Los 7 pecados de la memoria: ¡Tu cerebro te engaña!

Si crees que tu memoria es de elefante, que puedes recordar todo con exactitud, y que nada escapa a ella; siento decepcionarte.  Nada más lejos de la realidad.  Y es que a nuestro cerebro le encanta cometer travesuras con nuestros recuerdos y modificarlos de vez en cuando. Descubre los 7 pecados de la memoria y ¡no te dejes engañar!

Nuestro cerebro es como un gran baúl con millones de compartimentos en los que atesoramos recuerdos, vivencias, emociones y aprendizajes. Nuestra forma de ser, pensar y actuar hoy es producto de las interacciones entre estos recuerdos y aprendizajes, de forma que nuestra memoria guía nuestra conducta de una manera que casi no podemos ni sospechar.

La manera en que construimos nuestro mundo esta intrínsecamente conectada con este inmenso baúl, y la forma en que incluimos esas vivencias es determinante para nuestro futuro. La neuropsicología ha puesto en evidencia que el concepto de que sin memoria no hay pasado es incompleto. Sin memoria nuestro futuro peligra gravemente.

Los 7 pecados de la memoria: ¡Tu cerebro te engaña!
Nuestro cerebro es como un baúl con millones de compartimentos

Pero el cerebro no es un fiel diario de nuestro pasado, sino que tiene la capacidad de reinventar y sobre-escribir nuestras experiencias vitales para dotarlas de un significado, de dar una coherencia a nuestra vida.

Podríamos incluso observar este fenómeno como una unificación de nuestro “Yo”, es decir, una estrategia adaptativa para aunar nuestro pasado, presente y futuro.

Es importante señalar que aunque a estos errores se les llama pecados, no sólo tienen un efecto negativo en nosotros, sino que también pueden contemplarse de una manera positiva. Estos pecados tienen una función adaptativa en nuestro organismo: Necesitamos olvidar y deshacernos de recuerdos para poder seguir adelante y dejar espacio para recuerdos más importantes.

El Dr. Daniel Sachter, catedrático en Harvard y experto en neuropsicología, nos da unas pautas para reconocer estos engranajes de la memoria, entender las malas pasadas que nos puede jugar, y aprender a conocernos un poquito más, sobre cómo entendemos, procesamos y codificamos la información de nuestro mundo.

¡Conoce los 7 pecados de la memoria!

Así pues, podemos diferenciar entre errores de omisión, que son los tres primeros. Estos pecados consisten en diferentes maneras de olvidar. Por otro lado los errores de comisión, los cuatro últimos, son los que cometemos nosotros a la hora de recuperar la información almacenada en nuestro baúl.

1er Pecado de la Memoria: Pecado de transcurso

Hace referencia a la progresiva pérdida de recuerdos que experimentamos con el paso del tiempo. Este pecado, si se produce con asiduidad e intensamente, puede ser un indicador de la enfermedad de Alzheimer.

2º Pecado de la Memoria: Pecado de distractibilidad

Sucede cuando nuestra atención no está totalmente focalizada en el material a recordar. Por ejemplo cuando olvidamos dónde hemos dejado las llaves. Es importante señalar que esta información no se ha perdido, simplemente o no se ha registrado o se ha registrado con fallos, por problemas de atención.

3er Pecado de la Memoria: Pecado de bloqueo

Conocido también como el fenómeno “Lo tengo en la punta de la lengua”.

A diferencia de los pecados anteriores, esta información sí que existe y está codificada en nuestra memoria, pero tenemos un desfase entre la evocación del recuerdo y la producción: Por ejemplo, cuando somos incapaces de recordar el nombre de un restaurante.

Cuando esto te ocurra no sigas insistiendo; relaja la mente e intenta conectarlo con sensaciones vividas en ese momento para facilitar el recuerdo.

4º Pecado de la Memoria: Pecado de Atribución errónea

Esto se produce cuando somos capaces de recordar correctamente un hecho, pero confundimos la fuente o la situación. Un ejemplo conocido de la atribución errónea es lo que le ocurrió a un psicólogo en Estados Unidos acusado de violación. La mujer dio una descripción tan precisa de él que la policía fue a detenerlo. Resulta que en el momento de la violación él estaba concediendo una entrevista por televisión. La mujer vió el programa, pero atribuyó (erróneamente)  su cara a la del violador. Aunque este es un ejemplo extremo, todos cometemos este pecado, dado que es bastante frecuente.

5º Pecado de la Memoria: Pecado de Sugestibilidad

La sugestibilidad sucede cuando voluntaria o involuntariamente alguien manipula nuestros recuerdos. Mediante preguntas hechas por personas más o menos hábiles pueden hacernos llegar a recordar como ciertas vivencias no ocurridas.

También puede ocurrir cuando nos “apropiamos” de una situación no vivida en primera persona. Suele ser característico de las personas egocéntricas, que necesitan una participación “activa” en el recuerdo.

6º Pecado de la Memoria: Pecado de Persistencia

Este pecado ocurre cuando, aunque intentemos borrar un recuerdo o hecho traumático de nuestra memoria, este persiste de forma continuada, haciéndonos revivir sensaciones negativas o angustiosas.

Este pecado está relacionado con la depresión, o con el trastorno de Estrés Postraumático.

7º Pecado de la Memoria: Pecado de Propensión

Nuestra conciencia es la responsable de este pecado, ya que nos provoca la reevaluación y transcripción de nuestros recuerdos, de manera que sean coherentes con nuestro “Yo” actual. Las personas tendemos a adaptar el pasado en base a nuestro presente. Esto explica por qué una situación vivida por dos personas puede ser tan diferente cuando se recuerda.

Si quieres profundizar un poquito más en el mundo de la memoria, te recomiendo este artículo: ¿Cómo mejorar tu memoria y tu capacidad de observación? 10 formas de entrenar tu cerebro

Si admitimos que nuestra memoria es vulnerable, podremos ser conscientes de cuando un recuerdo nos está atormentando, y seremos más versátiles a la hora de juzgarnos.

No te angusties por los pecados de omisión, vigila los pecados de comisión y recuerda:

Cuando se te olvide donde dejaste el coche, puedes tranquilizarte: tu cerebro está ocupado en retener información más importante