Un nuevo estudio revela que la falta de sueño fomenta los pensamientos intrusivos

Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de York revela que la falta de sueño, en particular la pérdida del sueño REM, afecta a la capacidad del cerebro para suprimir los pensamientos intrusivos. Este hallazgo es especialmente relevante para las personas con trastornos de salud mental como la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático, que a menudo luchan contra recuerdos negativos persistentes.

Un nuevo estudio revela que la falta de sueño fomenta los pensamientos intrusivos. Imagen de Freepik

La falta de sueño debilita la memoria y el control, lo que conduce a pensamientos más intrusivos

Sobre el estudio: Contexto y objetivos

Los pensamientos intrusivos (recuerdos no deseados y angustiantes que invaden la mente) son un síntoma bien documentado en afecciones como el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), la ansiedad y la depresión. Investigaciones anteriores han demostrado que los trastornos del sueño son comunes entre las personas con estas afecciones, pero los mecanismos neurológicos que vinculan la pérdida de sueño con el control de la memoria siguen sin estar claros.

Para solucionar esta brecha, científicos del Departamento de Psicología de la Universidad de York diseñaron un experimento para determinar cómo la privación del sueño afecta la capacidad del cerebro para suprimir recuerdos no deseados. Su estudio fue publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Cómo se realizó el estudio

Como informa Discover Magazine, en la investigación participaron 88 adultos sanos que fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos:

  • Grupo de privación del sueño: los participantes de este grupo debían permanecer despiertos durante la noche en un entorno de laboratorio controlado, supervisados por investigadores para asegurarse de que no se quedaban dormidos.
  • Grupo de descanso: los participantes de este grupo siguieron su rutina de sueño normal y descansaron toda la noche en casa.

Antes de la noche de sueño o de la privación del sueño, todos los participantes realizaron una tarea de asociación de memoria. Se les mostraron 48 pares de imágenes, cada una de las cuales consistía en un rostro humano y una escena de fondo. Las escenas de fondo eran neutras o emocionalmente negativas (por ejemplo, representaban acontecimientos angustiosos o desagradables). Se pidió a los participantes que memorizaran estas asociaciones.

A la mañana siguiente, todos los participantes regresaron al laboratorio y se sometieron a escáneres de resonancia magnética funcional (RMf) para observar la actividad cerebral. Durante los escáneres, se les presentaron las caras de la tarea anterior y se les pidió que recordaran activamente la escena asociada o que la suprimieran intencionadamente. Si veían la escena a pesar de intentar suprimirla, se les indicaba que lo comunicaran como una intrusión, un fallo en el control de la memoria.

Además, los investigadores midieron la arquitectura del sueño de los participantes mediante polisomnografía (un método exhaustivo de estudio del sueño) para analizar los patrones de sueño en el grupo descansado. Esto les permitió correlacionar el tiempo pasado en diferentes etapas del sueño, en particular el sueño REM, con las capacidades de supresión de la memoria.

Al comparar la actividad cerebral, el número de recuerdos intrusivos y el tiempo pasado en sueño REM, el estudio proporcionó información crucial sobre cómo la privación del sueño altera los mecanismos de control cognitivo y conduce a pensamientos intrusivos más persistentes.

El papel más amplio del sueño REM en la función cognitiva

El sueño REM no solo es esencial para suprimir los pensamientos intrusivos, sino que también desempeña un papel vital en varios procesos cognitivos:

  • Regulación emocional: el sueño REM ayuda al cerebro a procesar y regular las emociones, reduciendo la intensidad emocional y permitiendo una mejor resistencia al estrés.
  • Creatividad y resolución de problemas: las investigaciones sugieren que el sueño REM facilita el pensamiento asociativo y la resolución de problemas al conectar fragmentos de información dispares.
  • Aprendizaje y consolidación de la memoria: durante el sueño REM, el cerebro refuerza las conexiones neuronales relacionadas con la información recién adquirida, lo que mejora la retención a largo plazo..
  • Procesamiento de información compleja: el sueño REM se ha relacionado con el razonamiento abstracto y la capacidad de integrar nuevas experiencias con conocimientos previos.

Cuando se interrumpe el sueño REM, las personas pueden experimentar una mayor reactividad emocional, dificultad para concentrarse y una menor capacidad para pensar de forma creativa o retener información.

¿Qué hace que sea único este estudio?

Este estudio difiere de investigaciones anteriores en varios aspectos clave:

  1. Relaciona directamente la privación del sueño con la capacidad reducida del cerebro para suprimir los pensamientos intrusivos.
  2. Destaca el papel específico del sueño REM en el control de la memoria.
  3. Utiliza la resonancia magnética funcional para cartografiar los efectos neurológicos de la privación del sueño en la supresión de la memoria.
  4. Proporciona información sobre cómo los trastornos del sueño contribuyen a las afecciones de salud mental.

Principales hallazgos del estudio

1. La privación del sueño debilita la supresión de la memoria

Los participantes que no dormían mostraban una mayor incapacidad para suprimir recuerdos no deseados. Esto sugiere que el sueño es crucial para el control cognitivo sobre los pensamientos intrusivos.

Ejemplo: Imagina a alguien con TEPT intentando suprimir un recuerdo traumático. La falta de sueño puede dificultar que bloquee recuerdos angustiantes, aumentando su angustia emocional.

2. El sueño REM desempeña un papel clave

Las imágenes cerebrales revelaron que la capacidad de suprimir pensamientos no deseados estaba estrechamente relacionada con la cantidad de sueño REM que tenían los participantes.

Ejemplo: Si una persona se despierta con frecuencia durante el sueño REM, puede ser más vulnerable a los recuerdos intrusivos al día siguiente.

3. La corteza prefrontal se vuelve menos eficaz sin dormir

La corteza prefrontal, que ayuda a regular las emociones y la memoria, mostró una disminución de la actividad en los participantes privados de sueño. Esto significa que sus cerebros tuvieron dificultades para bloquear eficazmente los pensamientos intrusivos.

Ejemplo: Alguien que sufre de ansiedad puede experimentar pensamientos acelerados porque su cerebro no puede suprimir preocupaciones innecesarias después de una noche de insomnio.

4. La falta de sueño afecta a la resiliencia emocional

Dado que el sueño REM ayuda a regular las emociones, perderlo puede contribuir a una mayor sensibilidad emocional y a la dificultad para hacer frente al estrés.

Ejemplo: Una persona que ha dormido mal por la noche puede reaccionar de forma exagerada ante acontecimientos negativos menores, lo que dificulta la regulación emocional.

5. La falta de sueño puede empeorar los síntomas de salud mental

El estudio respalda hallazgos previos de que las personas con trastornos de salud mental a menudo tienen alterado el sueño REM, lo que puede dificultarles el control de los pensamientos intrusivos.

Ejemplo: Una persona con depresión puede experimentar un ciclo en el que la falta de sueño empeora el pensamiento negativo, lo que a su vez conduce a un sueño aún más deficiente.

Importancia para la salud mental, la ciencia y la sociedad

Salud mental y terapia

Comprender el vínculo entre el sueño y el control de la memoria podría ayudar a mejorar las estrategias de tratamiento para el TEPT, la ansiedad y la depresión. La terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) puede ayudar a los pacientes a reducir los pensamientos intrusivos mejorando la calidad del sueño.

Aplicaciones científicas y médicas

Este estudio proporciona una base para futuras investigaciones sobre cómo el sueño afecta al procesamiento de la memoria. Puede conducir a intervenciones centradas en mejorar el sueño REM para un mejor control cognitivo.

Concienciación pública e higiene del sueño

Los hallazgos refuerzan la importancia de una buena higiene del sueño. Hábitos sencillos como mantener un horario de sueño constante, reducir el tiempo de pantalla antes de acostarse y evitar la cafeína por la noche pueden ayudar a las personas a proteger su salud cognitiva y emocional.

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Cómo conseguir más sueño REM

Consejos prácticos para mejorar el sueño REM

Para mejorar el sueño REM y favorecer el bienestar cognitivo y emocional, ten en cuenta estas estrategias prácticas:

  • Es importante mantener un horario de sueño constante: acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el ciclo del sueño.
  • Crea una rutina relajante para la hora de dormir: realiza actividades relajantes antes de acostarte, como leer o meditar, para favorecer un sueño más profundo.
  • Limita la ingesta de cafeína y alcohol: ambas sustancias pueden alterar el sueño REM, por lo que reducir el consumo por la noche puede mejorar la calidad del sueño.
  • Mejora tu entorno de sueño: mantén tu dormitorio fresco, oscuro y tranquilo para minimizar las molestias durante el sueño.
  • Actividad física regular: se ha demostrado que el ejercicio moderado durante el día mejora la calidad del sueño, incluido el sueño REM.
  • Reduce el tiempo de pantalla antes de acostarte: la luz azul de las pantallas puede suprimir la producción de melatonina, lo que dificulta conciliar un sueño profundo.
  • Gestiona los niveles de estrés: prácticas como la atención plena, la respiración profunda y llevar un diario pueden ayudar a reducir el estrés, lo que conduce a un mejor sueño.

Conclusiones

Este estudio destaca el papel fundamental del sueño REM en la supresión de los pensamientos intrusivos, la regulación de las emociones y el mantenimiento de la función cognitiva. La falta de sueño debilita la capacidad del cerebro para controlar los recuerdos angustiantes, lo que hace a las personas más vulnerables al estrés y a la inestabilidad emocional. Los resultados subrayan que mantener una buena higiene del sueño es esencial no solo para la salud física, sino también para la claridad mental y el bienestar.

Al priorizar hábitos de sueño saludables, como establecer un horario de sueño constante, minimizar el estrés antes de acostarse y reducir la exposición a las pantallas, las personas pueden mejorar la calidad de su sueño REM y su resiliencia cognitiva. Las investigaciones futuras podrían explorar más a fondo cómo las intervenciones específicas sobre el sueño podrían favorecer la salud mental y reducir el impacto de los pensamientos intrusivos en afecciones como el TEPT, la ansiedad y la depresión.