
Un estudio demuestra que escribir a mano ayuda a los niños a leer y escribir mejor
Los niños pequeños aprenden las letras y cómo funcionan las palabras de forma más eficaz cuando las escriben a mano en lugar de teclearlas. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad del País Vasco ha descubierto que los niños de entre 5 y 6 años que practicaban nuevas letras y creaban palabras inventadas con lápiz y papel obtenían resultados significativamente mejores en pruebas de reconocimiento, pronunciación y escritura. Los resultados sugieren que la escritura a mano sigue desempeñando un papel crucial en la alfabetización temprana, incluso en las aulas digitales actuales.

Dentro del experimento: cómo los investigadores compararon la escritura a mano con la escritura a máquina en niños
Según Neuroscience News, el estudio fue realizado por la Dra. Joana Acha y su equipo de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en España. Se publicó en la revista revisada por pares Journal of Experimental Child Psychology en 2025 (DOI: 10.1016/j.jecp.2025.106195). Los investigadores se propusieron comprobar cómo los diferentes métodos de escritura — la escritura a mano frente a la escritura a máquina — afectan a la capacidad de los niños para aprender letras y estructuras de palabras desconocidas desde cero.
Participaron cincuenta niños de entre cinco y seis años. Se eligió este grupo de edad porque es una etapa clave en el aprendizaje de la lectura y la escritura. Los investigadores utilizaron un método creativo: en lugar de letras conocidas, los niños aprendieron nueve letras de los alfabetos georgiano y armenio, además de 16 palabras inventadas («pseudopalabras») creadas por el equipo. Este enfoque garantizó que todos los niños partieran de cero y no se basaran en conocimientos previos.
Los niños se dividieron en dos grupos principales:
- Un grupo aprendió escribiendo a mano y con lápices sobre papel.
- El otro grupo aprendió escribiendo en teclados.
A continuación, cada uno de estos grupos fue dividido de nuevo:
- Algunos niños copiaron letras con la ayuda de líneas punteadas o una fuente fija (baja variabilidad).
- Otros copiaron libremente sin guías o con fuentes variadas (alta variabilidad)
Después del entrenamiento, los niños realizaron tres pruebas: identificar las letras, escribirlas y pronunciar las palabras inventadas. Los grupos de escritura a mano obtuvieron mejores resultados que los grupos de teclado en todas las categorías.
¿Qué hace que este estudio sea único?
La mayoría de los estudios anteriores evaluaban a los niños utilizando letras de su alfabeto nativo, lo que dificultaba saber si realmente estaban aprendiendo nuevos símbolos o simplemente recordando los antiguos. Esta investigación es diferente: utilizó letras desconocidas para garantizar que todo el aprendizaje se produjera durante el estudio.
Este es también uno de los primeros estudios que analiza cómo la forma en que los niños practican la escritura — libremente o con guías visuales — afecta al aprendizaje cuando se combina con la escritura a mano o a máquina. Los resultados ayudan a explicar por qué escribir a mano proporciona a los niños una base más sólida para las habilidades tempranas de lectura y escritura.
Principales conclusiones: qué ayudó a los niños a aprender mejor
1. La escritura a mano ayudó a los niños a recordar mejor la forma de las letras. Los niños que practicaron escribiendo con lápiz reconocieron mejor las letras nuevas. El acto de formar cada letra con la mano ayudó a su cerebro a recordar las formas de manera más eficaz que al escribir con el teclado.
Consejo: Anima a tu hijo a crear sus propias tarjetas con letras o a copiar palabras en un papel para ayudarle a memorizarlas.
2. Hablar y escribir van de la mano. Los niños que escribieron las letras con el teclado tuvieron más dificultades para pronunciar las palabras inventadas posteriormente. Escribir a mano parece reforzar la conexión entre ver, decir y recordar letras y palabras.
Consejo: Haz que tu hijo diga las letras o palabras en voz alta mientras las escribe, esto marca una gran diferencia.
3. La escritura a mano alzada produjo el mayor aprendizaje. Los niños que escribieron en papel en blanco, sin guías visuales ni líneas punteadas, fueron los que más aprendieron. Recordaban mejor las letras, las escribían con mayor precisión y pronunciaban las palabras nuevas con más seguridad.
Consejo: Si es necesario, empieza trazando las letras y luego pasa a papel en blanco para que tu hijo pueda practicar libremente la formación de las letras.
4. Demasiada ayuda puede ralentizar el progreso. Trazar letras punteadas puede ser útil al principio, pero si se utiliza durante mucho tiempo, se convierte en un hábito. Los niños pueden dejar de pensar en cómo se forman las letras. El estudio demostró que escribir sin ayuda hacía que los niños ganaran confianza y se volvieran más independientes.
Consejo: Quita poco a poco las plantillas y deja que los niños exploren la escritura por sí mismos, aunque no sea perfecta.
5. Los movimientos de las manos mejoran la memoria y la comprensión. Escribir a mano implica un movimiento físico que ayuda a fijar la información en la memoria. Escribir con el teclado no activa las mismas áreas del cerebro. Los niños que movían las manos para formar cada letra aprendían más rápido y recordaban más.
Consejo: Reserva un tiempo cada día para escribir con lápiz y papel; incluso las sesiones cortas ayudan a desarrollar las habilidades cognitivas.
Qué significa esto para el desarrollo cerebral de los niños
El hecho físico de escribir a mano ayuda a los niños de varias maneras. Estimula la memoria, la coordinación, refuerza la conexión entre los sonidos y las letras y favorece el desarrollo general de la lectura. Por el contrario, escribir a máquina implica golpear repetidamente con los dedos, lo que no estimula el cerebro de la misma manera.
Por qué es importante para las escuelas, las familias y el aprendizaje diario
El estudio envía un mensaje claro: incluso en el mundo digital actual, la escritura a mano sigue siendo esencial para que los niños aprendan a leer, escribir y recordar. Si bien la tecnología desempeña un papel importante en las aulas modernas, debe servir de apoyo, y no sustituir, a las herramientas tradicionales como los lápices y el papel.
Para los profesores, esto significa mantener actividades regulares de escritura a mano en la educación temprana. Para los padres, se trata de crear un espacio en casa para que los niños puedan escribir libremente, ya sea dibujando letras, copiando sus palabras favoritas o escribiendo notas breves.
Las herramientas digitales, cuando se utilizan con prudencia, pueden apoyar las rutinas de aprendizaje. Por ejemplo, plataformas como CogniFit ofrecen actividades cerebrales interactivas que ayudan a entrenar la memoria, la atención y otras habilidades cognitivas clave, complementando los métodos tradicionales como la escritura a mano. Utilizado junto con la práctica de la escritura a mano, el entrenamiento cognitivo puede proporcionar a los niños una experiencia de aprendizaje más completa.
Consejos para padres y profesores
- Para niños a partir de 7 años, herramientas como CogniFit pueden ayudar a entrenar y monitorizar la memoria, la atención y otras habilidades cognitivas clave.
- Combina la práctica de la escritura a mano con juegos cerebrales digitales para desarrollar conexiones mentales sólidas.
- Si es necesario, empezar con el trazado de letras, pero pasar a la escritura libre lo antes posible.
- Deja que los niños digan las letras y las palabras en voz alta mientras las escriben para reforzar el aprendizaje.
- Es importante evitar sustituir por completo la escritura a mano por la escritura a máquina en los primeros cursos; es recomendable utilizar ambas formas de escritura de manera intencionada.
Conclusión: escribir a mano forma alumnos más brillantes
Este estudio confirma lo que muchos profesores y padres sospechaban desde hace tiempo: la escritura a mano desempeña un papel fundamental en el aprendizaje de las letras y las palabras por parte de los niños. Favorece la memoria, refuerza las habilidades lectoras y estimula el cerebro de una forma que la escritura a máquina no puede igualar.
Al mismo tiempo, vivimos en un mundo cada vez más digital, y eso no es malo. Cuando se utilizan con conciencia, las herramientas digitales pueden complementar la práctica de la escritura a mano y ayudar a entrenar habilidades cognitivas importantes como la memoria, la atención y la concentración.
¿Cuál es la conclusión real? Los niños se benefician más cuando ambos mundos funcionan juntos. El lápiz y el papel sientan las bases, y la tecnología bien pensada puede ayudar a construir sobre ellas.
La información en este artículo se proporciona únicamente con fines informativos y no constituye asesoramiento médico. Para obtener asesoramiento médico, consulta a tu médico.