en el tiempo y usa términos como ayer, hoy o mañana.
Psicomotricidad infantil los 5 años:
- Es capaz de organizar el tiempo.
- Distingue ambos lados del cuerpo y cual es el dominante (diestro o zurdo)
- Control y dominio de la coordinación de movimientos.
- Avance en su agilidad, equilibrio y control del cuerpo (similar al adulto)
- Realiza tareas complejas que requieren coordinación de la vista y los movimientos manuales.
- Dibuja utilizando más la imaginación.
- Define su esquema corporal incluyendo detalles en la representación de la figura humana.
- Usa los términos espacio temporales de manera mas precisa.
¿Cómo diferenciar lo normativo de lo patológico en el desarrollo de la psicomotricidad infantil?
Cuando se habla de un desarrollo de la psicomotricidad infantil normal se hace referencia a un proceso que permite al niño/a adquirir las habilidades adecuadas para su edad. No obstante, existe una gran variabilidad en las edades de adquisición de algunos conocimientos y habilidades puesto que, a pesar de que el desarrollo psicomotor es un proceso evolutivo y continuo que sigue una secuencia similar en todos los niños, no se realiza de una manera rígida y existe una gran diversidad sin tener porque supone una patología. Por todo esto, la línea que separa lo normal de lo patológico es bastante difusa y en ocasiones es complicado hacer un diagnóstico de problemas en el desarrollo psicomotor, ya que se necesitan muchos factores en conjunto para poder diagnosticar con precisión.
No obstante, existen algunos signos de alerta de un desarrollo psicomotor patológico como son los siguientes:
- Retardo en la adquisición de habilidades o conocimientos
- Estancamiento o regresión en habilidades adquiridas
- Persistencia de conductas de etapas previas
- Calidad de respuestas no adecuada
- Signos físicos anormales
Los principales trastornos del desarrollo psicomotor son:
- Debilidad motriz: torpeza en los movimientos e incapacidad para relajar los músculos voluntariamente
- Inestabilidad motriz: incapacidad de inhibición de movimientos, así como la emoción que los acompaña
- Inhibición motriz: tensión e indiferencia en contexto sociales, muestran temor ante las interacciones sociales, tienen miedo de caerse, inseguridad, inhiben sus movimientos con la pretensión de hacerse invisibles
- Trastorno del esquema corporal o lateralidad:dificultad de adquisición de conocimientos y representación del propio cuerpo. Le cuesta la orientación espacio -temporal y utilizar su cuerpo de forma efectiva para relacionarse con el entorno. Un ejemplo de este trastorno sería un niño que a los tres años no identifica los elementos de su cara.
- Apraxias y dispraxias infantiles: el niño conoce el movimiento, pero es incapaz de realizarlo correctamente, no coordina en las actividades y no puede imitar gestos sencillos
- Tics o trastorno de Tourette: movimientos repentinos e involuntarios que afectan a pequeños grupos de músculos y se repiten de manera intermitente. Pueden ser crónicos o transitorios.
- Sinestesias:movimientos involuntarios que nacen mientras hacemos otras actividades (un ejemplo sería sacar la lengua mientras pintamos)
¿Por qué es importante estimular la psicomotricidad infantil?
En los primeros años de vida, la psicomotricidad juega un papel muy importante porque influye en el desarrollo intelectual, físico y social del niño/a y favorece su relación con el entorno. Estos ejercicios les permiten explorar, investigar, superar y transformar situaciones de conflicto, así como enfrentarse a limitaciones y relacionarse con los demás. A través de la psicomotricidad se pretende que el niño se divierta, desarrolle y perfecciones sus habilidades motrices y cognitivas.
Nivel motor
La psicomotricidad trabaja aspectos como la coordinación, el equilibrio, los reflejos, la lateralidad (disposición de destreza orientada hacia la derecha-diestro- o hacia la izquierda-zurdo), el control respiratorio, el ritmo o control del movimiento y conductas perceptivo-motrices con las que el niño a través de su cuerpo se orienta en el espacio y el tiempo. En resumen, a nivel motor, la psicomotricidad permite al niño dominar el movimiento corporal.
Al ejercicio del control sobre el propio cuerpo se le denomina motricidad, ésta se divide en dos grupos según las partes del cuerpo que intervienen:
- Motricidad gruesa:es el control y coordinación de movimientos que abarcan el tamaño del propio cuerpo o superior. Por ejemplo: bailar, correr, saltar.
- Motricidad fina: control y coordinación de movimientos que abarcan menos del tamaño del propio cuerpo, compromete las partes finas del cuerpo como las manos o los dedos. Se centra en movimientos realizados con partes concretas: colorear, escribir, dibujar.
Nivel cognitivo
Se desarrollan habilidades y destrezas por medio de la adquisición de experiencias y aprendizajes para su adaptación al entorno. Los procesos cognitivos que se trabajan mediante la psicomotricidad son los siguientes:
- Atención: es la función que nos permite concentrarnos, aunque es un proceso cognitivo también tiene una parte afectiva ya que depende de las emociones que haya experimentado el individuo con lo observado. Es el primer factor que influye en el rendimiento escolar
- Memoria: Es la capacidad para evocar lo previamente aprendido.
- Imitación:es la capacidad para aprender y reproducir conductas. Se involucran aspectos cognitivos, afectivos y conductuales. La imitación se desarrolla fundamentalmente durante el juego (jugar a papás y mamás)
- Conceptualización:es el proceso por el que el niño identifica y selecciona una serie de características relevantes con el fin de identificar y diferenciar entre unos objetos y otros.
- Resolución de problemas:es la capacidad para dar respuesta a las diferentes situaciones y conflictos
- Creatividad: es la capacidad que tiene el niño/a de usar su imaginación para realizar distintas actividades o juegos.
Nivel socio- afectivo
Mediante la psicomotricidad se permite lograr en el niño destrezas afectivas que aumentan el conocimiento de sí mismo y la independencia. Las destrezas sociales y el desarrollo emocional (cooperación, empatía, compartir…) son una parte muy importante de la habilidad escolar, ya que permite la socialización con otros niños, la resolución de problemas y la adquisición de capacidad para enfrentarse a los miedos.
La educación psicomotriz, por tanto, permite lograr en el niño el control del movimiento de sí mismo, el desarrollo mental y la adquisición de nociones básicas. Esta educación debe estructurarse en función del niño considerando su edad, intereses y necesidades.
Psicomotricidad y estimulación temprana
Definición de estimulación temprana
La estimulación temprana tiene por objetivo aprovechar la capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del cerebro humano en beneficio del niño/a mediante la repetición de diferentes juegos y ejercicios. El objetivo principal de este método es potenciar las funciones cerebrales mediante una serie de estímulos repetitivos.
De una manera más sencilla se puede definir la estimulación temprana como el conjunto de actividades con base científica aplicadas de forma repetitiva que se emplea con niños desde su nacimiento hasta los cinco o seis años, con el objetivo fundamental de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas.
Ejercicios para la estimulación de la psicomotricidad infantil
Aquí os proponemos una lista de juegos para estimular la psicomotricidad infantil, no obstante, si deseáis más información, podéis leer nuestro artículo completo con 10 juegos para mejorar las habilidades psicomotoras.
Actividades estimulación psicomotriz para niños de 0 a 3 años:
De 0 a 1 año:
- Se puede ejercitar mediante el juego de “las palmitas” sirve para mejorar la motricidad gruesa y la coordinación de movimientos lateras, el objetivo es tocar las palmas mientras cantas y le haces cosquillas
- Estirarse para coger un objeto
- Motivarlo a levantar la cabeza o mover la cabeza hacia los lados
- Viéndose en el espejo
- Soltar y recoger un objeto
- Aparecer y desaparecer delante de él
De 1-2 años:
- Recoger juguetes del suelo: mejora el equilibrio.
- Ejercicio de equilibrio: sosteniendo al niño por las axilas e inclinándolo con suavidad hacia los lados
- Pintar
- Recitarle las partes del cuerpo
- Rodar una pelota: sigue un objeto visualmente, además ejercita el control manual.
De 2 a 3 años:
- Lanzamiento de globos para desarrollar la motricidad manual gruesa
- Dar patadas al balón
- Clasificando objetos
- Leer historias o cuentos con ilustraciones
- Expresar y describir sus sentimientos
Actividades estimulación psicomotriz para niños de a partir de 3 años:
Los ejercicios de psicomotricidad pueden ejercitar tanto la psicomotricidad fina como la gruesa.
Ejercicios de psicomotricidad fina:
- Adivinar objetos con los ojos tapados solo con el tacto
- Apretar con fuerza una pelota con una mano
- Reproducir construcciones realizadas con bloques
- Abrir y cerrar botellas o tarros
- Modelar con plastilina
- Pasar las paginas de un libro una a una
- Trocear papeles
- Pulsar teclas
- Adivinar que partes del cuerpo te estoy tocando (con los ojos cerrados)
- Recortar con tijeras
- Dibujar y colorear.
Ejercicios de psicomotricidad gruesa:
- Coordinación de pies: subir o bajar escaleras, andar de puntillas, saltas con los pies, andar sobre una línea recta manteniendo el equilibrio, andar marcha atrás, saltar a la comba, sostenerse a la pata coja, andar a gatas.
- Coordinación de brazos: botar una pelota, lanzar un objeto con las dos manos y con una, recibir un objeto
- Destacan ejercicios al aire libre, deportes, montar en bicicleta o juegos tradicionales.
La psicomotricidad es la disciplina encargada de desarrollar habilidades sociales, cognitivas y físicas en los niños mediante juego y actividades que implican movimiento y coordinación. Es de vital importancia la realización de estos ejercicios para fomentar un desarrollo normativo en los niños/as puesto que tienen funciones tanto educativas como sociales facilitando la interacción de los niños con su entorno y con los demás.