El impacto de la memoria en el éxito profesional: Qué es y por qué es importante
Seamos realistas: olvidarse de detalles importantes en el trabajo puede ser algo más que una pequeña molestia; puede llegar a fastidiarte el día. Tanto si se trata de olvidar el nombre de un cliente durante una reunión como de incumplir un plazo de entrega porque se te ha olvidado, la memoria desempeña un papel fundamental en tu éxito profesional. Pero la buena noticia es que puedes entrenar tu memoria como si fuera un músculo. Con las estrategias adecuadas, puedes agudizar tu memoria y mantenerte en lo más alto de tu juego. Analizaremos qué es realmente la memoria, la dividiremos en pequeños fragmentos y te daremos siete consejos prácticos, adaptados a los profesionales más ocupados, que te ayudarán a mejorar tu memoria y tu productividad.
Cómo la memoria contribuye a tu jornada laboral
Piensa en tu memoria como si fuera el mejor ayudante de oficina: siempre a mano para recuperar información vital, hacer un seguimiento de las tareas y recordarte los plazos importantes. Pero, a diferencia de tu cuaderno, la memoria no consiste sólo en anotar cosas; es un sistema complejo y dinámico en el que intervienen varias partes del cerebro que trabajan en perfecta armonía. Imagina tu cerebro como una máquina que funciona a las mil maravillas, con el hipocampo actuando de director de orquesta, dirigiendo el flujo de información.
La memoria tiene diferentes formas, y conocerlas puede ayudarte a afinar tus recuerdos:
- Memoria basada en la duración: Imagina la memoria sensorial como una nota adhesiva: apuntas algo, pero sólo está ahí un segundo antes de desvanecerse. Por otro lado, la memoria a corto plazo es como una lista de tareas pendientes en el escritorio: guarda información temporalmente, como notas de reuniones o ese correo electrónico que tienes que enviar. La memoria a largo plazo es el archivo de la oficina, que almacena información crucial como las preferencias de los clientes o los protocolos de la empresa a largo plazo.
- Memoria basada en la información: En el trabajo, dependes mucho de la memoria verbal para recordar lo que se dice en reuniones, presentaciones o correos electrónicos. La memoria no verbal entra en acción cuando necesitas recordar un gráfico de un informe o el diseño de un plan de proyecto.
- Memoria basada en los sentidos: Tu memoria visual te ayuda a recordar el diseño de una hoja de cálculo o la última diapositiva de una presentación. ¿Y la memoria auditiva? Es la que te ayuda a recordar los temas de discusión de una conferencia telefónica. Y si alguna vez has tenido que recordar cómo funciona un aparato de oficina complicado, ahí es donde entra en juego la memoria táctil.
Piensa en la memoria como un proceso de tres pasos: Primero, codificas la información (como cuando escuchas de verdad lo que dice tu jefe). Después, la almacenas en el sistema de archivos de tu cerebro. Por último, cuando la necesitas (ya sea en una reunión, escribiendo un correo electrónico o hablando con un cliente) recuperas esa información y la pones en práctica.
7 trucos de memoria imprescindibles para los profesionales más ajetreados
Storytelling para presentaciones: Imagina que estás preparando una gran presentación. En lugar de limitarte a memorizar datos y cifras, conviértelos en una historia. Por ejemplo, si vas a presentar el calendario de un proyecto, piensa que es un viaje en el que cada hito es un destino clave. Si conviertes datos aburridos en una narración, los harás más atractivos y más fáciles de recordar cuando estés en el punto de mira.
Enseña a un colega: ¿Tienes que aprender un proceso nuevo? En lugar de repasarlo mentalmente, explícaselo a un compañero. Esto te obliga a organizar tus pensamientos y a comprender realmente el material. Además, es una forma estupenda de demostrar liderazgo y trabajo en equipo.
Puntos de anclaje: Supongamos que tienes que acordarte de hacer un seguimiento de la solicitud de un cliente a lo largo del día. Coloca un objeto específico en tu escritorio, como un post-it de un color llamativo o un bolígrafo diferente, a modo de ancla visual. Cada vez que lo veas, te acordarás de esa tarea, sin tener que consultar constantemente tu lista de tareas pendientes.
Crea un tablón visual de tareas: ¿Tienes mucho que hacer? Un tablón visual de tareas puede ser tu mejor aliado. Utiliza una pizarra o una herramienta digital para planificar tus tareas. Codifícalas por colores, añade símbolos y conecta las tareas relacionadas. Esto no sólo te mantiene organizado, sino que refuerza tu memoria sobre lo que tienes que hacer. Imagina que miras la pizarra y sabes al instante cuál es tu siguiente paso: ¡ese es el poder de la memoria visual!
Entrenamiento cerebral de CogniFit: Ahora es cuando las cosas se ponen realmente interesantes. CogniFit ofrece un conjunto de ejercicios cerebrales diseñados específicamente para agudizar el tipo de memoria que se necesita en el trabajo. Si necesitas mejorar tu memoria de trabajo para hacer malabarismos con múltiples tareas, mejorar la memoria visual para leer gráficos complejos o potenciar la memoria a corto plazo para recordar detalles clave en las reuniones, CogniFit te lo pone fácil.
Pero lo que realmente diferencia a CogniFit es su programa de entrenamiento específico de la memoria. La plataforma ofrece ejercicios específicos destinados a mejorar diferentes aspectos de la memoria, como la memoria a corto plazo, la memoria de trabajo y la memoria contextual. Estos ejercicios están diseñados científicamente para estimular las conexiones neuronales responsables de los procesos de memoria, lo que garantiza que no estás jugando, sino participando en un programa estructurado que se adapta a tus necesidades.
¿Y lo mejor? La plataforma se adapta a tu progreso, lo que significa que cuanto más mejoras, más desafiantes y gratificantes se vuelven los ejercicios. Lo que hace que CogniFit sea perfecto para los profesionales ocupados es su flexibilidad. Cada sesión es lo suficientemente corta como para caber en una pausa para el café o durante la hora del almuerzo. Además, recibirás informes de progreso detallados que te mostrarán exactamente cuánto estás mejorando. Imagina terminar una semana dura en el trabajo y ver cómo tus habilidades de memoria han mejorado. Eso es una victoria para ti y para tu carrera.
Inventa dispositivos mnemotécnicos para las tareas: Si tienes un proceso con múltiples pasos, intenta convertir cada paso en una palabra o frase memorable. Por ejemplo, si estás manejando un proceso de incorporación de clientes, podrías usar la sigla «BIENVENIDO», donde cada letra representa un paso en el proceso:
- B – Bienvenida al cliente.
- I – Investiga sus necesidades.
- E – Establece una relación sólida.
- N – Navega por su situación.
- V – Verifica los recursos disponibles.
- E – Elabora un plan personalizado.
- N – Notifica los siguientes pasos.
- I – Incorpora al cliente en el sistema.
- D – Despliega la estrategia.
- O – Observa y ajusta según sea necesario.
Practica el recuerdo activo en las reuniones: En lugar de limitarte a apuntarlo todo en las reuniones, ponte el reto de recapitular mentalmente los puntos principales cada 10-15 minutos. Esto no solo te mantiene atento, sino que también te ayuda a consolidar la información en la memoria, de modo que cuando tu jefe te haga una pregunta, tengas la respuesta preparada.
Si incorporas estos ejercicios y consejos a tu rutina diaria, te darás cuenta de que recuerdas más, te estresas menos y rindes más. Tanto si estás convirtiendo un proyecto en una historia, como si utilizas CogniFit para perfeccionar tus habilidades o creas dispositivos mnemotécnicos para agilizar los procesos, estas estrategias te ayudarán a destacar en tu vida profesional. ¿A qué esperas? Empieza hoy mismo a poner en práctica estos consejos y verás cómo tu rendimiento laboral alcanza nuevos horizontes.