Investigadores alertan: TDAH en adultos puede aumentar riesgo de demencia

Un nuevo estudio de la Universidad de Ginebra (Suiza) revela que los adultos diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) podrían tener un mayor riesgo de desarrollar demencia en etapas posteriores de la vida. Los investigadores identificaron niveles elevados de hierro en el cerebro y un marcador en sangre de daño neuronal, dos indicadores comúnmente asociados con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Utilizando técnicas avanzadas de imagen cerebral y análisis de sangre, el equipo ha ofrecido la primera explicación neurológica de este vínculo, largamente sospechado, lo que podría cambiar la forma en que se entiende y se trata el TDAH en la edad adulta.

Investigadores alertan: TDAH en adultos puede aumentar riesgo de demencia. Imagen de Shutterstock

Detalles del estudio: investigadores, métodos y datos

¿Quién realizó el estudio?

El estudio fue un esfuerzo conjunto de investigadores de los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG) y la Universidad de Ginebra (UNIGE). El proyecto fue dirigido por el profesor Paul G. Unschuld, jefe de la División de Psiquiatría Geriátrica de los HUG y profesor asociado del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la UNIGE. Los resultados se publicaron en la revista revisada por pares Psychiatry and Clinical Neurosciences (https://doi.org/10.1111/pcn.13806).

Cómo se llevó a cabo la investigación

Para entender cómo podría estar relacionado el TDAH con la demencia, un equipo de científicos de la Universidad de Ginebra y los Hospitales Universitarios de Ginebra analizó el cerebro y la sangre de voluntarios adultos. El estudio incluyó a 61 personas de entre 25 y 45 años. De ellas, 32 tenían un diagnóstico confirmado de TDAH, mientras que las otras 29 eran personas sanas utilizadas como grupo de control.

Los investigadores emplearon un tipo avanzado de resonancia magnética conocido como mapeo cuantitativo de susceptibilidad (QSM, por sus siglas en inglés). Este método permite medir cuánta cantidad de hierro se acumula en diferentes regiones del cerebro. El hierro es fundamental para el buen funcionamiento cerebral, pero en exceso puede dañar las células nerviosas y se ha asociado con enfermedades como el Alzheimer.

Además de las imágenes cerebrales, los investigadores también tomaron muestras de sangre de todos los participantes. Buscaron una proteína llamada cadena ligera de neurofilamentos (NfL, por sus siglas en inglés), un marcador conocido de daño en las fibras nerviosas. Cuando los niveles de NfL en sangre son elevados, suele ser señal de que se está produciendo daño en las conexiones nerviosas del cerebro.

Al combinar los datos de las resonancias con los resultados de los análisis de sangre, el equipo detectó un patrón claro: las personas con TDAH presentaban una mayor acumulación de hierro en determinadas regiones del cerebro, especialmente en la corteza precentral derecha, y también tenían niveles más altos de NfL en la sangre.

Es la primera vez que se miden conjuntamente estos dos indicadores biológicos — acumulación de hierro y daño neuronal — en personas con TDAH. Los hallazgos sugieren que estos cambios podrían ser señales de advertencia tempranas de futuros problemas cerebrales, incluida la demencia.

Principales hallazgos de las resonancias y los análisis de sangre

Los participantes con TDAH presentaron una acumulación significativamente mayor de hierro en áreas específicas del cerebro, en particular en la corteza precentral derecha, una región vinculada al control motor y a funciones ejecutivas. Esta mayor concentración de hierro se asoció estrechamente con niveles elevados de NfL en sangre, lo que sugiere la existencia de daño neuronal en estas personas.

Contexto: lo que se sabía hasta ahora

Aunque estudios epidemiológicos anteriores ya habían observado que los adultos con TDAH podrían tener un mayor riesgo de desarrollar demencia, los mecanismos biológicos detrás de esta relación no estaban claros. Este estudio es el primero en combinar imágenes cerebrales y biomarcadores en sangre para proponer una explicación neurológica de ese riesgo.

¿Qué hace innovador a este estudio?

Esta investigación marca un punto de inflexión en nuestra comprensión del TDAH como una condición crónica con consecuencias neurológicas. Hasta ahora, la mayoría de los estudios se habían centrado en los aspectos conductuales, psicológicos o genéticos del trastorno, especialmente en niños. Este trabajo destaca por varias razones:

  1. Primer uso de QSM en la relación entre TDAH y demencia: Ningún estudio previo sobre TDAH había utilizado el mapeo cuantitativo de susceptibilidad para analizar los patrones de acumulación de hierro en el cerebro.
  2. Evaluación en dos niveles: La combinación de resonancias magnéticas con análisis sanguíneos de NfL permite obtener una visión completa, tanto estructural como molecular, del estado del cerebro.
  3. Enfoque en adultos: La mayoría de las investigaciones sobre TDAH se centran en niños o adolescentes. Este estudio pone el foco en los efectos biológicos a largo plazo que el TDAH puede tener durante la adultez.
  4. Puente neurológico entre TDAH y demencia: En lugar de limitarse a observar conductas o correlaciones estadísticas, el estudio identifica un posible mecanismo causal que conecta ambas condiciones.
  5. Relación entre el estilo de vida y el metabolismo del hierro: Los resultados abren nuevas preguntas sobre cómo factores como la dieta, la actividad física y los hábitos diarios podrían influir en los niveles de hierro cerebral y en el envejecimiento cognitivo de las personas con TDAH

Cinco resultados clave del estudio

1. Niveles elevados de hierro cerebral en adultos con TDAH

Se detectó un exceso de hierro en regiones como la corteza precentral, encargada del control motor y de funciones ejecutivas. En cantidades normales, el hierro es fundamental para el funcionamiento del cerebro, pero cuando se acumula en exceso, puede provocar estrés oxidativo y daño celular.

Ejemplo: Un adulto de 35 años con TDAH puede parecer saludable tanto física como cognitivamente, pero ya podría estar experimentando un estrés neuronal relacionado con el hierro que acelera el envejecimiento cerebral.

2. Cadena ligera de neurofilamentos (NfL) como señal de alerta

Los participantes con TDAH presentaron niveles más altos de NfL en sangre, lo que indica daño en los axones, las fibras nerviosas encargadas de la comunicación entre las células del cerebro.

Ejemplo: Niveles elevados de NfL detectados en un análisis de sangre rutinario podrían funcionar como una señal de advertencia temprana de deterioro cognitivo, especialmente en personas con TDAH.

3. Relación entre el hierro y el daño neuronal

El estudio encontró una correlación directa entre la acumulación de hierro en la corteza precentral y los niveles de NfL, lo que sugiere un proceso neurodegenerativo en dos fases: primero se acumula el hierro y luego se produce la degradación de las fibras nerviosas.

Ejemplo: De forma similar a cómo el óxido corroe una máquina, el exceso de hierro puede dañar poco a poco la red de comunicación del cerebro.

4. Mecanismo biológico del riesgo de demencia

La evidencia apunta a una conexión biológica — y no solo conductual — entre el TDAH y el riesgo de desarrollar demencia. El TDAH podría predisponer a las personas a cambios estructurales en el cerebro a largo plazo que imitan las primeras etapas del Alzheimer.

Ejemplo: Una persona con TDAH en la edad adulta podría comenzar a tener problemas de memoria antes que sus pares, no por falta de atención, sino por un daño neuronal sutil.

5. Necesidad de estrategias preventivas

El estudio sugiere que las personas con TDAH podrían beneficiarse de un seguimiento cognitivo y de intervenciones en el estilo de vida mucho antes de lo que se creía hasta ahora.

Ejemplo: Fomentar la realización temprana de escáneres cerebrales o análisis de biomarcadores en sangre en pacientes con TDAH podría ayudar a detectar riesgos años antes de que aparezcan los primeros síntomas de demencia.

Lo que esto significa para la memoria, el pensamiento y el cerebro

El estudio se suma a la creciente evidencia de que el TDAH no se limita a la atención o la hiperactividad, sino que también afecta el funcionamiento profundo del cerebro. Los investigadores creen que los cambios observados en el hierro cerebral y en la salud de las fibras nerviosas podrían ayudar a explicar por qué algunos adultos con TDAH tienen dificultades con la memoria, la toma de decisiones y la concentración a medida que envejecen.

Funciones cognitivas como la concentración, la resolución de problemas y el procesamiento de la información suelen estar debilitadas tanto en el TDAH como en la demencia. Esta coincidencia podría no ser casual. Los cambios físicos detectados en los cerebros de personas con TDAH —como la acumulación de hierro y el daño en las fibras nerviosas— podrían ser una de las razones por las que estas habilidades mentales se deterioran con mayor rapidez.

En resumen, el estudio sugiere que el TDAH podría acelerar algunos de los mismos cambios cerebrales asociados al envejecimiento y a la neurodegeneración. Por eso, es aún más importante hacer un seguimiento de la salud cerebral en adultos con TDAH, y no limitarse solo a tratar los síntomas conductuales.

Por qué estos hallazgos podrían cambiar nuestra visión del TDAH

Esta investigación podría transformar la manera en que médicos, educadores e incluso la sociedad en general entienden el TDAH. Durante años, se ha considerado principalmente como un trastorno infantil relacionado con la falta de atención y la conducta impulsiva. Sin embargo, los nuevos hallazgos indican que también podría estar vinculado a la salud cerebral a largo plazo e, incluso, aumentar el riesgo de demencia.

En el ámbito médico, esto podría traducirse en pruebas de detección más tempranas y en una atención más prolongada para los adultos con TDAH. Análisis de sangre y escáneres cerebrales podrían ayudar a identificar señales iniciales de deterioro cognitivo. También se abre la posibilidad de investigar si controlar los niveles de hierro en el cerebro puede prevenir daños futuros.

Para educadores y psicólogos, el estudio subraya la necesidad de ofrecer apoyo a largo plazo. Los adultos con TDAH podrían necesitar algo más que herramientas para mejorar la concentración; podrían beneficiarse de estrategias que protejan la salud del cerebro con el paso del tiempo.

Y para la sociedad en general, esta investigación añade urgencia al debate sobre el TDAH en adultos. No se trata solo de distracción o inquietud. Podría ser un factor de riesgo oculto de neurodegeneración, lo que hace que el diagnóstico temprano, el tratamiento y la concienciación sean más importantes que nunca.

Reflexiones finales: una nueva era en la investigación del TDAH

Este estudio desafía la visión tradicional del TDAH, mostrando que no se trata únicamente de un trastorno infantil relacionado con la atención, sino que podría ser una condición neurológica de por vida que evoluciona con la edad. Al identificar una posible vía biológica hacia la demencia — a través de los niveles de hierro en el cerebro y de NfL en sangre—, la investigación destaca la importancia de la detección temprana, el manejo proactivo y el seguimiento cognitivo a largo plazo en personas con TDAH.

Aunque aún se necesitan estudios longitudinales para confirmar el vínculo entre el TDAH y la demencia, esta investigación sienta las bases para un enfoque más integral del TDAH en adultos, que conecte el desarrollo neurológico con la neurodegeneración y tenga como objetivo preservar la salud cerebral a lo largo de toda la vida.