
Estudio: La sensibilidad emocional conlleva riesgos para la salud mental de las personas mayores
Un estudio reciente de la Universidad de Montreal ha descubierto que las personas mayores que son más susceptibles al «contagio emocional» (la adopción inconsciente de las emociones de los demás) son significativamente más propensas a experimentar ansiedad o depresión. Las personas con una mayor sensibilidad emocional son hasta diez veces más propensas a sufrir angustia psicológica, lo que subraya la necesidad de mejores estrategias de gestión emocional para apoyar el bienestar mental de las personas mayores.

¿Qué es el contagio emocional?
El contagio emocional es un fenómeno psicológico en el que los individuos absorben y reflejan involuntariamente las emociones de quienes les rodean. Este proceso desempeña un papel clave en el fomento de la empatía y los vínculos sociales, pero también puede hacer que las personas sean vulnerables a la angustia psicológica, especialmente en entornos de vida comunitarios.
La ciencia detrás del contagio emocional
Los investigadores definen el contagio emocional como una respuesta automática a las expresiones faciales, los gestos y las posturas. Las personas que son muy susceptibles a este fenómeno pueden experimentar una serie de emociones en función de su entorno; por ejemplo, sentirse alegres en presencia de personas felices o ponerse ansiosas en situaciones estresantes. Aunque el contagio emocional es una respuesta humana normal y adaptativa, la sensibilidad excesiva puede tener consecuencias negativas en la salud mental.
En qué se diferencia el contagio emocional de la empatía
Aunque el contagio emocional y la empatía son conceptos relacionados, difieren en aspectos clave:
- El contagio emocional es inconsciente: el contagio emocional ocurre automáticamente sin conciencia. Una persona «capta» las emociones de los demás, reflejando sus sentimientos involuntariamente.
- La empatía implica conciencia y comprensión: la empatía requiere reconocer y comprender las emociones de otra persona, sin necesariamente adoptarlas como propias.
- Empatía Permite establecer límites emocionales: una persona con empatía puede sentir compasión por alguien que está angustiado, manteniendo al mismo tiempo una separación emocional, mientras que el contagio emocional puede abrumar a una persona con las emociones de los demás.
- El contagio emocional puede conducir a la angustia psicológica: una alta susceptibilidad al contagio emocional puede aumentar la ansiedad y la depresión, mientras que la empatía, cuando se gestiona bien, a menudo conduce a interacciones de apoyo sin agotamiento emocional.
- La empatía se puede controlar, el contagio emocional es reflexivo: las personas pueden elegir cómo participar con empatía, mientras que el contagio emocional es una respuesta instintiva.
Al comprender estas diferencias, las personas, especialmente las personas mayores, pueden trabajar en estrategias para gestionar el contagio emocional y cultivar respuestas empáticas más saludables.
El estudio: ¿quién lo llevó a cabo y cómo?
Según informa Neuroscience News, este estudio, publicado en PLOS Mental Health, fue realizado por un equipo de investigación de la Universidad de Montreal, formado por Marie-Josée Richer, Pierrich Plusquellec y Sébastien Grenier. El objetivo era investigar el impacto del contagio emocional en la resiliencia psicológica de las personas mayores y su posible papel en el aumento de los riesgos para la salud mental.
Metodología y participantes
El estudio examinó a 170 adultos de 55 años o más, que residían principalmente en residencias de ancianos o utilizaban los servicios de organizaciones comunitarias. Los investigadores se propusieron incluir a personas que se enfrentaban a diversos niveles de adversidad, como el duelo o los conflictos interpersonales, para evaluar cómo el contagio emocional influía en su bienestar psicológico.
- Duración: La recopilación de datos se llevó a cabo entre septiembre de 2018 y septiembre de 2019.
- Datos demográficos: La edad de los participantes oscilaba entre los 56 y los 96 años, con una media de 76,1 años. La mayoría (85 %) eran mujeres, vivían solas y eran nacidas en Canadá.
- Clasificación: Los participantes se dividieron en tres grupos según los niveles de angustia psicológica:
- Perfil de ansiedad: el 45 % mostró síntomas clínicos o subclínicos de ansiedad.
- Perfil de ansiedad y depresión: el 20 % mostró síntomas tanto de ansiedad como de depresión.
- Sin perfil de angustia: personas sin síntomas significativos de salud mental.
Hallazgos: el vínculo entre el contagio emocional y la salud mental
Los investigadores utilizaron una escala de contagio emocional para evaluar los niveles de vulnerabilidad y analizaron la angustia psicológica en relación con factores como los ingresos, la situación de vida, el apoyo social y los mecanismos de afrontamiento.
El estudio reveló que las personas altamente susceptibles al contagio emocional tenían entre 8,5 y 10 veces más probabilidades de experimentar ansiedad o depresión en comparación con aquellas con menor susceptibilidad. Es importante destacar que esta vulnerabilidad existía independientemente de otros factores de riesgo para la salud mental, lo que enfatiza el contagio emocional como un predictor clave de la angustia psicológica en las personas mayores.
¿En qué destaca este estudio?
Mientras que investigaciones anteriores han explorado el contagio emocional en adultos jóvenes, este estudio es innovador al centrarse en las personas mayores. Es el primero en establecer una correlación directa entre el contagio emocional y el malestar psicológico en los adultos mayores, ofreciendo nuevos conocimientos sobre los riesgos para la salud mental en las poblaciones que envejecen. Además, el estudio destaca el contagio emocional como una adversidad implícita, separada de las adversidades explícitas más comúnmente estudiadas, como el duelo o el trauma.
Conclusiones clave del estudio
Las principales conclusiones del estudio destacan la importancia de reconocer y gestionar el contagio emocional en las personas mayores:
- Las personas mayores con una gran sensibilidad emocional son mucho más propensas a la ansiedad y la depresión.
- Ejemplo: Un anciano en una residencia de ancianos que con frecuencia presencia a otros expresar tristeza o miedo puede interiorizar estas emociones, lo que le provoca estrés y ansiedad crónicos.
- El contagio emocional es un proceso inconsciente que puede amplificar la angustia psicológica.
- Ejemplo: Ver noticias negativas o estar rodeado de personas angustiadas puede aumentar, sin saberlo, los niveles de angustia de una persona emocionalmente sensible.
- Los entornos vitales desempeñan un papel crucial en los efectos del contagio emocional.
- Ejemplo: Las personas mayores en entornos comunitarios, como las residencias asistidas, pueden tener más dificultades si están rodeadas de personas que experimentan altos niveles de estrés o dolor.
- Las estrategias tradicionales de afrontamiento pueden no ser suficientes para aquellos que son muy vulnerables al contagio emocional.
- Ejemplo: Aunque mantener las relaciones sociales suele ser recomendable para el bienestar mental, en el caso de las personas mayores con sensibilidad emocional, la exposición excesiva a emociones negativas en entornos sociales puede requerir una intervención adicional.
- Desarrollar estrategias de gestión emocional puede mejorar la resiliencia y el bienestar general.
- Ejemplo: Enseñar técnicas de atención plena o habilidades cognitivo-conductuales de afrontamiento puede ayudar a las personas mayores a regular las respuestas emocionales y prevenir el malestar psicológico.
Impacto en las habilidades cognitivas
El contagio emocional no solo afecta a la salud mental, sino que también tiene posibles implicaciones para la función cognitiva. El aumento del estrés y la ansiedad se han relacionado con el deterioro de la memoria, la reducción de la capacidad de toma de decisiones y la fatiga cognitiva. Las personas mayores que experimentan con frecuencia un alto contagio emocional pueden tener dificultades para concentrarse y resolver problemas, lo que pone aún más de relieve la necesidad de intervenciones específicas.
Por qué este estudio es importante
Implicaciones para la ciencia, la medicina y la sociedad
Comprender el impacto del contagio emocional en las personas mayores puede impulsar nuevos enfoques en la atención de la salud mental. Entre las áreas clave destacan:
- Sanidad: Los profesionales de la salud mental pueden incorporar evaluaciones de contagio emocional en las herramientas de diagnóstico para identificar a las personas mayores en situación de riesgo.
- Trabajo social y cuidado de personas: Las residencias y los cuidadores pueden implementar estrategias para mitigar los riesgos de contagio emocional, como programas de capacitación en resiliencia emocional.
- Concienciación pública: Educar a las personas mayores y a sus familias sobre el contagio emocional puede ayudarles a reconocer los primeros signos de angustia emocional y a buscar el apoyo adecuado.
- Futuras investigaciones: En futuros estudios se podrían explorar intervenciones, como talleres de resiliencia emocional, para mitigar los efectos negativos del contagio emocional en los adultos mayores.
Conclusiones
Este estudio aclara el profundo impacto del contagio emocional en la salud mental de las personas mayores, demostrando que aquellas personas altamente susceptibles a las emociones de los demás se enfrentan a un riesgo significativamente mayor de ansiedad y depresión. Mientras que el contagio emocional fomenta la empatía y los vínculos sociales, la sensibilidad excesiva puede conducir a la angustia psicológica, especialmente en entornos de vida comunitarios.