Un estudio revela que perros y humanos sincronizan la actividad cerebral durante el contacto visual

En un nuevo estudio se ha descubierto que perros y humanos pueden sincronizar su actividad cerebral durante el contacto visual directo. Este extraordinario fenómeno, conocido como «acoplamiento neural», sólo se había observado anteriormente entre individuos de la misma especie, como humanos o animales. Sin embargo, por primera vez, los investigadores han documentado esta conexión neuronal entre especies, lo que ofrece nuevas perspectivas sobre el extraordinario vínculo entre humanos y perros. Este hallazgo, junto con pruebas de cómo la genética y los tratamientos pueden afectar a esta sincronización, podría tener implicaciones de gran alcance para la comprensión de las relaciones entre humanos y animales.

La actividad cerebral de humanos y perros se sincroniza durante el contacto visual, revelando un vínculo único entre especies. Imagen de Shutterstock.

Cómo se realizó el estudio

El equipo de investigación responsable de este descubrimiento, con sede en China, empleó un método no invasivo de monitorización de la actividad del cerebro mediante un casco de electroencefalografía (EEG). El equipo, equipado con electrodos, permitió a los científicos registrar y analizar señales neuronales tanto de participantes humanos como de sus compañeros caninos, en particular beagles. La decisión de utilizar beagles se basó en su naturaleza social y su vínculo histórico con los humanos.

El estudio, analizado también en Neuroscience News, duró cinco días e incluyó tres fases principales de interacción entre perros y humanos. En primer lugar, los animales y los humanos se mantuvieron aislados para establecer la actividad cerebral de referencia. En segundo lugar, se les colocó en la misma habitación pero sin que interactuaran entre sí. Por último, los perros y los humanos mantenían contacto visual directo y los humanos acariciaban a los perros para observar cómo influía la interacción física en el acoplamiento neuronal. Estos entornos controlados permitieron a los investigadores identificar las condiciones específicas en las que se produce la sincronización neuronal.

Antecedentes de la investigación sobre el acoplamiento neuronal

El acoplamiento neuronal, la sincronización de la actividad cerebral entre individuos, es un concepto bien establecido en las interacciones entre humanos. Se sabe que se produce durante la interacción social, como las conversaciones o la narración de historias, y se cree que mejora la comunicación y el entendimiento entre las personas. Este fenómeno no es exclusivo de los humanos; se han documentado alineaciones similares de las ondas cerebrales en otras especies sociales, como los murciélagos y los primates, sobre todo cuando participan en actividades de grupo que requieren cooperación o coordinación.

Hasta ahora, sin embargo, ninguna investigación había demostrado definitivamente el acoplamiento neuronal entre especies diferentes. Este estudio representa la primera prueba de que humanos y perros pueden experimentar esta forma de sincronización cerebral, proporcionando una perspectiva única sobre la profundidad del vínculo que se ha desarrollado entre ambas especies a lo largo de miles de años de domesticación.

Principales conclusiones del estudio

El estudio reveló varias conclusiones clave, que arrojan luz sobre cómo se manifiesta el acoplamiento neuronal entre humanos y perros y qué factores influyen en este proceso. He aquí las cinco conclusiones más importantes de la investigación:

  1. Acoplamiento neuronal entre especies: El descubrimiento más innovador del estudio fue la confirmación de que el acoplamiento neuronal puede darse entre humanos y perros. Cuando perros y humanos establecían contacto visual directo, su actividad cerebral se sincronizaba en áreas del cerebro relacionadas con la atención y la concentración. Este acoplamiento aumentaba aún más cuando los humanos acariciaban a los perros, lo que sugiere que tanto el contacto visual como el físico desempeñan un papel en el fortalecimiento de la conexión neurológica entre las dos especies.
  2. La familiaridad refuerza la sincronización cerebral: Durante un periodo de cinco días, los investigadores observaron que los perros y los humanos que estaban más familiarizados entre sí mostraban un acoplamiento neuronal más fuerte. Este hallazgo implica que cuanto más estrecha es la relación entre el humano y el perro, más pronunciada es la sincronización de su actividad cerebral. Refleja estudios anteriores sobre interacciones entre humanos, en los que los vínculos emocionales más estrechos conducen a patrones de ondas cerebrales más alineados.
  3. Influencia genética en el acoplamiento neuronal: Los investigadores también examinaron los factores genéticos que podrían afectar al acoplamiento neuronal incluyendo perros con una mutación en el gen Shank3. Este gen está asociado a la conectividad neuronal y se ha relacionado con afecciones como el trastorno del espectro autista en humanos. Los perros con la mutación Shank3 mostraron un acoplamiento neural significativamente menor con los humanos en comparación con los perros sin la mutación, lo que pone de relieve la posible influencia de la genética en el vínculo social y la sincronización neurológica.
  4. Los tratamientos experimentales restauran el acoplamiento neuronal: Para explorar si esta limitación genética podía superarse, el estudio aplicó un tratamiento a perros con la mutación Shank3. Sorprendentemente, este enfoque restableció temporalmente la capacidad de los perros para sincronizar su actividad cerebral con la de los humanos, lo que sugiere que ciertas intervenciones podrían mejorar potencialmente la conectividad neuronal en individuos con problemas de funcionamiento social o neuronal. Estos hallazgos abren posibilidades para futuros tratamientos destinados a mejorar el vínculo social mediante un mayor acoplamiento neuronal.
  5. El papel del contacto visual en el vínculo social: Uno de los hallazgos más interesantes del estudio fue el papel central que desempeña el contacto visual para facilitar el acoplamiento neuronal entre humanos y perros. Incluso sin contacto físico, el simple contacto visual entre las dos especies era suficiente para activar la sincronización de las ondas cerebrales. Este hallazgo coincide con las investigaciones en psicología humana, donde se sabe que el contacto visual es un factor clave para crear confianza y conexiones emocionales. Los investigadores sugieren que ésta puede ser una de las razones evolutivas por las que los perros, más que otros animales domésticos, han desarrollado vínculos tan fuertes con los humanos.

Implicaciones para la salud, la ciencia y la sociedad

Las conclusiones de este estudio tienen implicaciones significativas tanto para la ciencia como para nuestra comprensión más amplia de las relaciones entre humanos y animales. Una de las aplicaciones más inmediatas es la terapia asistida con animales. Los perros ya se utilizan ampliamente en entornos terapéuticos para ayudar a personas que sufren problemas de salud mental como ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático (TEPT). Estas nuevas pruebas sugieren que el vínculo neurológico entre humanos y perros podría desempeñar un papel crucial en los efectos terapéuticos observados en estos entornos. El acoplamiento neuronal podría amplificar el efecto tranquilizador y reconfortante que los perros ejercen sobre las personas, haciéndolos aún más eficaces como animales de terapia.

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En términos de investigación científica, el descubrimiento del acoplamiento neuronal entre especies abre nuevas vías para estudiar el vínculo social y la conectividad cerebral. El hecho de que una mutación genética como Shank3 pueda alterar el acoplamiento neuronal en los perros puede aportar información sobre trastornos similares en humanos, como el autismo, en el que la interacción social y la conectividad neuronal suelen estar alteradas. Otras investigaciones podrían explorar si los tratamientos desarrollados a partir de este estudio podrían algún día ayudar a las personas con dificultades de vinculación social.

Desde una perspectiva social, el estudio refuerza la relación única que los humanos comparten con los perros. Los perros, uno de los primeros animales domesticados por el hombre, han sido considerados fieles compañeros durante mucho tiempo, pero esta investigación sugiere que el vínculo es mucho más profundo de lo que se creía. La capacidad de los perros para sincronizar su actividad cerebral con la de los humanos habla de su notable adaptabilidad y de sus estrechos vínculos emocionales y neurológicos con nosotros. Este descubrimiento no sólo mejora nuestra comprensión de la relación humano-perro, sino que también subraya la importancia de mantener y alimentar estos lazos para el bienestar de ambas especies.

Perspectivas futuras de la investigación sobre el acoplamiento neuronal

Aunque este estudio representa un hito importante en el campo de la neurociencia, aún queda mucho por aprender sobre el acoplamiento neuronal entre humanos y perros. En el futuro se podría investigar si otros animales domésticos, como caballos o gatos, también tienen la capacidad de sincronizar sus ondas cerebrales con las de los humanos. Además, un estudio más profundo de los factores genéticos que influyen en el acoplamiento neuronal podría aportar nuevos conocimientos sobre la estructura cerebral de los comportamientos sociales, tanto en animales como en humanos.

Otro campo de investigación potencial es el impacto a largo plazo del acoplamiento neural en ambas especies. ¿La sincronización neural regular con un humano mejora las habilidades cognitivas o el bienestar emocional del perro? ¿Podría utilizarse este fenómeno para mejorar el adiestramiento de animales de servicio o perros de terapia? Éstas son sólo algunas de las preguntas que los científicos tratarán de responder en los próximos años.

En conclusión, el descubrimiento del acoplamiento neural entre humanos y perros supone un avance significativo en nuestra comprensión del profundo vínculo que comparten estas dos especies. A medida que los investigadores sigan desentrañando las complejidades de esta conexión, los hallazgos podrían conducir a nuevas formas de mejorar las interacciones entre humanos y animales, mejorar las prácticas terapéuticas y profundizar en la ya profunda relación entre los seres humanos y sus compañeros de cuatro patas.