Los científicos descubren cinco tipos de sueño relacionados con el cerebro y la salud mental
¿Te has preguntado por qué algunas personas se despiertan despejadas mientras otras se sienten agotadas, incluso durmiendo lo mismo? Un nuevo estudio neurocientífico sugiere que la respuesta está en la conexión de tu cerebro. Los investigadores han identificado cinco tipos de sueño distintos, cada uno reflejando un equilibrio diferente entre descanso, emoción y conectividad neuronal.

Nota: Este artículo tiene fines informativos y educativos. Resume una investigación científica en un lenguaje accesible para un público amplio y no es un comunicado de prensa científico oficial.
Investigadores de la Universidad Concordia y la Universidad McGill, en Canadá, han identificado cinco “perfiles biopsicosociales del sueño” distintos que vinculan la forma en que dormimos con la conectividad cerebral, la salud mental, el rendimiento cognitivo y el estilo de vida. Según los autores, esta perspectiva multidimensional demuestra que el sueño no puede entenderse únicamente por su duración.
El estudio, dirigido por Aurore Perrault (Universidad Concordia) y Valeria Kebets (Universidad McGill), se publicó el 7 de octubre de 2025 en la revista de acceso abierto PLOS Biology. Los investigadores buscaron comprender cómo interactúan los múltiples aspectos del sueño – desde la calidad y la duración hasta el uso de medicación y la satisfacción social – con los factores psicológicos, cognitivos y de estilo de vida. Sus hallazgos identifican cinco tipos de sueño reproducibles, cada uno con su propio patrón característico de conectividad cerebral.
Qué investigaron los científicos
Según los autores, la mayoría de los estudios previos sobre el sueño han analizado una sola variable a la vez, por ejemplo, la duración o la calidad del sueño, y la han relacionado con un único resultado, como el estrés o la atención. Este enfoque limitado ha dificultado comprender cómo funciona realmente el sueño como parte de un sistema biopsicosocial complejo.
En este estudio, el equipo buscó mapear cómo las diferentes dimensiones del sueño se relacionan con las variaciones en la función cerebral, la salud mental, la cognición y el estilo de vida. Propusieron que podrían existir “perfiles de sueño” distintos: combinaciones consistentes de rasgos del sueño y características biopsicosociales relacionadas que surgen de forma natural en la población.
El trabajo se llevó a cabo analizando datos del Human Connectome Project, un amplio conjunto de datos de acceso abierto que contiene información de neuroimagen y datos psicológicos de adultos sanos.
Cómo se realizó el estudio
Los investigadores analizaron datos de 770 adultos jóvenes sanos, de entre 22 y 37 años. Cada participante se había sometido previamente a una resonancia magnética funcional (fMRI) en estado de reposo, lo que proporcionó información detallada sobre la conectividad entre las redes cerebrales.
Además de las exploraciones cerebrales, los participantes completaron extensos cuestionarios de autoinforme sobre hábitos de sueño, síntomas de salud mental, rendimiento cognitivo y factores de estilo de vida, como la satisfacción social y la actividad física. Estos datos permitieron a los autores adoptar una visión multidimensional de la experiencia de sueño de cada persona: no solo si dormía bien, sino cómo su sueño se relacionaba con los patrones emocionales, cognitivos y conductuales.
Para analizar este conjunto de datos de alta dimensión, los investigadores utilizaron un método estadístico multivariante basado en los datos, diseñado para identificar asociaciones latentes entre muchas variables de forma simultánea. Este enfoque reveló agrupaciones (o perfiles) de individuos que compartían características similares de sueño, psicológicas y neuronales.
Los autores destacaron que no se trataba de un ensayo clínico ni de una intervención, sino de un estudio observacional destinado a comprender la variabilidad en la población general.
Qué hace novedoso a este estudio
Según el artículo, este es el primer estudio que define perfiles biopsicosociales del sueño utilizando tanto datos conductuales como de neuroimagen. En lugar de aislar una sola medida del sueño, los investigadores integraron decenas de variables que abarcan la salud mental, las habilidades cognitivas, la conexión social y los patrones de estilo de vida.
Los autores destacan que las investigaciones previas sobre el sueño a menudo no han tenido en cuenta cómo diferentes factores coexisten e interactúan. Al combinar datos de autoinforme y neuroimagen, este estudio ofrece una visión más completa de la relación entre el sueño, el cerebro y la mente.
También señalan que los perfiles identificados estaban asociados con firmas de conectividad neuronal distintas, lo que sugiere que cada tipo de sueño refleja una forma única en que el cerebro organiza y mantiene la comunicación interna durante el descanso.
Principales hallazgos del estudio
Según los autores, el análisis reveló cinco perfiles biopsicosociales del sueño reproducibles, cada uno con características conductuales y neuronales propias.
- Perfil 1. Sueño general deficiente: Este grupo informó una baja calidad del sueño y niveles más altos de ansiedad, depresión y estrés. Los datos de neuroimagen mostraron una mayor conectividad entre las redes subcorticales, sensoriomotoras y de atención.
- Perfil 2. Resiliencia del sueño: Los individuos de este grupo presentaban mayores desafíos de salud mental, pero no informaron un sueño deficiente. Según los autores, este perfil “resiliente” sugiere una posible desconexión entre los síntomas psicológicos y la calidad del sueño percibida.
- Perfil 3. Duración corta del sueño: Los participantes con períodos de sueño más cortos tendían a mostrar puntuaciones más bajas en el rendimiento cognitivo. Las firmas neuronales de este grupo fueron distintas de las de los malos dormidores, lo que indica que la duración y la calidad del sueño pueden influir de manera diferente en la función cerebral.
- Perfil 4. Uso de ayudas para dormir y satisfacción social: Este grupo se caracterizó por un mayor uso de medicación para dormir y niveles más altos de satisfacción social.
- Perfil 5. Alteraciones del sueño vinculadas con la cognición y la salud mental: Según los autores, este perfil incluía individuos con alteraciones específicas del sueño que se correlacionaban tanto con dificultades cognitivas como con variabilidad en la salud mental.
Entre los cinco perfiles, la diferencia cerebral más constante apareció en la red somatomotora, que coordina el movimiento y la información sensorial. Según los autores, la variabilidad en los patrones de sueño estaba estrechamente relacionada con la forma en que esta red se conecta con otras regiones, lo que sugiere que incluso los cambios sutiles en el descanso se reflejan en la organización del cerebro. Los investigadores proponen que estos patrones de conectividad distintos representan correlatos neuronales de las dimensiones biopsicosociales del sueño.
Conclusiones de los autores
Según Perrault y sus colegas, los resultados enfatizan que “el sueño está compuesto por muchas dimensiones, no solo por su duración”. El estudio demostró que diferentes aspectos del sueño – como las interrupciones, el uso de medicación y la calidad subjetiva – pueden combinarse de diversas maneras para reflejar estados biopsicosociales más amplios.
Los autores concluyeron que estos resultados subrayan la necesidad de evaluar el panorama completo del sueño de una persona, en lugar de centrarse en una sola medida. Sugieren que considerar varios rasgos del sueño en conjunto podría mejorar la comprensión de cómo este interactúa con el bienestar mental y físico.
Como se indica en el artículo, “los diferentes aspectos del sueño están relacionados, pero también pueden ser dominios separados con conexiones específicas con el estilo de vida, la salud mental y física, y el rendimiento cognitivo”.
Los autores también señalaron que la mayoría de los perfiles mostraron fuertes relaciones entre las características del sueño y las medidas de salud mental, un hallazgo que consideraron coherente con el papel conocido del sueño en la regulación psicológica.
En cuanto a los datos cerebrales, el estudio informó que “los diferentes perfiles de sueño estaban respaldados por patrones únicos de función cerebral medidos mediante resonancia magnética”, lo que muestra que las experiencias del sueño se reflejan en la organización de las redes del cerebro.
Limitaciones y futuras líneas de investigación
Los investigadores reconocieron varias limitaciones. La muestra estaba compuesta por adultos jóvenes sanos, lo que significa que los resultados podrían no generalizarse a poblaciones mayores o clínicas. Además, las características del sueño fueron autoinformadas y no medidas de manera objetiva mediante polisomnografía.
Los autores señalan que los resultados son correlacionales y no permiten determinar una relación causal entre los rasgos del sueño y las variables biopsicosociales. Recomiendan que los estudios futuros integren datos longitudinales y mediciones objetivas del sueño para validar y ampliar estos hallazgos.
El estudio concluye que la “naturaleza multidimensional del sueño” debería integrarse en la investigación y la práctica futuras para captar las complejas formas en que el descanso, la función cerebral y el bienestar se entrelazan.
Conclusión
Según los investigadores, el sueño no puede reducirse a cuánto ni qué tan bien descansamos. El estudio muestra que es un proceso biopsicosocial multidimensional, que refleja la compleja interacción entre el cerebro, la mente y los factores de la vida cotidiana. Al identificar cinco perfiles de sueño distintos, cada uno con su propia firma neuronal, los autores demuestran que las variaciones en el sueño corresponden a patrones únicos de conectividad cerebral, particularmente dentro de la red somatomotora. Estos hallazgos sugieren que los patrones de sueño reflejan la organización del cerebro, destacando cómo las diferencias individuales en el descanso están estrechamente vinculadas con las diferencias en la comunicación neuronal.
La información de este artículo es solo informativa y no es un consejo médico. Si tienes cualquier duda sobre tu salud, consulta siempre con un profesional.
Referencia
Perrault A., Kebets V., et al. (2025). Identification of five sleep-biopsychosocial profiles with specific neural signatures linking sleep variability with health, cognition, and lifestyle factors. PLOS Biology. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3003399













