
Un estudio revela que hablar con el bebé puede aumentar la oxitocina, la hormona del vínculo afectivo
Un estudio pionero realizado por investigadores de la UCL (University College London) ha revelado que las madres que hablan con regularidad sobre los pensamientos y sentimientos de sus bebés contribuyen a aumentar los niveles de oxitocina, la hormona del vínculo afectivo, en sus hijos. Este descubrimiento arroja luz sobre la intrincada conexión entre el comportamiento materno y el desarrollo infantil, y subraya el papel fundamental del habla emocionalmente sensible para fomentar el bienestar social y emocional.
Los resultados también revelan las dificultades a las que se enfrentan las madres que sufren depresión posparto, lo que abre nuevas vías para la ayuda y las intervenciones específicas.

Investigando el habla materna y las hormonas infantiles
El estudio fue dirigido por la Dra. Kate Lindley Baron-Cohen y su equipo del Departamento de Psicología y Ciencias del Lenguaje de la UCL. Su trabajo se ha publicado en la prestigiosa revista Development and Psychopathology, lo que supone una importante contribución a nuestra comprensión de las relaciones entre padres e hijos.
¿Cómo se realizó el estudio?
Según Neuroscience News, en la investigación participaron 62 madres de entre 23 y 44 años, cada una con un bebé de entre tres y nueve meses. Se filmó a las madres durante cinco minutos de interacción natural con sus bebés. Los investigadores analizaron estos vídeos para evaluar con qué frecuencia y precisión las madres hacían referencia a los estados internos de sus bebés, como sus pensamientos, sentimientos o deseos. Ejemplos de este tipo de discurso incluían comentarios como: «Tienes curiosidad por este juguete» o «Pareces emocionado».
Además, se recogieron muestras de saliva de los bebés para medir sus niveles de oxitocina. Este análisis reveló una correlación positiva: las madres que hablaban con más frecuencia sobre los estados internos de su bebé tenían bebés con mayores niveles de oxitocina.
El estudio también abordó el impacto de la depresión posnatal en los patrones del habla materna. Las madres que experimentaban síntomas de depresión eran menos propensas a referirse a los estados internos de su bebé, lo que indica la necesidad de intervenciones de apoyo para mejorar estas interacciones.
Comparación con estudios anteriores
Estudios anteriores han establecido el papel de la oxitocina en el fomento de los vínculos sociales y los efectos a largo plazo de la sensibilidad materna en el desarrollo infantil. Sin embargo, este estudio es el primero que relaciona directamente el discurso materno sobre los estados internos con los niveles de oxitocina de los bebés, lo que aporta nuevos conocimientos sobre las vías biológicas que sustentan las experiencias sociales tempranas.
¿Qué hace que este estudio sea único?
Abriendo nuevos horizontes
Mientras que investigaciones anteriores destacaban la importancia de la oxitocina y la sensibilidad materna, este estudio identifica de forma única la «mentalidad» materna – la capacidad de comentar con precisión los pensamientos y sentimientos de un bebé – como factor clave que influye en la oxitocina infantil. Esto representa un paso importante en la comprensión de cómo los comportamientos cotidianos de los padres moldean biológicamente el desarrollo social del niño.
Abordar la depresión posparto
Una de las aportaciones especiales de este estudio es su atención al modo en que la depresión postnatal afecta a las madres. La investigación subraya que las madres que sufren depresión tienden a hablar menos de los pensamientos y sentimientos de su bebé, lo que puede repercutir en el desarrollo social y emocional del niño. Entender esta conexión ayuda a identificar formas de apoyar a las madres con depresión postnatal, como fomentar una comunicación emocionalmente sensible, lo que a su vez puede ayudar a sus bebés a desarrollarse de forma más saludable.
Conclusiones clave del estudio
La investigación descubrió varios puntos críticos:
- Mayores niveles de oxitocina en los bebés: Los bebés cuyas madres hacían referencia regularmente a sus pensamientos y sentimientos presentaban mayores niveles de oxitocina.
- Papel del habla materna: La sensibilidad emocional en el habla – como reconocer la excitación del bebé o reflejar sus sentimientos – desempeña un papel crucial en la formación del sistema de oxitocina del bebé.
- Vínculo con la depresión posparto: Las madres con depresión posparto eran menos propensas a usar un habla enfocada en los estados mentales del niño, lo que podría tener implicaciones para el desarrollo social y emocional de sus hijos.
- Mecanismo biológico del vínculo afectivo: El estudio aporta pruebas de que la oxitocina media el impacto del comportamiento materno en las experiencias sociales tempranas, ofreciendo una explicación biológica de estos efectos.
- Posibilidades de intervención: Los resultados muestran las posibilidades de intervención para ayudar a las madres a mejorar el desarrollo de sus hijos.
El papel del desarrollo cognitivo
El estudio destaca cómo la forma en que una madre habla a su bebé puede influir significativamente en el desarrollo cognitivo temprano del niño. Cuando las madres hablan de lo que su bebé puede estar pensando o sintiendo, no sólo refuerzan su vínculo afectivo, sino que sientan las bases de importantes habilidades cognitivas. Esto incluye ayudar al niño a aprender a entender e interpretar los pensamientos, sentimientos e intenciones de los demás, una habilidad conocida como teoría de la mente. Esta capacidad es fundamental para entablar relaciones sociales, resolver problemas y desarrollar la empatía a medida que el niño crece.
Además, este tipo de interacción estimula el cerebro del niño de forma que fomenta el desarrollo del lenguaje, el control de la atención y el reconocimiento de patrones, todos ellos elementos fundamentales para el aprendizaje y el éxito académico posteriores. Cuando las madres reflejan o responden a los estados internos de su bebé, crean un bucle de retroalimentación que mejora la capacidad del niño para predecir, razonar y procesar las señales emocionales de su entorno.
Los investigadores creen que la oxitocina, la hormona del vínculo afectivo, desempeña un papel clave en este proceso. La oxitocina no sólo refuerza las conexiones emocionales, sino que también favorece los mecanismos neuronales que subyacen al pensamiento complejo y la toma de decisiones. Al vincular el discurso emocionalmente sensible de una madre con el pensamiento de orden superior de su hijo, el estudio demuestra que las interacciones tempranas moldean la capacidad del cerebro para gestionar la información y adaptarse a nuevas situaciones.
En pocas palabras, cuando las madres entablan conversaciones emocionales con sus hijos, les ayudan a desarrollar sus capacidades:
- Empatía: Capacidad de reconocer y responder a las emociones de los demás.
- Pensamiento crítico: Habilidades para analizar y evaluar la información.
- Autorregulación: Gestión eficaz de las emociones y el comportamiento.
- Cognición social: Comprender y navegar por las relaciones sociales.
Este tipo de interacción no sólo crea fuertes vínculos afectivos, sino que proporciona a los niños las herramientas mentales que necesitan para desenvolverse en su mundo, comunicarse eficazmente y prosperar en diversos entornos sociales y educativos.
Importancia de los hallazgos
Para la ciencia: Este estudio contribuye a una comprensión más profunda de la interacción entre el comportamiento materno y la biología infantil, enriqueciendo el campo de la psicología del desarrollo y la psicobiología.
Para Medicina: Al determinar cómo influye el habla materna en los niveles de oxitocina, la investigación sugiere posibles estrategias terapéuticas para abordar problemas como la depresión posparto. Las futuras intervenciones podrían centrarse en fomentar la mentalidad de las madres para mejorar el desarrollo de los bebés.
Para la educación: Los programas de educación infantil pueden integrar los resultados de esta investigación, formando a cuidadores y educadores para que utilicen un lenguaje emocionalmente sensible que apoye un desarrollo emocional saludable.
Para la sociedad: El estudio subraya la importancia de apoyar a las madres primerizas, especialmente a las que se enfrentan a la depresión postnatal, para fomentar lazos fuertes entre padres e hijos. Las iniciativas de salud pública podrían priorizar la concienciación y los recursos para la salud mental materna y su impacto en el desarrollo infantil.
Conclusiones: Construir un futuro mejor a través de las palabras
Este estudio de la UCL aporta pruebas convincentes de que interacciones sencillas y cotidianas – como hablar con un bebé sobre sus pensamientos y sentimientos – pueden tener profundos efectos biológicos y de desarrollo. Al aumentar los niveles de oxitocina, estas interacciones sientan las bases de unos vínculos sociales fuertes y de la resiliencia emocional.
Para las madres que luchan contra la depresión posparto, los resultados ofrecen esperanza y orientación, destacando el potencial de las intervenciones para mejorar tanto el bienestar materno como el desarrollo infantil.
Además de fomentar una comunicación sana con sus bebés, los padres pueden beneficiarse de herramientas como la aplicación BabyBright de CogniFit. Esta innovadora aplicación permite a los padres hacer un seguimiento de los hitos del desarrollo de sus hijos y comprobar si se desarrollan conforme a su edad. Al combinar recomendaciones basadas en los resultados de estudios como este con una tecnología fácil de usar, los padres pueden sentirse seguros a la hora de apoyar el crecimiento cognitivo, emocional y social de sus hijos.
Mientras la investigación sigue desentrañando las complejidades de las relaciones entre padres e hijos, este estudio nos recuerda el poder de la conexión, la empatía y la palabra para moldear la vida de la próxima generación. Con herramientas como BabyBright y un mayor conocimiento de la ciencia del desarrollo, los padres pueden alimentar con confianza el potencial de sus hijos desde el principio, asegurándose de que se conviertan en personas con capacidad de resistencia emocional y cognitiva.